El espa?ol Artur Segarra pierde la ¨²ltima apelaci¨®n para evitar la pena de muerte en Tailandia
El Tribunal Supremo del pa¨ªs asi¨¢tico ratifica la condena por el asesinato de David Bernat en Bangkok
Se acaban las oportunidades para Artur Segarra. El Tribunal Supremo de Tailandia ha rechazado este mi¨¦rcoles la ¨²ltima apelaci¨®n del espa?ol, de 40 a?os, condenado a muerte en 2016 por el asesinato de su compatriota, el consultor David Bernat, que entonces ten¨ªa 41. Segarra fue hallado culpable de los delitos de asesinato premeditado, ocultaci¨®n de cad¨¢ver, detenci¨®n ilegal y robo. El cuerpo de la v¨ªctima fue desmembrado en al menos seis partes y arrojado en un r¨ªo de Bangkok (Tailandia).
Con el pelo rapado y semblante serio, Segarra se present¨® este mi¨¦rcoles en la corte de la capital tailandesa para escuchar el fallo, que ratific¨® la sentencia al considerar que las pruebas presentadas por la polic¨ªa son suficientes para demostrar su culpabilidad. Ahora la ¨²nica opci¨®n de que Segarra, catal¨¢n como Bernat, evite la pena de muerte es que la casa real tailandesa le conceda un perd¨®n real, lo que su abogado asegur¨® que requerir¨¢n, seg¨²n el diario Bangkok Post. El plazo para solicitarla es hasta el 20 de enero.
De conced¨¦rsele, se le conmutar¨ªa la pena capital por la cadena perpetua, en cuyo supuesto el acusado podr¨ªa eventualmente pedir su extradici¨®n y ser trasladado a una c¨¢rcel espa?ola. El catal¨¢n, que siempre ha negado las acusaciones, asegur¨® a la agencia Efe que la decisi¨®n de la corte suprema ¡°no es una sorpresa¡±. Tambi¨¦n denunci¨® que el suyo ¡°no ha sido un juicio justo¡± por la falta de testigos directos del asesinato.
No obstante, el tribunal tailand¨¦s consider¨® suficientes las pruebas circunstanciales y de ADN presentadas por la polic¨ªa, as¨ª como las im¨¢genes y audios de c¨¢maras de seguridad y el testimonio de varios testigos, entre ellos una empleada del hogar y una expareja de Segarra.
"?l cometi¨® el asesinato de manera premeditada con la intenci¨®n de robar el dinero a la v¨ªctima", ha apuntado el juez al leer la sentencia. Las investigaciones policiales sostienen que Bernat fue secuestrado y extorsionado por Segarra con el objetivo de lograr acceso a sus cuentas bancarias en Singapur. El condenado fue grabado por c¨¢maras de seguridad retirando cantidades de dinero de varios cajeros autom¨¢ticos de Bangkok y los alrededores d¨ªas despu¨¦s de que Bernat desapareciera.
Seg¨²n la polic¨ªa, Artur Segarra secuestr¨® a Bernat el 19 de enero de 2016 y le retuvo durante siete d¨ªas en el apartamento que ten¨ªa alquilado en Bangkok, donde se produjo el asesinato. Las autoridades tailandesas encontraron rastros de sangre que pertenec¨ªan a Bernat en el piso de Segarra, adem¨¢s de grabaciones de c¨¢maras de seguridad donde aparecen los dos entrando en el bloque de apartamentos, que la v¨ªctima nunca abandon¨® con vida. Un equipo forense determin¨® que Bernat falleci¨® por asfixia entre el 25 y el 27 de enero de ese a?o.
Segarra, conocido como ¡°el descuartizador de Bangkok¡± despu¨¦s de que trascendiera que el cuerpo de la v¨ªctima fue desmembrado en al menos seis partes y depositado en varios tramos del r¨ªo Chao Phraya, que atraviesa la capital tailandesa, huy¨® y fue detenido en Sihanoukville (Camboya) el 7 de febrero de 2016. Las autoridades camboyanas lo entregaron entonces a las tailandesas, que le enviaron a prisi¨®n incondicional.
En abril de 2017, un tribunal de primera instancia acept¨® las pruebas presentadas por la polic¨ªa y conden¨® al espa?ol a la pena de muerte. Un tribunal de apelaci¨®n mantuvo, en julio de 2018, la pena capital para Segarra al encontrar "infundadas" las alegaciones del convicto, que neg¨® los cargos, y volvi¨® a considerar v¨¢lidas las pruebas y testimonios recabados por la polic¨ªa.
Un vecino de L'Albi
En L'Albi, el peque?o municipio de Lleida donde naci¨® y creci¨® David Bernat, se est¨¢ al corriente de las vicisitudes del proceso judicial que se ha seguido contra Artur Segarra. Las novedades se siguen al minuto. David Bernat se fue joven del pueblo, pero regresaba a menudo para visitar a sus padres, e incluso se estaba arreglando una casa. Cuando lo mataron, la noticia caus¨® un fuerte impacto entre los poco m¨¢s de 700 vecinos, por la proximidad que sent¨ªan con la v¨ªctima y, sobre todo, con sus padres. La madre de David regentaba el estanco del pueblo, una de las pocas tiendas que siguen abiertas en un lugar afectado por la despoblaci¨®n. Maria Rosa sigui¨® al frente del negocio un a?o y medio despu¨¦s de la muerte de su hijo, pero ya est¨¢ jubilada. Su marido, extrabajador de la autopista, la ayudaba con las cuentas de la tienda. Ella reconoce que el dolor la ataca cuando habla del caso, y declina pronunciarse p¨²blicamente sobre la opini¨®n que le merece el desenlace judicial del crimen de su hijo. Exige anonimato para sobrellevar el duelo. El matrimonio tiene otra hija, que tambi¨¦n se ganaba la vida trabajando en el extranjero, pero decidi¨® regresar a vivir cerca de los padres cuando mataron a David.
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