Futura presidenta de Espa?a
El resultado ha sido un debate de programas. Se han lanzado datos, citado leyes y anunciado medidas concretas
No era el debate de las mujeres, nunca quiso serlo. Pero era la ¨²ltima oportunidad de interpelar a los electores y los partidos han apostado por ellas para liderar el ¨²ltimo asalto. Y lo han hecho con coherencia crom¨¢tica y pol¨ªtica.
El resultado ha sido un debate de programas. Se han lanzado datos, citado leyes y anunciado medidas concretas. Pero con pocas sorpresas y novedades.
Mar¨ªa Jes¨²s Montero (PSOE). La actual ministra de Hacienda ha salido a defender el centroizquierda que podr¨ªa permitir el Gobierno en solitario del PSOE. Ha escogido al PP como principal rival, centrando el debate en el eje bipartidista, en que la elecci¨®n es entre PSOE y PP. Ha reivindicado con ¨¦xito numerosas pol¨ªticas sociales emprendidas por su Gobierno para mantener a sus votantes de izquierda.
Ana Pastor (PP). El estilo sobrio de Pastor ha funcionado: respaldada por su larga trayectoria pol¨ªtica, ha presentado con ¨¦xito a su partido como opci¨®n de Gobierno. Sus principales cr¨ªticas se han dirigido a la gesti¨®n econ¨®mica del PSOE y su discurso ha recuperado un interesante frame: S¨¢nchez es Zapatero. Valiente frente a Vox, atrevi¨¦ndose a diferenciarse claramente de la ultraderecha. Marianismo cl¨¢sico para presentarse como alternativa de Gobierno.
In¨¦s Arrimadas (Ciudadanos). Ha recuperado el discurso original del partido, reclamando el centro pol¨ªtico. Ha asumido que, si Ciudadanos no puede gobernar con el PP, no bloquear¨¢ la formaci¨®n de Gobierno. Ha acertado dejando el atrezo en casa y demostrando una vez m¨¢s su capacidad de oratoria. Ha centrado su discurso en intentar recuperar el ariete para acabar con el bipartidismo.
Irene Montero (Unidas Podemos). Ha mantenido la l¨ªnea centrada en las pol¨ªticas sociales que ha tenido su partido a lo largo de la campa?a, brillando especialmente en su defensa de una pol¨ªtica feminista y una econom¨ªa humanizada. Ha reivindicado el peso de su partido en la configuraci¨®n del futuro Gobierno, un aviso al PSOE y su intenci¨®n de gobernar en solitario. Un discurso ideol¨®gico, cuyos votos no ser¨¢n gratis.
Roc¨ªo Monasterio (Vox). La presidenta de Vox Madrid ha mantenido la l¨ªnea estrat¨¦gica seguida por el resto de los representantes de su partido: un mensaje ultra maquillado con una apariencia moderna y aceptable para una parte de la ciudadan¨ªa. Solo ha brillado en los momentos en los que ha podido reiterar sus proclamas sobre control de la inmigraci¨®n, eliminaci¨®n de las autonom¨ªas y lucha contra la ideolog¨ªa de g¨¦nero entre otras.
Ninguna de ellas es candidata a la presidencia al Gobierno. Espa?a tiene ahora m¨¢s diputadas y ministras que nunca, pero todav¨ªa ninguna mujer opta al cargo de presidenta. Pero el debate ha demostrado nuevamente el alto nivel de las pol¨ªticas espa?olas y muchos de sus nombres suenan para relevar a los actuales l¨ªderes al frente de los principales partidos. No es un debate m¨¢s, puede ser el pistoletazo de salida de una futura presidenta del Gobierno.
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