La falacia de la multitarea: no eres capaz de usar el iPhone y hablar a la vez
La sola presencia del m¨®vil sobre la mesa nos resta capacidades cognitivas. Porque es falso que nuestro cerebro sea capaz de hacer dos cosas a la vez
Te sientas a la mesa, pones tu Iphone bocabajo y te repites mentalmente que te vas a concentrar en la conversaci¨®n con tu amigo y no lo vas a consultar a no ser que haya algo importante que requiera que lo cojas.?
Es probable que el tel¨¦fono no suene. Pero, aun as¨ª, no dejas de encenderlo y apagarlo para consultar likes, correos electr¨®nicos o whatsapps casi instintivamente en cada silencio, cada pensamiento que pueda provocar ansiedad. El m¨®vil est¨¢ ah¨ª, a tu lado, y solo su presencia te est¨¢ restando capacidades cognitivas como la percepci¨®n, el razonamiento, la memoria, la atenci¨®n, o la comprensi¨®n y soluci¨®n de problemas.
Es decir, en realidad no eres tan capaz de atender el m¨®vil mientras est¨¢s en una reuni¨®n. Ni puedes participar en una conversaci¨®n y chatear a la vez con ese amante que tienes lejos. O hablar por tel¨¦fono y leer un informe. Ni ninguna otra cosa. As¨ª lo asegura un reciente estudio publicado por la Universidad de Chicago. Cuatro cient¨ªficos (sus nombres son Adrian F. Ward, Kristen Duke, Ayelet Gneezy?y Maarten W. Bos) llevaron a cabo dos experimentos que demostraron que la mera presencia de este aparato resta capacidades incluso a aquellas personas que parecen lograr mantener su atenci¨®n y evitan tocar sus terminales. Este coste cognitivo, evidentemente, es mayor para aquellos que tengan m¨¢s dependencia de los m¨®viles. El test, eso s¨ª, no ha sido replicado por otros cient¨ªficos, algo que recomiendan para mayor fiabilidad de los resultados.
Brevemente, el estudio se dividi¨® en dos fases. Se hizo una prueba psicol¨®gica de memoria y atenci¨®n a 500 estudiantes. En el primero, a algunos se les pidi¨® que pusiesen el m¨®vil en silencio y sin vibraci¨®n. Lo pod¨ªan tener en la mochila o en el pupitre. A los segundos se les pidi¨® que dejasen sus posesiones (tel¨¦fono incluido) fuera de la sala. En el segundo examen, los estudiantes pod¨ªan tener el tel¨¦fono en el mismo sitio que en el primer test, pero a algunos de ellos se les pidi¨® que los apagasen. Los resultados, huelga decir, fueron mejores en aquellos casos en lo que el m¨®vil se qued¨® fuera de la sala. A los propietarios, el test les pareci¨® m¨¢s f¨¢cil cuando los tel¨¦fonos estaban lejos.
Dado el desajuste cr¨®nico que existe entre la abundancia de informaci¨®n medioambiental y nuestra limitada capacidad de procesarla, es importante que las personas sean selectivas a la hora de dedicar sus recursos atencionales.¡± Adrian Ward, cient¨ªfico
¡°Dado el desajuste cr¨®nico que existe entre la abundancia de informaci¨®n medioambiental y nuestra limitada capacidad de procesarla, es importante que las personas sean selectivas a la hora de dedicar los recursos?que pueden destinar a prestar atenci¨®n¡±, aseguran los cient¨ªficos en las conclusiones.Uno de estos autores, Adrian Ward, explic¨® recientemente a The Atlantic?que dado que tenemos una atenci¨®n limitada, algunas de ellas se imponen a otras. As¨ª, solo unas pocas cosas (como el nombre de uno) tienen importancia m¨¢xima en cada momento. Los tel¨¦fonos tambi¨¦n ocupan ese lugar privilegiado. Dado que estos aparatos se han convertido en el producto de consumo m¨¢s extendido de planeta, es probable que cuando estemos haciendo cosas de menor importancia el tel¨¦fono se cuele una y otra vez entremedias.
Es m¨¢s, esta resta de capacidades cognitivas es igualmente aplicable a otros dispositivos igual de atractivos, como la TV. De hecho, sostiene Daniel Oppenheimer, profesor en la Universidad de California Los Angeles, para lograr mayor retentiva es mejor tomar apuntes a mano, con un bol¨ªgrafo, y no hacerlo con un ordenador.
La multitarea no existe
Este estudio, adem¨¢s, desmiente a muchos de los que nos rodean: quiz¨¢s seas una de esas personas que piensan que est¨¢n hechas para la multitarea, que creen que pueden con dos (o tres) cosas a la vez. Es falso: eso que los anglosajones llaman multitasking? es, en realidad, una falacia. Que no existe, vamos.
El cerebro lo que comienza a hacer es saltar sin parar de una tarea a otra, como cuando te llaman por tel¨¦fono y, a la vez, est¨¢s mirando algo en la pantalla del ordenador: a veces est¨¢s hablando, y a veces est¨¢s atendiendo el cuadro Excel de turno.
Para poder llevar a cabo algo parecido a la multitarea es necesario que se den dos condiciones. Una, que una de ellas est¨¦ tan bien aprendida que resulte del todo autom¨¢tica, como caminar o comer. La segunda, que requieran dos tipos de procesamientos cerebrales. Este ser¨ªa el caso de leer y o¨ªr m¨²sica, aunque la cosa cambia cuando la canci¨®n tiene letra, porque eso supone copar el cerebro con dos tareas similares de forma simult¨¢nea.
Cambiar de una tarea a otra, adem¨¢s, no es recomendable porque constituye una pr¨¢ctica agotadora para el cerebro, lo que te hace cada vez a¨²n menos productivo. Tanto, que el caf¨¦ no har¨¢ efecto a menos que te tomes un descanso cada par de horas.
Tambi¨¦n est¨¢ el ejemplo contrario: otro estudio relativamente reciente sostiene que existen personas que rinden mejor cuando tienen la impresi¨®n de estar llevando a cabo varias tareas a la vez. "La percepci¨®n de la multitarea", afirma, "reduce el aburrimiento y aumenta la interacci¨®n con esta tarea".?
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