El ministro de Justicia afirma que las penas por sedici¨®n son ¡°inusitadamente altas¡±

El Gobierno lanz¨® este martes un mensaje con un enorme significado pol¨ªtico justo en la v¨ªspera de la primera reuni¨®n de la mesa de di¨¢logo con la Generalitat. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, afirm¨® este martes en el Senado que las penas por sedici¨®n ¡ªcargo por el que el Tribunal Supremo conden¨® a los l¨ªderes del proc¨¦s el pasado octubre¡ª son ¡°inusitadamente altas¡±. Campo se?al¨® que se trata de un delito ¡°decimon¨®nico¡±, cuyo origen se remonta a 1822, ¡°y como tal fue pensado para dar respuesta a una conducta propia de hace dos siglos¡±. Y no al desaf¨ªo independentista del 1-O. El exvicepresidente catal¨¢n Oriol Junqueras fue el l¨ªder del proc¨¦s que recibi¨® la mayor condena: 13 a?os por sedici¨®n y malversaci¨®n. Fernando de Rosa, del PP, tach¨® la reforma del C¨®digo Penal que atribuye al Gobierno de ¡°indulto encubierto¡± a los impulsores del proc¨¦s.

Frente a las penas de hasta 15 a?os en Espa?a, el ministro se?al¨® que Alemania elimin¨® el delito de tumulto o revuelta en 1970 y castiga con tres a?os los ¡°actos violentos realizados por una multitud contra las personas o cosas que pongan en peligro la seguridad p¨²blica¡±. En Francia, cuando la rebeli¨®n es armada la pena puede alcanzar los diez a?os.

¡°Hoy en d¨ªa, la pr¨¢ctica totalidad de la comunidad jur¨ªdica entiende que la vinculaci¨®n entre sedici¨®n y rebeli¨®n es un error¡±, asever¨® el ministro de Justicia, que record¨® que FAES, el laboratorio ideol¨®gico que preside Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, trat¨® de la necesidad de reformar el delito de sedici¨®n.

¡°Lo que ha ocurrido en Catalu?a responde a una situaci¨®n compleja y distinta a las vividas en el pasado. Por eso, es normal que los tipos penales preexistentes no se ajusten a esa realidad y su aplicaci¨®n genere problemas jur¨ªdicos y sociales. Sobre todo cuando estos tipos se han dise?ado pensando en l¨®gicas de otras ¨¦pocas, en amenazas que no se corresponden exactamente con lo que ha ocurrido¡±, argument¨® Campo.

La crispaci¨®n marc¨® la primera sesi¨®n de control a Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias en el Senado. El PP traslad¨® a la C¨¢mara alta la estrategia de confrontaci¨®n habitual en el Congreso frente al Ejecutivo de coalici¨®n. De nuevo con la pol¨¦mica reuni¨®n del ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos, con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodr¨ªguez, en el aeropuerto de Barajas como el principal asunto de fricci¨®n. La bancada del PP exigi¨® la dimisi¨®n de ambos. ¡°Si lo ¨²nico que se les ocurre es preguntar por Venezuela a este Gobierno me lo tomo como un cumplido, porque significa que lo estamos haciendo muy bien¡±, observ¨® S¨¢nchez.