La revoluci¨®n y el peligro del internet de las cosas

Los avances tecnol¨®gicos siempre han tenido un ritmo r¨¢pido. La evoluci¨®n de los dispositivos m¨®viles, c¨¢maras y ordenadores son buenos ejemplos de ello. Sin embargo, el crecimiento del IoT supera cualquier gr¨¢fica de crecimiento. En la actualidad nos encontramos con un punto y a parte en este ¨¢mbito que ya forma parte del d¨ªa a d¨ªa de gran parte de la ciudadan¨ªa. La inversi¨®n mundial en hardware, software, servicios y conectividad respecto al Internet de las Cosas lleg¨® a los 737.000 millones de d¨®lares y para el a?o 2020 se estima que alcanzar¨¢n los 1.2 billones de euros. En Espa?a este a?o se prev¨¦ una inversi¨®n de 10.500 millones de euros, cantidad que casi se duplicar¨¢ en el a?o 2020, siendo de 23.000 millones.

Esta cuant¨ªa econ¨®mica debe traducirse en dispositivos conectados para entender la enorme progresi¨®n. Teniendo como referencia tambi¨¦n el a?o 2020 se prev¨¦ un crecimiento del 250%, es decir, una media de 30 millones de nuevos dispositivos conectados cada semana, en total ser¨¢n casi 20.800 millones de terminales. Hay que tener en cuenta que el 18% de las empresas espa?olas ya cuentan con plataformas de Internet de las Cosas y s¨®lo durante 2017 se calcula que destinar¨¢n 13.500 millones de euros a esta tecnolog¨ªa, por lo que gran cantidad de aparatos se encontrar¨¢n dentro del ¨¢mbito profesional.

No obstante, este aumento viene ligado al auge de ciberataques. Algo que deben tener muy en cuenta, sobre todo, las empresas que almacenan datos relevantes ya que estos pueden tener gran valor para su venta en la Deep Web o para chantajear a la c¨²pula directiva. No hay que olvidar que todo tipo de compa?¨ªas son susceptibles de sufrir un robo de datos o secuestro de sus equipos.

Actualmente el sector que m¨¢s se ha adaptado a la conexi¨®n del internet de las cosas es el del transporte y por tanto pasa a ser uno de los m¨¢s vulnerables. El resto de dispositivos conectados a este tipo de red se encontrar¨¢ en el ¨¢mbito particular, ya que cada vez m¨¢s, el usuario individual adquiere m¨¢s aparatos conectados a Internet de la Cosas: smartwatch, Smart Band, Smart tv, todo tipo de electrodom¨¦sticos y casas con tecnolog¨ªa dom¨®tica.

Estos dispositivos, en el plano personal almacenan cantidad de datos como registros m¨¦dicos, deportivos o escolares, sensores de actividad f¨ªsica, descanso, alimentaci¨®n, agenda familiar, etc. Por tanto, rutinas, horarios y ubicaciones y recorridos, claves, cuentas bancarias, registros de compra, documentos y fotograf¨ªas subidos a la nube, en definitiva, informaci¨®n de todo tipo susceptible de ser hackeada; lo que puede convertirse en una herramienta que puede ser utilizada para atacar a una persona, chantajearla o ser una puerta de acceso a sus cuentas y vida privada.

La tecnolog¨ªa IoT a nivel profesional automatiza procesos diarios, reduce costes operacionales y mejora la experiencia del cliente cumpliendo y satisfaciendo sus expectativas. Aunque tambi¨¦n se ha encontrado con barreras como la desconfianza en la protecci¨®n de los activos almacenados en las plataformas digitales, las cuestiones de privacidad y la posibilidad de que puedan interceptar sus archivos o espiar sus movimientos, este tipo de tecnolog¨ªa ha tenido de forma paralela un enorme crecimiento a nivel de ciberseguridad para solventar las necesidades mencionadas. De todas las empresas que cuentan con este tipo de tecnolog¨ªa, el 69% de las mismas ya adoptan estrategias espec¨ªficas de ciberseguridad para proteger sus archivos digitales. Una t¨¢ctica que puede ahorrar grandes costes a las empresas.

Luis Ojeda, director de desarrollo de negocio de Always On