C¨®mo impedir que roben tus creaciones en la era de internet

El gran milagro de internet es, en primer lugar, una victoria de la comunicaci¨®n global, el mayor descubrimiento para la distribuci¨®n de informaci¨®n a gran escala despu¨¦s de la imprenta con unas implicaciones tan profundas que ni siquiera somos capaces de imaginar. La viralidad y rapidez de difusi¨®n de art¨ªculos, canciones y v¨ªdeos es una consecuencia directa de lo f¨¢cil que resulta compartir contenido.

El problema es que estos archivos tienen mala memoria porque no hemos creado las herramientas necesarias para asegurarnos de que quienes generan los contenidos reciban el cr¨¦dito que les corresponde. Los derechos de autor siguen siendo una asignatura pendiente en la red, pero ?puede resolver la tecnolog¨ªa un problema que ella misma ha creado?

Spotify lleva tiempo intentando cerrar este cap¨ªtulo de larga trayectoria. La aplicaci¨®n de m¨²sica en streaming afirm¨® en mayo que abrir¨ªa un fondo de 37 millones de euros para resolver posibles demandas de derechos de autor de artistas estadounidenses, un quebradero de cabeza para la empresa, que no es capaz de rastrear qui¨¦n tiene la propiedad intelectual de cada canci¨®n que alojan en su servidor.

El reto al que se enfrenta la compa?¨ªa lo define perfectamente D.A. Walach, un m¨²sico que supervisa en Spotify las relaciones entre la plataforma y sus artistas, en un art¨ªculo de la revista Wired. ¡°El problema es que no existe una base de datos central para hacer un seguimiento de la informaci¨®n sobre la m¨²sica¡±.

Wallach lamenta que averiguar qui¨¦nes son los autores de una canci¨®n y qui¨¦nes poseen sus derechos es una tarea extremadamente complicada y considera que este paso hacia detr¨¢s vino de la mano de internet. ¡°El vinilo y el CD eran el para¨ªso del talento tras del escenario. Comprabas un ¨¢lbum que inclu¨ªa informaci¨®n sobre todos los que contribuyeron a su lanzamiento. Con los servicios digitales, solo puedes saber datos superficiales, como el nombre del artista principal y la fecha de su lanzamiento, algo que no ayuda a artistas, proveedores ni consumidores¡±, recuerda.

• ?Qu¨¦ aporta blockchain?

Con el fin de resolver el problema de la atribuci¨®n de derechos y licencias de contenidos musicales, Spotify adquiri¨® MediaChain, una compa?¨ªa que facilita la atribuci¨®n autom¨¢tica utilizando blockchain y machine learning. Su plataforma conecta los datos de una canci¨®n a la identidad digital de un autor, ofreciendo un canal de atribuci¨®n descentralizado, trazable¡ªpermite seguir los cauces por los que se ha distribuido¡ª y transparente.

El intrincado mundo de los derechos de autor podr¨ªa ser uno de los m¨¢s beneficiados por la tecnolog¨ªa blockchain.La cadena de bloques impulsa un registro inmutable, un libro de cuentas que se puede consultar en cualquier momento, imprescindible en un sector plagado de intermediarios en el que la informaci¨®n se pierde por el camino.

¡°Pocos artistas saben c¨®mo se calculan los porcentajes de sus creaciones¡±, denunci¨® a Harvard Bussiness Review la cantante Imogen Heap, ganadora de un premio Grammy e impulsora de Mycelia, un proyecto basado en blockchain para garantizar condiciones m¨¢s justas para los autores.

La transparencia entre generadores y consumidores de contenido que supone utilizar esta tecnolog¨ªa podr¨ªa aportar algo m¨¢s al sector. ¡°Los servicios de distribuci¨®n musical recopilan datos esenciales de los fans que podr¨ªan ayudarnos a entender mejor c¨®mo es nuestro p¨²blico, pero se quedan con esos datos. Los artistas ni siquiera sabemos en qu¨¦ plataformas escuchan nuestra m¨²sica¡±, explicaba Heap en otra entrevista a Forbes, y recordaba que las discogr¨¢ficas no tienen inter¨¦s en la descentralizaci¨®n de plataformas como Mycelia porque acaban con su papel de intermediarios.

Pocos artistas saben c¨®mo se calculan los porcentajes de sus creaciones

Imogen Heap, cantante y fundadora de Mycelia

Blockchain permite establecer contratos inteligentes, acuerdos digitales que se ejecutan de forma autom¨¢tica cuando se cumplen unas condiciones previamente aceptadas. ¡°De esta forma, en una plataforma que utilice esta tecnolog¨ªa, un autor puede cobrar en tiempo real cuando alguien consuma sus contenidos. Es todo m¨¢s f¨¢cil cuando no hay intermediarios¡±, explica Roberto Fern¨¢ndez Hergueta, responsable de blockchain en Everis.

Estas plataformas tienen ventajas que sobrepasan los l¨ªmites de la propiedad intelectual y pueden abrir nuevos modelos de negocio para los creadores. ¡°La cadena de bloques deja que los usuarios realicen un consumo m¨¢s personalizado, porque permite los micropagos¡±, expone Victoria Torres, miembro del equipo de Fern¨¢ndez. ¡°Puedes comprar solo un cap¨ªtulo de un libro para ver si te gusta; no tienes por qu¨¦ comprar el libro entero. Pagas por lo que consumes¡±.

• Tecnolog¨ªa para detectar el plagio

Es importante aclarar que blockchain no evita que una persona pueda registrar como propia una informaci¨®n que no le pertenece. Este es un problema que ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil resolver, ya que actualmente no existe un sistema capaz de hacerlo. En su lugar, la tecnolog¨ªa ha permitido otra serie de herramientas para la detecci¨®n de plagio.

Google cuenta con algoritmos de inteligencia artificial que detectan pel¨ªculas, v¨ªdeos y canciones con derechos de autor que publican los usuarios de su filial Youtube. Su sistema escanea el audio y la imagen de un contenido que tenga acreditada su propiedad intelectual y rastrea la plataforma para buscar coincidencias.

¡°Cuando encuentra una, avisamos al propietario del contenido original para que elija si quiere que incluyamos publicidad en el v¨ªdeo subido por otro usuario para sacar rentabilidad econ¨®mica del mismo, si prefiere dejarlo como est¨¢ o decide bloquearlo¡±, explica Ana?s P¨¦rez, directora de comunicaci¨®n de Google. Hoy, m¨¢s de 8.000 socios utilizan este software, entre los que se encuentran las principales casas discogr¨¢ficas, grandes productoras e importantes estudios de cine.