De bailaor a cuidador, por su madre
El documental ¡®En mis zapatos¡¯ narra la historia de Paco Mora, un artista flamenco que abandon¨® su carrera para cuidar a su madre enferma de alzh¨¦imer
La historia de Carmen es una historia de p¨¦rdidas. Con ocho a?os perdi¨® a su madre y aquella desgracia trunc¨® su sue?o de ser bailarina. Su padre se enter¨® de que iba a clases de danza a escondidas y le oblig¨® a abandonarlas. Luego llegaron los rigores de la posguerra, un embarazo a los 15 a?os y el repudio familiar. La vida le oblig¨® a olvidarse de su sue?o para siempre. Ahora, los olvidos de Carmen son m¨¢s cotidianos. Ni siquiera reconoce su rostro ante el espejo, pero mantiene intacta su pasi¨®n por el baile. Hace seis a?os le diagnosticaron alzh¨¦imer. Tambi¨¦n hace seis a?os, su hijo, Paco Mora, decidi¨® abandonar su carrera de bailaor para cuidarla. Se le ocurri¨® que la m¨²sica podr¨ªa ayudarle a combatir la enfermedad y as¨ª fue como Carmen debut¨® sobre los escenarios. Pedro Morato narra su historia en el documental En mis zapatos.
¡°La pel¨ªcula cuenta la relaci¨®n materno-filial en una situaci¨®n l¨ªmite. Carmen es dependiente de su hijo, pero ¨¦l tambi¨¦n lo es emocionalmente de ella¡±, revela Morato. El realizador malague?o destaca la importancia de su trabajo porque no existe mucho cine que explique lo que esconde esta enfermedad neurodegenerativa. ¡°Nadie cuenta lo duro que es cuidar a un enfermo, la carga emocional que conlleva. Hay escenas alegres, pero tambi¨¦n existen muchos momentos dram¨¢ticos porque la situaci¨®n es complicada¡±. Morato conoci¨® la historia en B¨¦lgica, mientras grababa un v¨ªdeo promocional de un grupo flamenco del que formaba parte Paco. ¡°Descubr¨ª en redes sociales la labor que realizaba y me di cuenta de que eran unos personajes muy interesantes¡±, insiste. La cinta tiene una duraci¨®n de 62 minutos, se ha financiado gracias a un crowdfunding y acaba de ser inscrita en IDFA, el prestigioso festival de cine de ?msterdam.
La protagonista es Carmen, una malague?a de 89 a?os ingeniosa, deslenguada y tierna que posee una risa contagiosa. ¡°Mi madre siempre ha sido muy graciosa, pero ahora sin filtro resulta mucho m¨¢s¡±, reconoce Paco. As¨ª lo demuestran los v¨ªdeos que comparte en redes sociales y que les han convertido en una pareja muy popular. Comenz¨® a grabarlos para contar el lado oscuro de una enfermedad devastadora, no solo ps¨ªquica y f¨ªsicamente, tambi¨¦n emocionalmente. ¡°Esta es la enfermedad del cuidador¡±, reconoce Paco, de 47 a?os. Admite que le angustiaba la idea de hacerse cargo de su madre. Como era aut¨®noma, al principio continu¨® trabajando. Lo dejaba todo preparado y contrataba a una persona para que se hiciera cargo de ella. Sin embargo, cada vez que volv¨ªa de gira se encontraba un estropicio. Eso, unido a las dificultades para obtener ayudas a la dependencia terminaron por convencerle de colgar los zapatos.
¡°Las canciones permanecen¡±
El diagn¨®stico definitivo lleg¨® en 2014. La noticia supuso una luz de esperanza porque por fin pod¨ªa actuar contra la enfermedad. Tras una extensa carrera art¨ªstica, Paco decidi¨® formarse como cuidador, incluso consigui¨® un certificado de auxiliar sociosanitario. Su funci¨®n ahora es activar la mente de su madre con actividades sencillas, ubicarla f¨ªsica, temporal y emocionalmente. Pero no resulta f¨¢cil. ¡°El cuidador dice cosas que no debe porque tiene unos l¨ªmites. Esta pel¨ªcula muestra c¨®mo pierdo los nervios y c¨®mo me desenvuelvo en mi d¨ªa a d¨ªa. Lo ¨²nico que quer¨ªa era contar verdad, no mi drama personal¡±. Paco Mora reconoce que le ha resultado complicado dedicarse a su madre porque perdi¨® a sus dos hermanos y se ha comido solo toda la enfermedad. ¡°Unas veces me confunde con su marido, otras con su hermano¡ pero yo s¨¦ que soy importante para ella porque no se le cae mi nombre de la boca¡±.
El reto de mejorar la vida de su madre le llev¨® a realizar cursos de musicoterapia. Se dio cuenta de que pod¨ªa utilizar la m¨²sica con fines terap¨¦uticos. ¡°Cuando perdemos la memoria, las canciones de nuestra vida permanecen¡±. Las de Carmen, como toda su generaci¨®n, est¨¢n ligadas a la copla: Concha Piquer, Manolo Caracol, Miguel de Molina, Marif¨¦ de Triana y Antonio Molina. Son canciones ancladas en su memoria, tanto que a veces sorprende a su hijo arranc¨¢ndose con una letra que ni ¨¦l mismo conoce. En una de sus muchas conversaciones, su madre le confes¨® un desgarro que le persegu¨ªa desde hace d¨¦cadas: su frustraci¨®n por no haber podido ser bailarina porque su padre ¡°no criaba hija para puta¡±.

Aquella revelaci¨®n hizo que Paco ligara su labor de cuidador con la profesi¨®n a la que se hab¨ªa dedicado toda su vida. Ide¨® el espect¨¢culo Flamenco para recordar, que tiene como protagonista a su madre. Ir en silla de ruedas, sufrir par¨¢lisis en un brazo y tener las dos caderas rotas no impidi¨® que Carmen se subiera al escenario de Almendralejo el 21 de septiembre de 2017, con motivo del D¨ªa Internacional del Alzh¨¦imer. Aquella funci¨®n supuso su debut sobre los escenarios. Quer¨ªan demostrar a los familiares de otros enfermos que la p¨¦rdida de memoria no invalida para mantenerse activo. Como la obra fue muy aplaudida y toc¨® la fibra de los espectadores, decidieron seguir adelante con el espect¨¢culo, que ya se ha representado en numerosas ciudades espa?ola. De esta manera, Paco vuelve a calzarse los zapatos y su madre cumple su sue?o de ser bailarina en cada nueva representaci¨®n.
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