?Llegar¨¢ el euro a ser una criptomoneda?
El autor, diputado por el PP, imagina que suceder¨ªa si la moneda ¨²nica pasase a operar como el euro
Hasta ayer, la criptomoneda era cosa de freaks. La gente miraba con desconfianza a aquellos que afirmaban haber comprado ethers, litelcoins o bitcoins con sus escasos ahorros. Sin embargo, su revalorizaci¨®n ha hecho que muchos empiecen a preguntarse qu¨¦ hay detr¨¢s de estos activos virtuales y cu¨¢l es la tecnolog¨ªa que garantiza la inmutabilidad de la informaci¨®n al tiempo que evita las brechas de seguridad.
El 31 de octubre de 2008, Satoshi Nakamoto public¨® las bases de la tecnolog¨ªa Blockchain a trav¨¦s de un sistema de pagos (bitcoins), una criptograf¨ªa de clave asim¨¦trica, una base de datos descentralizada y un conjunto de ordenadores (o nodos) en red que permit¨ªa realizar transacciones de dinero virtual, manteniendo la informaci¨®n sobre la cantidad de dinero que posee cada usuario en una base de datos distribuida. De esta forma, todos los nodos de la red conocen la cantidad de dinero que tiene cualquier usuario. Adem¨¢s, nadie puede realizar acci¨®n alguna sin el ¡®consenso¡¯ total del resto de la red; la capacidad colectiva de los nodos en su conjunto y los algoritmos criptogr¨¢ficos que utilizan aseguran la inmutabilidad, la trazabilidad y la irreversibilidad de la informaci¨®n contenida.
Parece que las criptomonedas no van a ser algo tan malo como algunos las pintan¡
En los actuales sistemas monetarios y bancarios existe una autoridad central que juega el papel de organismo de control y almacenamiento de informaci¨®n. En el caso del euro, el BCE es la instituci¨®n que constituye el n¨²cleo del Eurosistema y del Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n; Su objetivo es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro preservando el poder adquisitivo de la moneda ¨²nica. Las decisiones que adopta el BCE son de obligado cumplimiento y la informaci¨®n que ¨¦l custodia es la ¨²nica v¨¢lida a efectos monetarios.
Pero, ?c¨®mo es posible que sobreviva un activo monetario sin la existencia de un banco central? ?Pueden las criptomonedas acabar devalu¨¢ndose como el d¨®lar de Zimbawe o el bolivar de Venezuela? Y dicho de otra forma, ?qui¨¦n dice cuantos bitcoins se imprimen y cu¨¢ndo? En la blockchain, los protocolos son de c¨®digo abierto y los usuarios tienen la total certeza de que funcionar¨¢n en cada nodo seg¨²n el c¨®digo publicado. El proceso es totalmente transparente. Por ejemplo, el protocolo de bitcoin marca que los bloques que forman la cadena de transacciones entre nodos deben resolverse a un ritmo medio de diez minutos. El encargado de anotar las transacciones es el ¡®minero¡¯ o propietario del nodo que anota la transacci¨®n. Esta anotaci¨®n supone un premio para ¨¦l en forma de nuevos bitcoins. Sin embargo, la recompensa se va reduciendo a la mitad cada 210.000 bloques con lo que se establece un l¨ªmite similar al patr¨®n oro. Este par¨¢metro garantiza la introducci¨®n de la masa monetaria de forma controlada y transparente en el sistema sin necesidad de una autoridad o voluntad centralizada.
En el caso de una entidad bancaria, el saldo de una cuenta est¨¢ reflejado en sus oficinas centrales y se realizan copias de seguridad, pero una ¨²nica base de datos almacena la informaci¨®n de referencia que contiene el saldo en euros de una determinada cuenta asociada a una persona. En el caso de realizar un ingreso o un gasto, el banco hace la comprobaci¨®n en esa base de datos centralizada y la modifica en funci¨®n de la acci¨®n requerida. Sin embargo, para entender la tecnolog¨ªa que da soporte a las criptomonedas es necesario olvidarse de estos modelos centralizados de toma de decisiones: cuando un usuario quiere transferir dinero a otro usuario, la base de datos debe modificarse en todos los nodos para indicar que un usuario le transfiere una cantidad de dinero a otro.
En una cuenta bancaria al uso el apunte ser¨ªa sencillo: ¡®A¡¯ le transfiere 50 euros a ¡®B¡¯, por tanto se incrementa en la central la cuenta de ¡¯B¡¯en 50 y reducimos la cuenta de ¡®A¡¯ en 50. El banco act¨²a de tercero de confianza que certifica que ¡®A¡¯tiene suficiente saldo para transferir a ¡®B¡¯ esa cantidad. Sin embargo, con la tecnolog¨ªa Blockchain ya no es necesario un tercero que controle, certifique y realice la transferencia. Cuando ¡®A¡¯ quiere realizar una transferencia a ¡®B¡¯ de 50 bitcoins, son los nodos de la red los que deben certificar, por consenso, que existe saldo disponible y anotar dicha transferencia reduciendo el saldo de ¡®A¡¯ e incrementando el de ¡®B¡¯. Si en este proceso, ¡®A¡¯ intentara transferir a otro usuario esos mismos 50 bitcoins, la red evitar¨ªa el doble gasto y los nodos bloquear¨ªan este apunte por carecer del consenso necesario para ser anotado en la base de datos distribuida. Esta es precisamente una de las grandes fortalezas del blockchain y una de las razones que sustenta el desarrollo de las criptomonedas: evita el doble gasto, impide la transferencia de un mismo elemento (o token, que es su nombre t¨¦cnico) a dos usuarios de forma simultanea. Adem¨¢s, si alguien intenta realizar alguna transacci¨®n desde alguno de los nodos, el bloque corrupto que contenga dicha transacci¨®n ser¨¢ rechazado por consenso del resto de nodos y no pasar¨¢ las pruebas de verificaci¨®n.
La transparencia, la confianza y el consenso son las claves de la blockchain y por eso muchas personas conf¨ªan sus ahorros a las criptomonedas. La transparencia proviene de los protocolos y el c¨®digo abierto, que permiten al usuario conocer los mecanismos que utiliza la red para tomar las decisiones. La confianza se asienta en la robustez de la criptograf¨ªa asim¨¦trica y la imposibilidad de falsificaci¨®n o fraude. El consenso lo aporta la necesidad de que la mayor¨ªa de los nodos de la red est¨¦n de acuerdo para realizar una transacci¨®n solicitada.
Las sociedades occidentales que han crecido bajo la influencia del patr¨®n oro no acaban de comprender el nuevo paradigma de las criptomonedas. Existe la percepci¨®n de que alguien debe controlar esa red, que la tecnolog¨ªa no es tan transparente y neutral como aparenta o que es preferible fiarse de un organismo centralizado que haga el trabajo aunque suponga perder margen de maniobra y recursos financieros.
Imaginemos por un momento que el euro fuese transformado en una criptomoneda: se desplegar¨ªa una red de miles de nodos interconectados entre s¨ª y controlados por los distintos pa¨ªses y entidades de la zona euro que actuar¨ªan de ¡®mineros¡¯; se definir¨ªa el tiempo entre bloques para controlar la emisi¨®n de la nueva moneda; ser¨ªa posible establecer contratos inteligentes y automatizados que reducir¨ªan los costes operativos y aumentar¨ªan la productividad; las remesas internacionales ser¨ªan casi instant¨¢neas; la seguridad de los datos almacenados en esta Euro Blockchain se matendr¨ªa garantizada; el dinero en circulaci¨®n estar¨ªa totalmente controlado; ser¨ªa imposible la existencia del fraude fiscal; las transacciones ser¨ªan p¨²blicas pero el origen y destino de la criptodivisa estar¨ªa protegido por la criptograf¨ªa asim¨¦tica; nadie tendr¨ªa el control de la moneda y todos tendr¨ªan el control del sistema. Adem¨¢s, con la nueva criptomoneda europea ya no ser¨ªa necesario elegir los ¨®rganos de control del BCE: las decisiones se tomar¨ªan por consenso, de forma transparente, con un protocolo establecido y sobre unas reglas predefinidas.
Parece que las criptomonedas no van a ser algo tan malo como algunos las pintan¡
Teodoro Garc¨ªa Egea es diputado por Murcia del Grupo Parlamentario Popular?
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