Hacia un relato nacional
El mensaje del Rey tiene por objetivo devolvernos el optimismo y la confianza en nosotros
Las dificultades estimulan. Esto es lo que le ha sucedido al Rey Felipe VI en estos casi cinco a?os de mandato. De la muy complicada Transici¨®n fue gran protagonista su padre Juan Carlos I, que tambi¨¦n presidi¨® las grandes transformaciones posteriores, parec¨ªa que a su sucesor le iban a tocar tiempos tranquilos, que el reinar se convertir¨ªa en una aburrida rutina, que la figura del Rey tender¨ªa a pasar desapercibida. ?Resultar¨ªa in¨²til la Corona?
Como se est¨¢ comprobando, la situaci¨®n demuestra todo lo contrario: estamos en ¡°tiempos recios¡±, con permiso de Mario Vargas Llosa. En efecto, la gran recesi¨®n econ¨®mica provoc¨® un extendido malestar social, las perspectivas econ¨®micas son inquietantes y los cambios globales han sido muchos y muy profundos. Hay desorientaci¨®n en buena parte de la sociedad, los partidos pol¨ªticos y sus l¨ªderes ya no son una referencia segura, nos falta confianza, nos sobra temor.
En estos ¨²ltimos a?os, los mensajes navide?os y muchos discursos del Rey, nos han reconfortado, nos han unido a trav¨¦s de los valores constitucionales y de los principios democr¨¢ticos. El Rey Felipe VI ha encontrado su lugar en las instituciones, es un ¨®rgano necesario, ahora mismo imprescindible, nos da seguridad.
Se comprob¨® en su mensaje televisivo del 3 de octubre de 2017 que suscit¨® la reacci¨®n ciudadana de muchos espa?oles, especialmente catalanes, que se sintieron arropados y comprendidos. No le olvidar¨¢n. Su discurso del 19 de febrero de este a?o al recibir el Premio Paz y Libertad concedido por la Asociaci¨®n Mundial de Juristas constituy¨® una lecci¨®n de democracia. Pero el Mensaje de hoy rebasa a todos los anteriores, suple una carencia que se hac¨ªa notar, es un breve, aunque denso, esquema de lo ahora se suele llamar, de forma algo cursi, pero la utilizo para que nos entendamos, un relato nacional.
Con frecuencia los espa?oles entramos en etapas de pesimismo colectivo. Sucedi¨® en 1898 sin raz¨®n alguna: desde esta fecha hasta la II Rep¨²blica, Espa?a entr¨® en tiempos de prosperidad econ¨®mica y esplendor cultura. Aunque los grandes escritores y pensadores de la ¨¦poca dijeran lo contrario. En estos ¨²ltimos diez a?os ha sucedido algo parecido: se dec¨ªa que el globo del ¨¦xito hab¨ªa pinchado, Espa?a era la de siempre, la que estaba a la cola de Europa.
El mensaje del Rey tiene por objetivo devolvernos el optimismo y la confianza en nosotros al valorar el gran salto delante de estos ¨²ltimos cuarenta a?os, traza un esquema basado en las virtudes c¨ªvicas de los ciudadanos, la fortaleza de las instituciones sociales y el funcionamiento de los poderes p¨²blicos, que nos permite a los espa?oles mostrar con orgullo lo alcanzado y tener razones sobradas para confiar en el porvenir. Lo que no hab¨ªa llevado a cabo el mundo de la ciencia y la cultura, una Espa?a real que nos infundiera optimismo, lo ha planteado el Rey. Ahora hay que desarrollarlo.
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