Carmen Calvo, la ¡®n¨²mero dos¡¯ contin¨²a y asume memoria hist¨®rica
En el concurrido nuevo organigrama, mantiene poder y representa el perfil m¨¢s pol¨ªtico que t¨¦cnico de contrapeso de Iglesias
En el nuevo y concurrido organigrama de La Moncloa, con cuatro vicepresidencias, Carmen Calvo (Cabra, C¨®rdoba, 62 a?os) seguir¨¢ siendo la primera n¨²mero dos del Ejecutivo. Hace una eternidad pol¨ªtica, en 2017, cuando el presidente del Gobierno no era el candidato favorito para liderar el PSOE, ella apost¨® por ¨¦l en las primarias frente a Susana D¨ªaz. Fue la decisi¨®n que inaugur¨® una segunda etapa en su vida pol¨ªtica, porque la ministra de Cultura con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (2004-2007) se hab¨ªa alejado entonces de los focos para dar clases. Calvo es doctora en Derecho Constitucional, fan del grupo heavy Metallica (tiene todos sus discos) y de los toros.
A partir de ese momento, S¨¢nchez cont¨® siempre con ella: en la Ejecutiva del PSOE le dio Igualdad, y una vez en La Moncloa, la vicepresidencia. En la oposici¨®n, Calvo negoci¨® con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa el respaldo del PSOE a la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155, y ya en el Gobierno, el apoyo de ERC a los Presupuestos (sin ¨¦xito). Catalu?a le ha dado varios disgustos, como su enrevesada explicaci¨®n de la figura del relator, que finalmente no lleg¨® a cristalizar.
Cede Igualdad a Irene Montero, de Podemos, pero S¨¢nchez la ha compensado otorg¨¢ndole el ¨¢rea de memoria hist¨®rica, hasta ahora en manos de Justicia. El Gobierno se ha comprometido a asumir la exhumaci¨®n de los fusilados y a realizar una auditor¨ªa de bienes expoliados por el franquismo para devolverlos a sus due?os, empezando por el pazo de Meir¨¢s. Calvo ya negoci¨® con el Vaticano el aval de la Iglesia a la exhumaci¨®n de Franco ¡ªcon alg¨²n malentendido que provoc¨® un desmentido de la Santa Sede¡ª.
En verano asumi¨® las negociaciones con Podemos para la (frustrada) investidura y tras el 10-N, se encarg¨® de buscar el apoyo del PNV. Representa ese perfil m¨¢s pol¨ªtico que t¨¦cnico con el que S¨¢nchez quiere blindarse frente a Iglesias.
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