S¨¢nchez e Iglesias blindan la unidad del Gobierno para resistir los ataques de la derecha
Los l¨ªderes han establecido sistemas internos diarios para evitar los choques
Todo empez¨® con un corte. Solo hab¨ªan pasado unas horas desde las elecciones del 10 de noviembre, en las que PSOE y Unidas Podemos perdieron casi 1,5 millones de votos. El lunes 11, a las 16.00, en el palacio de La Moncloa, Pedro S¨¢nchez cit¨® a Pablo Iglesias. Para romper el hielo, despu¨¦s de meses de guerra, le pidi¨® que le explicara cu¨¢l era su planteamiento. Iglesias empez¨® a desarrollar un discurso largo, que ya le hab¨ªa lanzado otras veces, sobre la necesidad de hacer una coalici¨®n, ahora m¨¢s que nunca. Pero S¨¢nchez apenas le dej¨® hablar.
¡ªVale, vale, Pablo, no sigas, vamos a hacer la coalici¨®n.
¡ªPerfecto, Pedro.
En poco m¨¢s de una hora estaba cerrada, con Iglesias de vicepresidente. A partir de ah¨ª, todo ha sido mucho m¨¢s f¨¢cil de lo esperado entre dos personas que se dijeron de todo en p¨²blico y en privado. Empezaron con tres ministros para Unidas Podemos, luego cuatro, cambiaron algunas competencias ¡ªaunque siempre estuvo claro Trabajo, que hab¨ªa roto la negociaci¨®n en julio¡ª, se cambi¨® el n¨²mero de vicepresidencias, bailaron nombres de ministros... pero S¨¢nchez e Iglesias han mantenido firme la cohesi¨®n.
Ambos tienen muy claro que con una mayor¨ªa tan exigua, con la compleja dependencia de ERC para casi todo, en especial para los Presupuestos, y con una oposici¨®n inclemente, la unidad del Gobierno de coalici¨®n es imprescindible.
¡°Es muy extra?o, parece como si a nadie le sorprendiera que Pablo Iglesias est¨¦ ah¨ª, como si siempre hubi¨¦ramos sido un Gobierno de coalici¨®n. Es todo tan normal que la gente no lo creer¨ªa si lo viera¡±, confiesa un ministro del PSOE. ¡°Estamos sorprendidos de lo tranquilo que es todo. Se nos est¨¢n quitando los prejuicios con algunos. No se entiende por qu¨¦ no lo hicimos antes¡±, resume otro miembro del Gobierno de Unidas Podemos.
Otra del PSOE se?ala que parece que los de Unidas Podemos llevaran ah¨ª a?os. Aunque los nuevos no est¨¢n tan acostumbrados como parece. La primera sorpresa fue para ellos que el Consejo de Ministros, al estar prohibidos los m¨®viles, es la ¨²nica reuni¨®n en la que todo el mundo atiende. Como a¨²n no han tratado asuntos de gran calado ¡ªno han llevado una sola ley de momento¡ª en las dos citas se ha hablado sobre todo de pol¨ªtica, y ah¨ª S¨¢nchez, Carmen Calvo y el propio Iglesias, que admiti¨® en una entrevista que intervino desde el primer d¨ªa, llevan la voz cantante.
Pero no todo es cordialidad. S¨¢nchez e Iglesias son muy conscientes de que habr¨¢ roces fuertes, sobre todo cuando empiecen a tomarse decisiones econ¨®micas de calado. La Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos, presidida por Nadia Calvi?o, ser¨¢ seguramente un epicentro de tensiones. La distancia ideol¨®gica entre ella y Yolanda D¨ªaz, ministra de Trabajo, encargada de la reforma laboral y miembro de una conocida familia sindicalista gallega, es enorme y ser¨¢ dif¨ªcil de encajar.
Estas semanas tambi¨¦n ha habido algunos roces por cuestiones de competencias. Las pol¨ªticas de inmersi¨®n, con la renta b¨¢sica, un asunto b¨¢sico para Unidas Podemos, han ca¨ªdo en el Ministerio de Seguridad Social, dirigido por Jos¨¦ Luis Escriv¨¢. Y ah¨ª hubo tensi¨®n. Se acord¨® que lo que se haga en renta m¨ªnima ser¨¢ pactado y compartido. El exresponsable de la Airef es un independiente muy alejado de las posiciones de Unidas Podemos. Podr¨ªa haber distancia, pero hay detalles biogr¨¢ficos que ayudan a una inesperada sinton¨ªa. Escriv¨¢ particip¨® con Juan Carlos Monedero, en sus a?os de universitarios, en una candidatura llamada Grupos de Estudiantes Progresistas a la Junta de la Facultad de Econ¨®micas, en los ochenta. Tambi¨¦n estaba con ellos Bruno Estrada, un hombre importante en CC OO. Ganaron por poco a la candidatura de la derecha, algo casi premonitorio. Monedero sigue siendo uno de los m¨¢s fieles consejeros de Iglesias.
Tambi¨¦n hubo tensi¨®n por las competencias de formaci¨®n vinculadas a las pol¨ªticas activas de empleo que antes ten¨ªa Trabajo y ahora se llev¨® Educaci¨®n, mientras Iglesias consigui¨® arrebatarle la pol¨ªtica de protecci¨®n animal a Teresa Ribera.
Para todas estas peleas y crisis que se esperan, S¨¢nchez e Iglesias han establecido parejas de interlocuci¨®n, que funcionan a diario. Para la de las competencias y la estructura final del Gobierno, que a¨²n sigue defini¨¦ndose en los detalles, est¨¢n F¨¦lix Bola?os por el PSOE e Ione Belarra por Unidas Podemos. Se han visto decenas de veces y ahora se mandan varios whatsapp ¡ªque no Telegram¡ª a diario.
Cada vez que un ministerio de Unidas Podemos tiene dudas sobre un asunto de competencias o intendencia, lo vehicula con ella, que lo traslada a Bola?os. Y los del PSOE hacen lo mismo con este hombre clave del equipo de S¨¢nchez. Mientras, Calvo e Iglesias tambi¨¦n hablan con frecuencia, y es ella la que dirige la Comisi¨®n de subsecretarios, clave en cualquier Ejecutivo, por lo que controla la actividad diaria del Ejecutivo.
Para el acuerdo program¨¢tico, la pareja fue Mar¨ªa Jes¨²s Montero con Pablo Echenique. Ellos ser¨¢n los guardianes de lo pactado. Pero la pareja que tal vez m¨¢s interesa a todos, en una sociedad medi¨¢tica, es la que coordina la comunicaci¨®n. Iv¨¢n Redondo, todopoderoso hombre fuerte de La Moncloa, habla a diario con Juanma Del Olmo, responsable de comunicaci¨®n de Iglesias. Ambos saben qu¨¦ mensaje lanzar¨¢ el otro cada d¨ªa.
Por eso el martes, cuando Iglesias habl¨® de la ¡°humillaci¨®n¡± que supuso para la justicia espa?ola algunas decisiones de jueces europeos, no hubo mucha sorpresa en La Moncloa, aunque hubieran preferido otra palabra. En las primeras horas se puso a prueba la resistencia de la coalici¨®n. El vicepresidente segundo defendi¨® sin fisuras la elecci¨®n como fiscal general de Dolores Delgado, a quien ¨¦l hab¨ªa criticado mucho. Y dej¨® claro que defender¨¢ todos los nombramientos del Ejecutivo. Y La Moncloa respondi¨® apoy¨¢ndole al d¨ªa siguiente con un comunicado que hicieron conjuntamente con la vicepresidencia segunda, la que dirige el l¨ªder de Podemos. Todo coordinado y preparado con decenas de mensajes entre los colaboradores y tambi¨¦n entre los l¨ªderes.
La relaci¨®n entre Iglesias y Redondo, viejos conocidos, despu¨¦s rivales a vida o muerte y finalmente aliados, tambi¨¦n ayuda. Poco antes del primer Consejo de Ministros, ambos bromeaban en los pasillos de La Moncloa. ¡°Qui¨¦n nos iba a decir que estar¨ªamos aqu¨ª cuando charl¨¢bamos sobre House of Cards en La Tuerka¡±, el programa que dirig¨ªa el l¨ªder de Podemos y al que invit¨® en 2016 al gur¨², que a¨²n no trabajaba para S¨¢nchez.
Despu¨¦s de muchas vueltas, PSOE y Unidas Podemos parecen haber decidido hacer pi?a para intentar que funcione la ¨²nica experiencia as¨ª en un gran pa¨ªs europeo. El arranque ha sido mejor de lo esperado. Pero queda mucho.
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