Los partidos entran en el cuerpo a cuerpo en busca del votante indeciso
Ninguna de las participantes en el ¨²ltimo debate de la campa?a ofreci¨® se?ales claras sobre c¨®mo desbloquear el estancamiento pol¨ªtico
El ¨²ltimo cartucho que ofreci¨® este jueves el debate de La Sexta para que los partidos confrontaran sus propuestas antes de las elecciones se sald¨® con m¨¢s fricciones, pero tambi¨¦n con mucho m¨¢s contenido pol¨ªtico, que las citas precedentes. Las dirigentes de los cinco principales partidos se enzarzaron por cuestiones de empleo, de g¨¦nero y, en mucha menor medida, de Catalu?a. Todo el esfuerzo buscaba atraerse al votante indeciso, clave en el complejo horizonte del 10-N. PSOE y Ciudadanos se lanzaron las mayores invectivas, mientras que la tensi¨®n entre la candidata socialista y la de Unidas Podemos fue casi imperceptible.
El debate que La Sexta defini¨® como la ¨²ltima oportunidad para apelar a los electores ¡ªcon presencia exclusivamente femenina¡ª marc¨® algunas diferencias con los anteriores. Aunque en algunas respuestas resonaban los argumentos y hasta los ejemplos usados en las otras dos citas, la menor duraci¨®n del encuentro de anoche y el cambio de formato ¡ªno hab¨ªa bloques tem¨¢ticos, sino preguntas directas y muy concretas lanzadas por la moderadora, Ana Pastor¡ª agilizaron la discusi¨®n.
Ninguna de las participantes ofreci¨® se?ales claras sobre c¨®mo desbloquear el estancamiento pol¨ªtico, pero, al mismo tiempo, evitaron vetos y posiciones rotundas. La candidata de Unidas Podemos, Irene Montero, evit¨® hablar de coalici¨®n gubernamental como requisito para pactar con el PSOE, y la ministra de Hacienda en funciones, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, se limit¨® a se?alar como objetivo lograr ¡°un Gobierno fuerte¡±, aunque preferiblemente en solitario.
A diferencia del debate de candidatos, y tras las cr¨ªticas recibidas en los ¨²ltimos d¨ªas, algunas fuerzas se emplearon m¨¢s en rebatir los argumentos extremos de Vox. La candidata del partido ultraderechista Roc¨ªo Monasterio acus¨® al PSOE de ¡°dirigir a los medios progres editoriales" contra ellos, en referencia velada al editorial del diario EL PA?S que lamentaba que las fuerzas mayoritarias no hubieran hecho frente a los bulos de Vox durante el debate del lunes. Montero pregunt¨® at¨®nita si Monasterio la estaba acusando de dictar editoriales al Grupo PRISA, editor de este diario, aunque en su turno de intervenci¨®n la dirigente socialista evit¨® entrar en el cuerpo a cuerpo y opt¨® por hablar de fiscalidad. La representante del PP, la n¨²mero dos por Madrid, Ana Pastor, s¨ª lanz¨® alg¨²n reproche a Monasterio, presidenta de Vox tambi¨¦n en Madrid y la ¨²nica de las cinco que no es candidata en estas elecciones. Pastor le reproch¨® haber desde?ado el Estado de las autonom¨ªas y quiso marcar perfil propio al sugerir que, al contrario que Vox, el PP es ¡°un partido de Gobierno¡±.
La presencia de cinco mujeres en el debate aviv¨® la perspectiva de g¨¦nero en varios de los asuntos tratados, entre ellos el empleo (con la conciliaci¨®n como pieza destacada) y la violencia machista. Pastor se alej¨® de la doctrina sobre el consentimiento sexual aireada por la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana ?lvarez de Toledo, al afirmar con rotundidad: ¡°Cuando no hay consentimiento, hay violaci¨®n¡±. Monasterio evit¨® entrar en la pol¨¦mica y ofreci¨® como ¨²nica receta para frenar las agresiones ¡°implantar la cadena perpetua para violadores¡±. Irene Montero rebati¨® con contundencia esta propuesta: ¡°Se combate con educaci¨®n y con cultura, no con la prisi¨®n permanente revisable¡±. Arrimadas pidi¨® a las formaciones de izquierda ¡°que no patrimonialicen este asunto¡± y quiso ver ¡ªde manera algo forzada¡ª un foco de consenso entre todas las fuerzas pol¨ªticas. La ministra Montero, por su parte, dedic¨® su minuto de oro a las mujeres y pidi¨® el voto ¡°para vivir con dignidad y trabajar sin miedo¡±.
Antes de ese ¨²ltimo tramo, la econom¨ªa dio m¨¢s juego y provoc¨® enfrentamientos dial¨¦cticos de contenido entre las participantes. Los datos de paro suscitaron acusaciones cruzadas entre las representantes del PP y del PSOE, con una cifra estridente que no fue corregida por nadie. Ana Pastor asegur¨® en dos ocasiones que durante la ¨¦poca socialista hab¨ªa habido ocho millones de mujeres paradas, cuando el dato global de paro nunca super¨® los seis millones de personas (y ya fue un gran volumen), a principios de 2013, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy.
Las dirigentes no resistieron la tentaci¨®n de aludir en varias ocasiones a las tensiones territoriales en Espa?a, principalmente con el caso de Catalu?a. Pero la falta de preguntas espec¨ªficas sobre el conflicto catal¨¢n por parte de la moderadora, que prim¨® otras ¨¢reas, desdibuj¨® esta crisis, que normalmente monopoliza el debate pol¨ªtico. La candidata socialista y la de Unidas Podemos pasaron pr¨¢cticamente de puntillas por el asunto de Catalu?a, que s¨ª fue m¨¢s explotado por Arrimadas y por Monasterio.
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