La joven que quer¨ªa ir a Marte y acab¨® muerta en el fondo de un barranco
En 2009, la polic¨ªa detuvo a una californiana con problemas mentales por no pagar en un restaurante. Meses despu¨¦s de que la hubieran liberado en plena noche, sin m¨®vil, dinero ni transporte para volver a casa, se encontr¨® su cad¨¢ver
El principio del fin de Mitrice Richardson empez¨® con una cuenta sin pagar en un restaurante de Malib¨² (California), donde hab¨ªa ido sola a cenar. 89 d¨®lares le hab¨ªan costado un c¨®ctel y un caro filete de ternera de Kobe (76 euros al cambio actual). Mitrice se levant¨® de su mesa. Sali¨® del local. Pero el gerente del establecimiento fue tras aquella joven negra de 24 a?os y le pidi¨® que volviera a entrar, que pagara. Ella no pod¨ªa. Que no llevaba dinero en met¨¢lico ni tarjetas, le dijo. Y tambi¨¦n le asegur¨® al personal que era de Marte.
El del restaurante no era el primer comportamiento extravagante de Mitrice. La hermana de Ronda Hampton, una ¨ªntima amiga suya en cuyo gabinete de psicolog¨ªa hab¨ªa hecho pr¨¢cticas la joven, asegur¨® tiempo despu¨¦s que le hab¨ªa dicho que iba a viajar al planeta rojo. Que conoc¨ªa a Michael Jackson, aunque el rey del pop ya estuviera muerto.
Este es el relato de una extra?a desaparici¨®n a partir de las investigaciones de dos medios: Los Angeles Times y Los Angeles Magazine, una recapitulaci¨®n del caso en Medium y un informe independiente del Condado de Los ?ngeles, de 2012.?
Mitrice Richardson se hab¨ªa graduado en Psicolog¨ªa en la Universidad del Estado de California en Fullerton. Ten¨ªa trabajo como asistente ejecutiva en una compa?¨ªa de transporte. A la vez, hab¨ªa superado unas pruebas para ser profesora sustituta y se hab¨ªa planteado tambi¨¦n trabajar como psic¨®loga tras estudiar esa carrera en la universidad. Adem¨¢s, se sacaba un dinero extra participando en concursos de reggae o bailando como gog¨® en un club frecuentado por lesbianas en Long Beach. Hab¨ªa salido del armario tiempo atr¨¢s.
Viv¨ªa con su bisabuela, pero pasaba noches en el interior de un Honda Civic atestado de prendas suyas de ropa, de peri¨®dicos viejos, productos de maquillaje y libros. Pero eso se supo avanzada ya la investigaci¨®n, como tambi¨¦n que, una vez revis¨® la polic¨ªa sus diarios, sus SMS y sus publicaciones en redes sociales, la profusi¨®n de mensajes a deshoras daba a entender que Mitrice, aquel 16 de septiembre de 2009, en el momento de cruzar la puerta del restaurante Geoffrey¡¯s y admirar sus fant¨¢sticas vistas sobre el Pac¨ªfico, llevaba cinco noches sin dormir.
Tras las extra?as palabras, el gerente del restaurante llam¨® a la polic¨ªa. Cuando aparecieron los agentes, le hicieron una prueba de alcohol. Negativa. De drogas. Negativa tambi¨¦n, aunque llevaba algo menos de una onza (28 gramos) de marihuana. Los camareros se ofrecieron a pagar la cuenta de aquella clienta tan err¨¢tica, pero la peque?a posesi¨®n de drogas era motivo suficiente para que los agentes se la llevasen arrestada a la comisar¨ªa de Malib¨²/Lost Hills, a unos 18 kil¨®metros del Geoffrey¡¯s. En su coche, que dejaron confiscado en el aparcamiento del restaurante, hab¨ªa un m¨®vil y una tarjeta bancaria de la joven. ?No les extra?¨® por qu¨¦ no hab¨ªa pagado?
La joven de Los ?ngeles se mostraba colaborativa, aunque algo nerviosa. El agente que se ocupaba del calabozo le hablaba de g¨®spel, pero ella prefer¨ªa hablar del karma. Su madre, Latice Sutton, habl¨® por tel¨¦fono con el ayudante del sheriff. Ten¨ªa a su cargo a otra hija, de 10 a?os, y no pod¨ªa dejarla sola a esas horas. Tendr¨ªa que llevarla en coche los m¨¢s de cien kil¨®metros que la separaban de la comisar¨ªa, ya bien entrada la noche, pero ir¨ªa si la soltaban de inmediato. ¡°Est¨¢ muy oscuro, [Mitrice] no tiene el coche [que se hab¨ªa quedado en el aparcamiento del restaurante]. La ¨²nica manera de que vaya y me la lleve es si la liberan esta noche. Ella no es de la zona y odiar¨ªa levantarme por la ma?ana escuchando la noticia de una chica perdida por ah¨ª con la cabeza cortada¡±, dijo al tel¨¦fono Sutton. Unas palabras literales que luego resultaron ser escalofriantemente premonitorias.
¡°No tiene usted que preocuparse por su seguridad [la de Mitrice]¡±, le respondi¨® el polic¨ªa a la madre al otro lado del hilo. ¡°Ay, me siento segura estando ella ah¨ª bajo custodia¡±, replic¨® ella. El agente le dijo que custodiar¨ªan a su hija hasta las cinco de la ma?ana.
Y cuando m¨¢s segura pod¨ªa estar aquella joven de comportamiento err¨¢tico, arrestada aunque bien vigilada por los agentes, decidieron ponerla en libertad. Mitrice se compromet¨ªa a comparecer ante el juzgado de Malib¨² un par de meses despu¨¦s. Pod¨ªa quedarse en la sala de espera de la comisar¨ªa hasta por la ma?ana, le ofreci¨® el polic¨ªa encargado del calabozo, pero Mitrice sali¨® a la calle en cuanto estuvo libre, unos minutos despu¨¦s de las doce y media de la noche. Sola y a 18 kil¨®metros de su coche, que tampoco pod¨ªa usar porque se lo hab¨ªan confiscado. A 65 kil¨®metros de su casa. Sin dinero ni tel¨¦fono. En una zona sin un alma a esas horas, ni un solo comercio abierto. En la oscuridad.
What is abundantly clear is that SOMEONE KNOWS what happened to Mitrice Richardson and that much is being hidden about...
Posted by Find Mitrice Richardson on Tuesday, October 13, 2020
Cuando la madre volvi¨® a llamar a la comisar¨ªa, Mitrice ya no estaba. Dijo que su hija estaba deprimida. Llor¨®. Pregunt¨® cu¨¢nto tiempo ten¨ªa que transcurrir para que pudiera poner una denuncia por su desaparici¨®n.
No se supo m¨¢s de ella en nueve meses de b¨²squedas cada vez m¨¢s desesperadas por la geograf¨ªa de la zona, con la cara agraciada de la joven, antigua concursante en cert¨¢menes de belleza, llenando la portada de People y tiempo de las tertulias de la televisi¨®n.
En agosto de 2010, unos guardas que buscaban plantaciones ilegales de mar¨ªa en lo hondo de un ca?¨®n encontraron unos restos humanos semimomificados y sin ropa. La cabeza estaba separada del tronco y bocabajo. Hab¨ªan peinado una zona de m¨¢s de 100 kil¨®metros cuadrados con cuadrillas de centenares de voluntarios, pero el cuerpo de Mitrice apareci¨® a solo tres kil¨®metros del ¨²ltimo sitio donde hab¨ªa sido vista por ¨²ltima vez.
De nada serv¨ªan ya los avisos que en los meses de b¨²squeda la ubicaban paseando por la costa, o por Hollywood, o bien en el interior, en Las Vegas, como dec¨ªa un antiguo compa?ero de instituto, como aseguraba su padre mismo. La ¨²nica comunicaci¨®n que se demostr¨® luego cierta fue la de un vecino que la misma noche de la desaparici¨®n hab¨ªa llamado a la polic¨ªa porque una joven ¡ªnegra, delgada y con el pelo a lo afro¡ª estaba en su patio en torno a las seis de la ma?ana. Le hab¨ªa dicho al propietario que solo estaba descansando. Al poco, aquella chica se esfum¨®.
Poco despu¨¦s de aparecer los restos en un cauce seco, una zona agreste donde es m¨¢s probable que merodeen los coyotes que los seres humanos, se confirm¨® que el cuerpo era el de Mitrice Richardson. La familia dej¨® all¨ª unas flores de pl¨¢stico de colores y unas notas escritas para recordarla.
?Qu¨¦ le hab¨ªa pasado a la joven para terminar as¨ª? ?Por qu¨¦ la polic¨ªa no la retuvo o encarg¨® una valoraci¨®n psiqui¨¢trica, como le permit¨ªa la legislaci¨®n, siendo tan obvias las se?ales de que pod¨ªa padecer problemas mentales? ?Por qu¨¦ no la acompa?aron a alg¨²n lugar tras liberarla, como s¨ª hab¨ªan hecho con Mel Gibson unos a?os antes, en la misma comisar¨ªa, cuando lo detuvieron borracho?
Todas estas preguntas se las hac¨ªa la familia, que consideraba que hab¨ªa habido negligencia por parte de la polic¨ªa. No solo al dejarla libre a deshoras y desamparada, sino tambi¨¦n tras encontrarse sus restos. ?Por qu¨¦ la polic¨ªa tard¨® en avisar al forense una hora y media tras el hallazgo, a pesar de estar obligados a hacerlo tan pronto como encontrasen restos humanos? ?Por qu¨¦ tardaron siete horas en trasladarlo en helic¨®ptero hasta el lugar de los hechos, si no hab¨ªan tenido problemas en llevar r¨¢pidamente a otros agentes del cuerpo por el mismo medio tan pronto avisaron al forense? ?Y por qu¨¦ el relato de un teniente de la polic¨ªa apuntaba que la cabeza de la joven estaba unida al cuerpo, si en otro relato anterior se afirmaba que la calavera estaba separada?
Varias prendas de la joven aparecieron inexplicablemente a 200 metros de su cad¨¢ver, que adem¨¢s estaba semimomificado, cuando el entorno natural no propiciaba ese fen¨®meno. No ayudaba a esclarecer el papel de la polic¨ªa el hecho de que los agentes empaquetaran parte de los restos y se los llevasen a la comisar¨ªa antes de que apareciera el forense para estudiar la escena, aunque sosten¨ªan que hab¨ªan recibido la autorizaci¨®n del t¨¦cnico, algo que ¨¦l negaba.
Ya en el laboratorio, el experto forense que analiz¨® no encontr¨® signos traum¨¢ticos en el cuerpo y no pudo identificar la causa de la muerte, pero descart¨® que fuera un homicidio. ¡°Los agentes actuaron correctamente¡±, se?al¨® el portavoz de la polic¨ªa, el sheriff Lee Baca, en una comparecencia p¨²blica. Con una coletilla: ¡°Correctamente no significa que no pudi¨¦ramos haber hecho algo m¨¢s¡±.
?Si no era un crimen, cu¨¢l hab¨ªa sido la causa de la muerte? Varios agentes apuntaron la posibilidad de un shock anafil¨¢ctico por contacto con el roble venenoso del Pac¨ªfico, que abunda en la zona, o por la picadura de una serpiente de cascabel. Ninguno de esos extremos pudo comprobarse emp¨ªricamente.
Un v¨ªdeo de las c¨¢maras de la comisar¨ªa al que los familiares de la joven tuvieron acceso mucho tiempo despu¨¦s mostraba un detalle que les resultaba extra?o. Unos dos minutos despu¨¦s de que la joven saliera a la calle, un agente abandonaba las instalaciones en la misma direcci¨®n. Que la polic¨ªa hubiera obviado ese hecho en su narraci¨®n de los sucesos les escam¨® a¨²n m¨¢s, como tambi¨¦n que la grabaci¨®n estuviera editada y con varios fragmentos eliminados.
La fiscal general de California, Kamala Harris, actual candidata dem¨®crata a la vicepresidencia de EE UU, emprendi¨® una investigaci¨®n en 2016 que concluy¨® casi un a?o despu¨¦s sin que de ella derivasen cargos contra nadie. Pero un punto del texto de resoluci¨®n irrit¨® especialmente a Ronda Hampton, la fiel amiga para la que Mitrice trabaj¨® como becaria, que hab¨ªa remitido un dosier de 500 p¨¢ginas en 2015 para que el Estado de California investigase las circunstancias de la desaparici¨®n y la muerte: ¡°Lo m¨¢s desconcertante no es solo el hecho de que no hubiera pruebas suficientes para respaldar un proceso legal, sino que, aunque las hubiera habido, jam¨¢s habr¨ªa tenido lugar un proceso porque la cuesti¨®n hab¨ªa prescrito en 2014¡±, se?al¨® indignada Hampton.
Los padres, separados, presentaron tras encontrarse el cuerpo varias demandas por negligencia al Condado de Los ?ngeles y llegaron a un acuerdo prejudicial por el que en 2011 recibieron una indemnizaci¨®n de 450.000 d¨®lares (384.000 euros al cambio actual) cada uno. No han dejado de pedir que el caso se reabra por la v¨ªa penal y llegue a juicio, al igual que ha hecho Ronda Hampton. Ca¨ªda ya la web www.findmitrice.com donde la familia y los amigos hab¨ªan ido subiendo las grabaciones de la madre a la polic¨ªa y otros indicios que consideraban probatorios de negligencias, Hampton mantiene una p¨¢gina en Facebook dedicada a la joven sigue pregunt¨¢ndose qu¨¦ pas¨®. Este a?o ha vuelto a pedir la grabaci¨®n completa de las c¨¢maras de la comisar¨ªa, sin ¨¦xito. ¡°Las mentiras, encubrimientos y errores apuntan al hecho de que alguien quiere que su caso siga sin resolverse. Si sabes algo, dilo¡±, reza la ¨²ltima publicaci¨®n, del pasado d¨ªa 13.
¡°La desaparici¨®n y la muerte de Mitrice Richardson fue y sigue siendo una tragedia¡±, conclu¨ªa el informe independiente encargado por el Condado de Los ?ngeles de 2012. Una tragedia de la que solo se conoce la protagonista y no el autor, qu¨¦ o qui¨¦n mat¨® a aquella joven que quer¨ªa ir a Marte porque dec¨ªa que era de all¨ª.
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