Empresas y profesionales urgen a avanzar en la digitalizaci¨®n de la sanidad
Expertos y directivos del sector p¨²blico reclaman un cambio de mentalidad ante a las nuevas tecnolog¨ªas, cuyo desconocimiento frena avances en la atenci¨®n
La tecnolog¨ªa est¨¢ preparada, el sistema no. Es una de las conclusiones de dos recientes informes sobre salud. Uno -realizado, eso s¨ª, por una empresa de tecnolog¨ªa- el estudio Future Health Index de Philips. El otro -realizado por un think tank bancario- la publicaci¨®n Salud Digital de Fundaci¨®n Innovaci¨®n Bankinter.
De los 19 pa¨ªses encuestados para el Future Health Index de Philips, Espa?a es uno de los que m¨¢s valora su sistema sanitario
La cuesti¨®n es el por qu¨¦, y parece estar tambi¨¦n claro, seg¨²n los documentos: el ¡°desconocimiento y analfabetismo digital a¨²n presente en el conjunto de profesionales¡±, se?alan los expertos consultados por la empresa holandesa. El problema se da tambi¨¦n entre la poblaci¨®n general: solo una de cada cuatro personas afirma tener conocimientos en nuevas tecnolog¨ªas, aunque un 50% las usar¨ªa si se lo recomendase un m¨¦dico. Al menos, eso es lo que dicen estas encuestas.
Otras voces, sin embargo, recomiendan cautela en el proceso de digitalizaci¨®n de la sanidad ante, por ejemplo, los recientes ataques cibern¨¦ticos sobre el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido, que oblig¨® a cancelar cientos de operaciones y dej¨® inutilizados servicios como los rayos x.?
Pero, aun tom¨¢ndola con cautela, seg¨²n los expertos sobran motivos para digitalizar la sanidad. ?Cu¨¢les? El an¨¢lisis de Fundaci¨®n Innovaci¨®n Bankinter se?ala que aportar¨ªa una mejora de la atencio?n mi?nima esta?ndar, el acceso remoto a servicios sanitarios, una mayor conciencia de su salud y autocuidados y m¨¢s satisfacci¨®n del paciente. En el marco de la atencio?n medica, permitir¨ªa un continuo cuidado de la salud y una atencio?n personalizada, la deteccio?n precoz y diagno?sticos m¨¢s precisos y reducir¨ªa los errores me?dicos. Y para el sistema sanitario supone una reducci¨®n de costes y una mayor eficiencia.
A los obst¨¢culos de la digitalizaci¨®n de la salud se suma -junto con el analfabetismo digital- la barrera cultural tecnol¨®gica, que los expertos describen como ¡°la falta de predisposici¨®n por parte de algunos gestores sanitarios a la hora de introducir cambios tecnol¨®gicos, adem¨¢s de una cierta reticencia en el sector hacia los cambios culturales¡±. M¨¢s que a una falta de recursos, aluden a una escasa preparaci¨®n de los profesionales para introducir nuevos procesos que pueden cambiar completamente su forma de trabajar.
En algunos casos, como en el del big data, tambi¨¦n ¡°faltan mecanismos para gestionar los datos generados de manera segura y eficiente¡±, se?ala el informe. Sucede algo parecido con la secuenciaci¨®n de ADN, ¡°que generar¨¢ unas grandes cantidades de informaci¨®n que requerir¨¢n servicios de almacenaje y gesti¨®n mucho m¨¢s sofisticados que los que existen hoy en d¨ªa en el sistema¡±.
Durante el evento de presentaci¨®n del ¨ªndice de Philips en Madrid, organizado en colaboraci¨®n con Opinno e Impact Hub, varios profesionales ligados al sector de la salud aludieron a estos escollos. ¡°No es un problema de tecnolog¨ªa sino de organizaci¨®n¡±, se?al¨® Ignacio Medrano, cofundador de Savana, una compa?¨ªa de big data e inteligencia artificial aplicada a la salud. ¡°Como el sistema est¨¢ maduro, le cuesta avanzar. Por no haber entendido bien el mundo de la salud digital podemos perder nuestra hegemon¨ªa¡±, asegura.
De los 19 pa¨ªses encuestados para el Future Health Index de Philips, Espa?a es uno de los que m¨¢s valora su sistema sanitario. ¡°No podemos estar todos en transici¨®n y que el sistema siga siendo est¨¢tico, que no avance a la misma velocidad que nosotros¡±, se?ala Sara P¨¦rez, representante de la Academia Europea de Pacientes EUPATI. Medrano hace una puntualizaci¨®n relevante: ¡°En tecnolog¨ªa, las cosas no tienen que ser perfectas, solo mejor de lo que ten¨ªamos antes; tendemos a pedirles perfecci¨®n en lugar de compararlas con el est¨¢ndar anterior. Lo importante no es cu¨¢nto falla la m¨¢quina, sino cu¨¢nto falla el humano y si esta lo mejora¡±.
- Cambio de modelo
Joan Bigorra, director de Innovaci¨®n del Hospital Cl¨ªnico de Barcelona, cree que -ante las reticencias culturales a innovar- hace falta un liderazgo fuerte. ?Por d¨®nde empezar? Bigorra sostiene que hay que iniciar un proceso de cambio antes de pensar siquiera qu¨¦ innovaciones impulsamos. ¡°No se puede innovar mucho en big data si no hacemos primero una aproximaci¨®n al paciente, por ejemplo, para que ceda sus datos y sea m¨¢s participativo. Lo importante no es el tipo de tecnolog¨ªa que vamos a adoptar, sino hacia d¨®nde vamos¡±.
Tanto Bigorra como Medrano apuntan a un cambio de modelo en el que el rol de los profesionales ya no ser¨¢ el mismo y se les remunerar¨¢ por otras actividades. Proyectan la visi¨®n de internistas que se dedicar¨¢n a dise?ar mejores algoritmos o cirujanos cuya funci¨®n ser¨¢ dise?ar mejores robots. En cuanto a si la tecnolog¨ªa sustituir¨¢ a los m¨¦dicos, la respuesta de Bigorra es rotunda: ¡°El m¨¦dico va a ser m¨¢s necesario que nunca para aprovechar las inmensas posibilidades que esta ofrece¡±.
Para llegar hasta ah¨ª es necesario superar los obst¨¢culos se?alados, y otro adicional: la falta de integraci¨®n de los sistemas de salud, que permitir¨ªa ¡°ofrecer servicios m¨¢s personalizados, de manera m¨¢s l¨®gica y eficiente¡±. Esta integraci¨®n es a¨²n pobre: de un 28,9%, seg¨²n el estudio. Para avanzar, seg¨²n los expertos, hay que priorizar las tecnolog¨ªas menos intrusivas y con mayor equilibrio entre coste y beneficio, fomentar el rol m¨¢s activo de los pacientes informados y dar un papel m¨¢s relevante al hogar como lugar de centro de cuidados.
Tambi¨¦n hacen falta, de acuerdo con el informe de Philips, inversi¨®n y protocolos, por ejemplo, para gestionar los datos m¨¦dicos privados, dificultadas ambas por la complejidad asociada a la descentralizaci¨®n de los servicios por Comunidades Aut¨®nomas.
- Destrucci¨®n creativa
El an¨¢lisis parece claro: el sistema como freno a una tecnolog¨ªa que ya est¨¢ lista, la presencia de barreras para su implantaci¨®n ¨Cen especial el analfabetismo digital- y para facilitar a los profesionales de la salud apoyarse en los avances tecnol¨®gicos, y la necesidad de un cambio de mentalidad que ponga al paciente como centro y permita el desarrollo de una medicina personalizada. ?C¨®mo abordar el cambio? En opini¨®n de Julio Mayol, cirujano y director M¨¦dico y de Innovaci¨®n del Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, es necesario aplicar el concepto econ¨®mico de destrucci¨®n creativa a la sanidad.
Para Mayol ¨Ccuya visi¨®n recoge Lorena Carrillo, autora de la publicaci¨®n de Bankinter- la innovaci¨®n tecnol¨®gica sin una reorganizaci¨®n del sistema no lleva realmente a beneficios y debe ser ejecutada en base a tres ejes: innovaci¨®n del modelo de negocio, tecnol¨®gica y social. Seg¨²n el experto, hasta el momento las soluciones propuestas e implementadas han sido: proporcionar una menor cantidad de servicios -o de menor calidad-, o aumentar su precio, adem¨¢s de recurrir al voluntariado, externalizar la gesti¨®n o la provisi¨®n o aumentar la productividad mediante tecnolog¨ªa. Sin embargo ¨Capunta Mayol- la implantaci¨®n de todas estas medidas no ha generado resultados eficientes que puedan solucionar los problemas de nuestro tiempo.
¡°Si no cambiamos co?mo trabajamos y co?mo vemos los problemas, resulta imposible que utilicemos un nuevo modelo de negocio o una nueva tecnolog¨ªa¡±, afirma Mayol. ¡°Destruyamos creativamente el modelo de servicios sanitarios para reconstruirlo y hacerlo mejor¡±, concluye.
Avatares e inteligencias cognitivas
Los expertos reunidos por el think tank de Fundaci¨®n Innovaci¨®n Bankinter avanzan algunas tecnolog¨ªas emergentes de utilidad en el campo de la salud, que pueden incluso cambiar las reglas del juego. Destaca entre ellas Watson, una plataforma tecnol¨®gica inteligente -desarrollada por IBM- que entiende el lenguaje natural y aprende de su interacci¨®n con las personas y con su propio entorno, capaz de leer un mill¨®n de libros por segundo. Y quien dice libros dice estudios cient¨ªficos, informes m¨¦dicos y todo tipo de documentos.
Elisa Mart¨ªn -directora de Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n de IBM Espa?a, Portugal, Grecia e Israel- explica a EL PA?S RETINA que, gracias a estas habilidades, Watson puede seleccionar el tratamiento m¨¦dico m¨¢s adecuado para cada paciente a partir de la informaci¨®n y el conocimiento que le proporcionan las personas y su propio entrenamiento. Lo hace tras analizar toda la literatura cient¨ªfica disponible para cada enfermedad y sus particularidades espec¨ªficas y, hasta el momento, con mucho ¨¦xito. En pruebas con pacientes de c¨¢ncer en diferentes hospitales ha demostrado ser tan eficaz como los m¨¦dicos para hacer recomendaciones de tratamiento e incluso de proporcionar mejores opciones para determinados pacientes.
Los avatares digitales son otra de las tecnolog¨ªas destacadas por la publicaci¨®n de Fundaci¨®n Innovaci¨®n Bankinter. Se trata de representaciones gr¨¢ficas y tridimensionales de salud de los pacientes. Seg¨²n el cient¨ªfico, empresario y directivo de la empresa Genome.One Russell Howard, estos son un eficiente elemento motivador del cambio de comportamiento. Por ejemplo, la proyecci¨®n -sobre su propio avatar- de los efectos del tabaco en un fumador le permite visualizar su cuerpo dentro de cinco anos y analizar las consecuencias para su salud en un futuro pr¨®ximo, si contin¨²a fumando.
La eficacia de las terapias digitales frente a las tradicionales es otro elemento a destacar. Joseph Kvedar, cient¨ªfico y vicepresidente de Partners HealthCare Connected Health, ha comprobado que las primeras pueden ser, como m¨ªnimo, tan efectivas como las segundas. Para ello realiz¨® un estudio piloto con un grupo de pacientes con diabetes tipo 2. El reto fue cambiar el comportamiento de estos pacientes respecto a su enfermedad sin necesidad de intervenci¨®n humana. Se dise?¨® un motor anal¨ªtico implantado en una plataforma que enviaba cada d¨ªa un mensaje de texto personalizado al m¨®vil de los pacientes. Los participantes -se?ala la publicaci¨®n- mejoraron su resultado en diabetes en una cantidad equivalente al tratamiento est¨¢ndar que se receta habitualmente en consulta.
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