N¨®madas digitales: trabajar desde el para¨ªso tambi¨¦n es duro
Viajar por el mundo (y trabajar al mismo tiempo) no es tan genial como se ha vendido
La digitalizaci¨®n del trabajo ha abierto un mundo de posibilidades a los viajeros. Si hace un siglo los artistas y los escritores eran de los pocos que pod¨ªan permitirse trabajar desde el pa¨ªs que quisieran, la expansi¨®n de internet, la sofisticaci¨®n de las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n y la inform¨¢tica han permitido que cada vez m¨¢s tareas se puedan realizar de forma remota. Y eso, a su vez, ha propiciado el surgimiento de una nueva categor¨ªa de profesional, cuyo estilo de vida es radicalmente distinto al de la mayor¨ªa: el n¨®mada digital. Son envidiados porque recorren el mundo durante a?os, estableciendo la residencia de forma temporal all¨ª donde prefieren. Entran en contacto con distintas culturas; visitan lugares m¨¢gicos. Y trabajan, claro, pero nunca desde una oficina.
Pero el nomadismo tambi¨¦n tiene su lado oscuro. ¡°Ante todo, ser n¨®mada digital requiere much¨ªsima organizaci¨®n¡±, explica Antonio G. Romero desde Chiang Mai, Tailandia. ¡°Hay que estar pendiente de tener buena conexi¨®n a internet, lo que no es sencillo en algunos pa¨ªses. Cuando hago alguna consultor¨ªa me aseguro de tener tres wifis disponibles por si se cae alguno¡±. Este arquitecto de 29 a?os lleva m¨¢s de 400 d¨ªas dando la vuelta al mundo con su novia Cris. Por el momento han recorrido Europa, Oriente Medio y parte de Asia, donde todav¨ªa planean quedarse otro a?o m¨¢s. ¡°Entre 2019 y 2020 estaremos en ?frica, y para 2021 habremos llegado a Am¨¦rica¡±, ilustra. Ha logrado su sue?o de viajar sin parar gracias a su blog Inteligencia Viajera, en el que ense?a c¨®mo ¡°ganar dinero mientras viajas¡±. En su caso, se las ingenia para trabajar solo dos d¨ªas a la semana, aunque reconoce que todos los d¨ªas responde emails y est¨¢ pendiente del tel¨¦fono. De eso no se escapa nadie, por lejos que se vaya.
¡°Uno de los mayores problemas de mi modo de vida es encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo y el ocio¡±, dice Sigbj?rn Hovda. Este noruego de 32 a?os dej¨® un c¨®modo trabajo en el sector financiero para dedicarse a la traducci¨®n. Ha vivido en varios pa¨ªses, primero con su novia y, desde que lo dejaron hace dos meses, ¨¦l solo. De recorrido por Espa?a, ha estado una temporada en M¨¢laga y estos d¨ªas se encuentra en Madrid, de donde dar¨¢ el salto a Portugal. Disfruta visitando lugares nuevos, pero no consigue quitarse de la cabeza sus deberes laborales. Estar disponible en el huso horario del cliente tambi¨¦n puede suponer un quebradero de cabeza y hasta desbaratar cualquier plan tur¨ªstico.
- Soledad y desarraigo
Quienes llevan m¨¢s tiempo embarcados en el nomadismo digital le encuentran otros defectos. La soledad es el m¨¢s repetido. ¡°Por muy sociable que seas, al final est¨¢s solo. Puedes conocer gente, pero siempre de forma temporal. Tampoco ves mucho a tu familia y amigos¡±, apunta Massimiliano Sartoretto, un desarrollador web de 25 a?os que lleva dos conociendo mundo mientras trabaja de forma remota para una startup de San Francisco y otra italiana. Dejando los sentimientos al margen, vivir por su cuenta tiene otros inconvenientes. ¡°Como empec¨¦ a trabajar a la vez que viajaba, nunca tuve un desarrollador senior al lado que me ayudara a resolver dudas¡±, expone. El lado positivo de ser autodidacta por la fuerza es que considera que le ha ayudado a madurar profesionalmente; el negativo, que ha pasado muy malos ratos por el camino.
Massimiliano, como tantos otros en su situaci¨®n, recurre a los coworkings no solo para relacionarse con gente, sino para rodearse de otros desarrolladores con los que intercambiar experiencias. Ahora mismo est¨¢ en Las Palmas, donde tiene pensado pasar unos seis meses (¡°Hay gente que cambia de pa¨ªs cada dos o tres semanas, a m¨ª eso me estresa¡±). CoworkingC, el espacio en el que trabaja, tambi¨¦n ofrece la posibilidad de alojamiento (coworking y coliving). ¡°Organizamos muchas actividades para que nuestros hu¨¦spedes se relacionen y entren en contacto con la isla. Lo valoran mucho¡±, explica Nacho Rodr¨ªguez, consejero delegado de CoworkingC.
- Carrera profesional
?Y qu¨¦ hay de la carrera profesional? ?Convertirse en n¨®mada digital permite progresar? Cada caso es un mundo. Para la neoyorquina Sarah Marie Funk, de 27 a?os, haber dejado su trabajo en Disney para montar su propia empresa (un blog de viajes) ha sido un paso hacia adelante. ¡°Estoy aprendiendo poco a poco lo que significa ser tu propio jefe. Est¨¢ siendo una experiencia muy enriquecedora, aunque echo de menos la seguridad de ingresar un sueldo todos los meses¡±, explica por email.
Sigbj?rn lo ve de otra manera. ¡°Trabajar como freelance es estimulante, pero no estoy seguro de que sea sencillo reincorporarme al sector financiero despu¨¦s de haber pasado un tiempo considerable fuera del radar. Ahora mismo no me importa, pero no s¨¦ qu¨¦ pensar¨¦ de aqu¨ª a un tiempo¡±, reflexiona.
- Familia n¨®mada
Los eslovacos Peter Szinek y Marianna K¨¦nesy tienen dos hijas, una de cinco a?os y otra de 10. La mayor ten¨ªa a?o y medio cuando se mudaron a la India y seis cuando decidieron cambiar de residencia regularmente. La peque?a no ha conocido la vida sedentaria. ¡°Ha vivido m¨¢s tiempo en Asia que en Europa. Para ella es normal llamar hogar a nuestro piso de turno de Airbnb y hablar distintos idiomas¡±, apunta su padre, ingeniero inform¨¢tico. Actualmente desarrolla software para dos compa?¨ªas. De eso viven los cuatro: Marianna, economista experta en fiscalidad, se ocupa de cuidar y educar a las ni?as, aunque tambi¨¦n saca tiempo para hacer consultor¨ªas.
Los desaf¨ªos a los que se enfrenta esta familia n¨®mada son m¨²ltiples. Para empezar, su frenes¨ª viajero se ha ido enfriando. ¡°Como tenemos que respetar los cursos escolares, pasamos casi un a?o en cada destino¡±, dice Marianna. Algunos familiares y amigos no comprenden su estilo de vida, que consideran irresponsable para con sus hijas. Y luego est¨¢ la mara?a burocr¨¢tica que comporta ser un n¨®mada digital con hijos. ¡°Algunos gobiernos nos ven como una especie de mezcla de turistas, vagabundos, mochileros y ovejas descarriadas m¨¢s que como profesionales independientes¡±, espeta Peter. Conseguir visados, mantener una residencia fiscal para no tener que ir cambiando continuamente o hasta lograr plaza en las escuelas pueden ser tareas agotadoras en seg¨²n qu¨¦ pa¨ªses.
- Algunos problemas, pero¡
¡°Creo que nuestro estilo de vida est¨¢ muy idealizado. Pero la realidad es que no es sencillo vivir as¨ª. Soportamos tanto estr¨¦s laboral o m¨¢s que quienes trabajan en una oficina¡±, dice Massimiliano. La diferencia es que, mientras el com¨²n de los mortales al salir de la oficina toma un tren o un autob¨²s, cuando ¨¦l apaga el ordenador, se levanta, anda unos metros y se da un chapuz¨®n en la playa.
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