El multimillonario negocio de la marihuana invisible
Las organizaciones criminales pagan unos 5.000 euros por cosecha a familias humildes o afectadas por la crisis para que metan plantaciones en sus casas
¡°Los propietarios de una empresa de pinturas de Valdemoro (Madrid) que quebr¨® con la crisis; j¨®venes que se han quedado en paro; currantes que vieron menguar sus ingresos y temieron no llegar a fin de mes para mantener a sus familias¡¡±. Son algunos de los perfiles que describen los investigadores de la Guardia Civil para referirse a personas que han entrado en el negocio de la marihuana en los ¨²ltimos cuatro a?os, cuando las incautaciones de esta ¡°droga blanda¡± se han disparado en Espa?a y las redadas de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado son casi semanales. De los cerca de 20.000 detenidos por tr¨¢fico de drogas que se registran anualmente en Espa?a, m¨¢s de la mitad son por cann¨¢bicos y la mayor¨ªa (casi un 70%), espa?oles, seg¨²n datos y estad¨ªsticas oficiales.
La llamada Operaci¨®n Mocy, llevada a cabo por m¨¢s de 500 agentes del instituto armado el pasado martes en poblaciones de Granada, M¨¢laga, C¨¢diz y Valencia, se sald¨® con 76 detenidos tras 69 registros. La mayor¨ªa de las entradas se produjeron en viviendas humildes o de protecci¨®n oficial de la localidad de Pinos Puente (10.114 habitantes), a 16 kil¨®metros de la ciudad de la Alhambra. De los portales de las calles de la popular barriada de Las Flores sal¨ªan esposadas vecinas en bata y zapatillas de estar en casa o j¨®venes con cara de sue?o en vaqueros y calzado deportivo.
Era solo una m¨¢s de las decenas de operaciones que han desarrollado las fuerzas policiales este a?o. Desde 2013 ¡ªcuando comenzaron a contabilizarse¡ª a 2018, las incautaciones de plantas de marihuana se han incrementado, a?o a a?o, acumulando un aumento de casi un 600% (de 175.000 a casi un mill¨®n), seg¨²n datos del Ministerio del Interior. ¡°Ha ido subiendo progresivamente, con un repunte importante en 2017, que se ha mantenido al alza hasta hoy¡±, coinciden los investigadores de Polic¨ªa Nacional y Guardia Civil. ¡°Solo el ¨²ltimo a?o ha crecido un 90%¡±, se?alan. Por kilos, han pasado de intervenirse 15.174 en 2014 a 37.220 en 2018, m¨¢s del doble en cuatro a?os, seg¨²n los datos del Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
Incautaciones de marihuana
en Espa?a
37.220
15.174
Desde 2014 las incautaciones de marihuana en operaciones policiales han aumentado un 145%
2014
2018
Decomisos por comunidades
5.000 kg.
1.000
100
24
68
218
340
212
13
461
4.410
5.331
1.219
4.694
431
214
1.382
818
9.565
Dos tercios de la marihuana decomisada en 2018 fueron localizados en Andaluc¨ªa, Catalu?a, C. Valenciana y Arag¨®n.
7
7
148
Fuente: CITCO.
EL PA?S
Incautaciones de marihuana en Espa?a
37.220
15.174
Desde 2014 las incautaciones de marihuana en operaciones policiales han aumentado un 145%
2014
2018
Decomisos por comunidades
5.000 kg.
1.000
Pa¨ªs
Vasco
Asturias
100
Cantabria
24
68
218
Galicia
Navarra
340
212
La Rioja
Castilla
y Le¨®n
Catalu?a
13
Arag¨®n
461
5.331
4.410
Madrid
1.219
C. Valenciana
Extremadura
Cast.- La Mancha
Baleares
4.694
431
214
1.382
Andaluc¨ªa
Murcia
818
9.565
Dos tercios de la marihuana decomisada en 2018 fueron localizados en Andaluc¨ªa, Catalu?a, C. Valenciana y Arag¨®n.
7
Ceuta
7
Melilla
Canarias
148
Fuente: CITCO.
EL PA?S
Incautaciones de marihuana en Espa?a
37.220
15.174
Desde 2014 las incautaciones de marihuana en operaciones policiales han aumentado un 145%
2014
2018
Decomisos por comunidades
Pa¨ªs
Vasco
Asturias
Cantabria
5.000 kg.
24
68
218
Galicia
Navarra
1.000
340
212
100
La Rioja
Castilla
y Le¨®n
Catalu?a
Arag¨®n
13
461
5.331
4.410
Madrid
1.219
C. Valenciana
Extremadura
Cast.- La Mancha
Baleares
4.694
431
214
1.382
Andaluc¨ªa
Murcia
818
9.565
Dos tercios de la marihuana decomisada en 2018 fueron localizados en Andaluc¨ªa, Catalu?a, C. Valenciana y Arag¨®n.
7
Canarias
Ceuta
148
7
Melilla
Fuente: CITCO.
EL PA?S
El negocio ilegal de la marihuana se ha expandido al calor de la crisis econ¨®mica y se ha asentado con la ayuda de las organizaciones criminales que operan en Espa?a, que ¡°ven en la marihuana un negocio f¨¢cil: poca inversi¨®n (entre 10.000 y 30.000 euros por montar una plantaci¨®n indoor [interior], en funci¨®n del tama?o), mucho beneficio (el kilo se est¨¢ vendiendo a 4.000 euros en Reino Unido, por ejemplo), y escaso riesgo, porque las penas van de uno a tres a?os y si no tienes antecedentes dif¨ªcilmente entras en prisi¨®n¡±, resumen los investigadores. Habitaciones, garajes, cobertizos, trasteros, buhardillas, peque?as naves, camiones, caravanas... son algunos de los lugares en los que se ocultan esas peque?as plantaciones iluminadas con l¨¢mparas.
Las organizaciones criminales ¡°han visto un gran nicho de oportunidad y de invisibilidad en los hogares de familias humildes: llegan y se lo montan todo (plantas, cableado el¨¦ctrico, luces...), les dejan el manual de instrucciones donde detallan lo que tienen que hacer para cuidar las plantas, paso a paso, como si fuera para tontos, y luego vienen a por la cosecha (de entre cinco y 20 kilos, con tres o cuatro producciones al a?o), les pagan lo acordado (unos 5.000 euros por cosecha), y funcionan casi como una gran cooperativa de peque?os productores, recolectan y mandan la mercanc¨ªa para Europa: Alemania, Inglaterra, Francia, Polonia, Estonia, Letonia...¡±, resume el modus operandi del multimillonario negocio un responsable de la unidad central de estupefacientes de la Guardia Civil.
Un nuevo medio de vida
El resultado, al margen de algunas grandes plantaciones en zonas de campo m¨¢s aisladas y despobladas de Toledo, Catalu?a, Extremadura, Alicante o incluso en invernaderos almerienses, es una proliferaci¨®n de peque?os cultivadores a lo largo y ancho de la mitad sur de Espa?a, con mayor incidencia ¡°por cultura o por tradici¨®n¡±, en provincias como Granada, seg¨²n se observa en el mapa descriptivo de la distribuci¨®n de plantas de cannabis por provincias del Ministerio del Interior.
En algunos pueblos es ya un medio de vida para muchos de sus habitantes, algunos porque han encontrado en el cultivo de la marihuana un modo de obtener un sobresueldo para sus empobrecidas econom¨ªas, otros, los m¨¢s j¨®venes, porque ven la posibilidad de ganar un buen dinero, r¨¢pido, f¨¢cil y con poco riesgo, seg¨²n analizan los investigadores.
La inversi¨®n es peque?a y se amortiza casi con la primera cosecha, la luz para mantener las l¨¢mparas encendidas d¨ªa y noche la roban enganchando cables al tendido el¨¦ctrico. Una de las pistas que siguen a veces los investigadores es precisamente el alto consumo de electricidad. En ocasiones, ha habido poblaciones que se han quedado sin luz por el alto consumo de las l¨¢mparas que iluminan las plantas de marihuana.
¡°El problema¡±, se?alan los investigadores, ¡°es que en muchos casos, los que han entrado en el negocio y han tocado dinero, se han acostumbrado a un nivel de vida y ya han seguido, y eso est¨¢ desvirtuando el tejido social en algunos municipios, porque los que antes ten¨ªan un oficio digno ahora cultivan marihuana¡±, analiza un mando del instituto armado con 18 a?os de servicio en este ¨¢mbito. ¡°Este asunto se est¨¢ convirtiendo en otra especie de Campo de Gibraltar, pero mucho m¨¢s oculto. Aquellos guardan hach¨ªs en sus casas y estos cuidan plantas¡±, compara. ¡°El problema no es solo de salud p¨²blica, sino de la violencia que genera, porque quienes guardan algo valioso suelen proveerse de armas para defenderlo¡±.
La violencia
En Pinos Puente, uno de esos pueblos en los que al doblar la esquina de algunas de sus calles el olor a mar¨ªa se hace ostensible, despu¨¦s de la redada del martes pasado nadie se atreve a hablar de esa econom¨ªa oculta que mantiene a flote a muchas familias. El pasado s¨¢bado por la tarde, sin ir m¨¢s lejos, solo cuatro d¨ªas despu¨¦s de la macrorredada, un tiroteo acab¨® con la vida de un hombre, en lo que los agentes de la Guardia Civil calificaron como un ¡°ajuste de cuentas¡±.
¡°En otro momento de m¨¢s tranquilidad¡±, dice un distribuidor de marihuana granadino, ¡°te har¨ªa la gesti¨®n y seguro que habr¨ªas podido hablar con un narco y que te contara cosas; pero ahora, con la presi¨®n tan fuerte de la polic¨ªa sobre ellos, eso es imposible. Nadie, y yo menos, podemos arriesgarnos ni siquiera a preguntarle a alguno. En un mes o dos, por lo que sea, los detienen y resulta que los culpables somos nosotros. Y te aseguro que acabar¨ªamos pag¨¢ndolo¡±.
Ante lo inabarcable e invisible de un negocio que no para de crecer en Espa?a, debido ¡ªseg¨²n los expertos¡ª a la ¡°gran demanda¡± que hay en Europa, la estrategia de las fuerzas y cuerpos de seguridad consiste en dar ¡°buenos golpes¡± que reduzcan la sensaci¨®n de impunidad. ¡°Es una droga socialmente admitida, constantemente se habla de sus propiedades curativas, la tendencia en otros pa¨ªses es a la legalizaci¨®n...¡±, describen. ¡°Los que se meten son conscientes de todo eso, saben que tanto el reproche penal como el moral es escaso y la tentaci¨®n econ¨®mica es muy grande¡±, explican polic¨ªas y guardias civiles. Ahora en Pinos Puente los narcos de la marihuana sienten la presi¨®n policial, que en Granada tiene otros lugares recurrentes como el distrito Norte de la capital.
Pol¨ªticos que cultivan
En la provincia granadina se han dado casos de detenciones de pol¨ªticos. En Pampaneira (321 habitantes), en la Alpujarra granadina, un concejal del PSOE dej¨® su acta hace algo m¨¢s de a?o y medio despu¨¦s de que la Guardia Civil le localizara 355 plantas cultivadas al aire libre en su finca. El teniente de alcalde del PP en el Ayuntamiento de El Valle (938 habitantes), Manuel Palma, fue pillado en una situaci¨®n similar. La Polic¨ªa Nacional le detuvo el verano pasado por tener 256 plantas de marihuana en una vivienda de su propiedad con dos habitaciones perfectamente acondicionadas para el cultivo.
Los cultivadores son solo el primer eslab¨®n de la cadena. ¡°Normalmente, hay facilitadores de las mafias, gente que tiene contactos con distribuidores que, a su vez, tienen distintos peque?os proveedores; esto funciona como una empresa multinacional¡±, explican los investigadores de la Guardia Civil. ¡°Piden tantos kilos y alguien se encarga de juntarlos para su env¨ªo adonde corresponda, a veces incluso por mensajer¨ªa ordinaria envueltos en toallas y empaquetados como mercanc¨ªa, como hac¨ªan los chinos¡±, a?aden los investigadores de la polic¨ªa.
Los chinos siempre pagan
La entrada de las mafias chinas en el negocio de la marihuana ha supuesto tambi¨¦n un salto importante en su crecimiento. ¡°Los chinos son principalmente compradores y distribuidores, tienen fama de tener siempre dinero, ser buenos pagadores y pagar en efectivo, son el man¨¢ de cualquier productor, por eso se quedaron con parte del mercado¡±, se?ala un agente policial especializado en la persecuci¨®n del tr¨¢fico de cann¨¢bicos.
En cuesti¨®n de cuatro a?os, seg¨²n los datos del CITCO, Espa?a se ha convertido en el tercer productor y exportador de marihuana de Europa, por detr¨¢s de Albania e Italia. Fuera de Europa, M¨¦xico y Estados Unidos son los pa¨ªses en los que m¨¢s marihuana se incauta. ¡°Ha ocurrido algo parecido a lo que sucedi¨® con la agricultura intensiva de los invernaderos en Almer¨ªa, la huerta de Europa¡±, comparan los investigadores. La tendencia es al alza, analizan: ¡°Vivimos en una sociedad en la que los grandes lobbies de las empresas del cannabis, que incluso cotizan en Bolsa, presionan para la legalizaci¨®n y fomentan una imagen buenista de una droga natural cada vez m¨¢s perfeccionada, y cuyas modificaciones e hibridaciones gen¨¦ticas en sus semillas han supuesto una subida del 2% hasta el 30% de su THC, el psicoactivo del cannabis con los riesgos que eso comporta para la salud mental de quienes la consumen. Adem¨¢s, la legalizaci¨®n, ya se ha visto, siempre lleva aparejada un mercado negro¡±.
Esclavos vietnamitas en las plantaciones ¡®indoor¡¯
Los organismos de seguridad europeos han alertado a las polic¨ªas de los pa¨ªses miembros de un nuevo fen¨®meno, consistente en que ciudadanos vietnamitas son empleados en condiciones de esclavitud ¡ªsin poder salir durante meses¡ª para vigilar y cuidar plantaciones de marihuana indoor dedicadas al gran tr¨¢fico internacional y promovidas por organizaciones y grupos criminales vinculados al crimen organizado transnacional.
En Espa?a fueron detenidas personas de esa nacionalidad en operaciones realizadas en Toledo, Segovia, Madrid y Zamora, por ejemplo.
La Guardia Civil elabor¨® en 2018 el primer informe de inteligencia relativo a la trata de seres humanos centrado en este aspecto. ¡°En un principio pueden perecer autores/colaboradores en el delito contra la salud p¨²blica, pero en realidad son v¨ªctimas de trata de seres humanos con fines de comisi¨®n de delito¡±, se?alan los informes internos policiales.
¡°Estas personas eran explotadas y permanec¨ªan en el interior de los inmuebles durante largos periodos de tiempo, llegando a abarcar el ciclo completo del cultivo, detect¨¢ndose c¨®mo solo una vez a la semana recib¨ªan visitas de miembros de la organizaci¨®n que les suministraban escasos alimentos¡±, describen los informes.
Los ¡°vigilantes¡± son personas captadas directamente en su pa¨ªs de origen o en Espa?a, principalmente de origen vietnamita o chinos de muy bajo estatus social. En muchos casos, el pago de la deuda adquirida con las mafias que los traen supone su libertad.
Los investigadores recuerdan el caso de los 39 vietnamitas ¡ª31 hombres y ocho mujeres¡ª hallados muertos en un cami¨®n frigor¨ªfico el pasado mes de octubre en un pol¨ªgono industrial cerca de Londres y apuntan como primera hip¨®tesis a que posiblemente iban a ser explotados en ese tipo de plantaciones.
En Madrid, en noviembre de 2018 la polic¨ªa detect¨® en el aeropuerto de Barajas la entrada de ciudadanos vietnamitas que se hac¨ªan pasar por menores no acompa?ados y que acababan esfum¨¢ndose del centro de menores de Hortaleza. En una sola de las investigaciones se constat¨® que una organizaci¨®n hab¨ªa logrado colar a m¨¢s de 700.
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