As¨ª se digitaliza la Biblioteca Nacional de Espa?a
Videojuegos, inteligencia artificial, chefs Michelin... El centro busca la forma de traducir sus fondos a unos y ceros. Y de que eso sea de utilidad para el p¨²blico
La Biblioteca Nacional (BNE) ha adquirido 117 cartas dirigidas por Lope de Vega (1562-1635) al duque de Sessa, 96 de las ellas de su pu?o y letra. El epistolario est¨¢ cosido y ha perdido su encuadernaci¨®n. Al menos se conserva el contenido, que la BNE se encargar¨¢ de preservar. Y de digitalizar para que, aunque el paso del tiempo borre las letras de Lope, permanezca en c¨®digo binario.
Conservar la obra del dramaturgo es precisamente el prop¨®sito del grupo de investigaci¨®n PROLOPE de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) que, entre otras cosas, acomete la digitalizaci¨®n de las comedias del prol¨ªfico escritor. El grupo, codirigido por el profesor de filolog¨ªa espa?ola Ram¨®n Vald¨¦s, participa en el dise?o de uno de los grandes proyectos de la BNE para este 2018: una exposici¨®n offline y online con toda la colecci¨®n de la biblioteca relativa al teatro del Siglo de Oro.
Vald¨¦s cuenta a EL PA?S RETINA que la muestra tendr¨¢ un marcado car¨¢cter tecnol¨®gico, ya que servir¨¢ para presentar la aplicaci¨®n estrella en la que trabajan la BNE y la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia (UPV), con la colaboraci¨®n de PROLOPE. Se llama READ y sirve para realizar transcripciones asistidas de textos manuscritos. ?Para qu¨¦? Simple y llanamente, para saber qu¨¦ contienen los libros no transcritos. ¡°El conocimiento que tenemos de la historia de la humanidad se traduce pr¨¢cticamente a nada. La mayor¨ªa se encuentra escondido tras un mont¨®n de p¨ªxeles en una imagen¡±, afirma Enrique Vidal, catedr¨¢tico y codirector del grupo de Reconocimiento de Formas y Tecnolog¨ªas del Lenguaje Humano (Prhlt) de la UPV.
El equipo de Vidal lleva 15 a?os desarrollando una tecnolog¨ªa que permita trabajar con documentos escritos a mano y realizar b¨²squedas en ellos. Algo, seg¨²n el catedr¨¢tico, de una complejidad similar a la transcripci¨®n por voz. La inteligencia artificial es clave en esta tarea. Vidal explica que su tecnolog¨ªa se basa en t¨¦cnicas de aprendizaje autom¨¢tico (machine learning). Los sistemas -o algoritmos- aprenden a partir de ejemplos donde aparece una imagen y su correspondiente transcripci¨®n, de forma que son capaces de detectar patrones en esa correspondencia para, posteriormente, aplicarlos por s¨ª solos.
El prop¨®sito ¨²ltimo es automatizar la transcripci¨®n para acceder al mayor n¨²mero de obras posible. En este caso, empezar¨¢n por los fondos manuscritos de teatro del Siglo de Oro de la BNE. El rol de PROLOPE aqu¨ª es identificar las obras de inter¨¦s, que posteriormente la biblioteca digitaliza y que luego la UPV procesa. ¡°Esto va a suponer un avance incre¨ªble para el conocimiento e incluso para el descubrimiento de manuscritos que pueden estar perfectamente catalogados pero que nadie sabe que est¨¢n ah¨ª¡±, se?ala Vald¨¦s.
Adem¨¢s de la presentaci¨®n de READ, la exposici¨®n incluir¨¢ -en formato f¨ªsico- documentos de todo tipo de la ¨¦poca y, en formato virtual, un entorno a modo de peque?o laboratorio, para ¡°trastear¡±. ¡°Vamos a dar conceptos b¨¢sicos de qu¨¦ son las humanidades digitales y de principios como el crowdsourcing [colaboraci¨®n abierta] o la gamificaci¨®n¡±, comenta Vald¨¦s, que adem¨¢s es uno de los impulsores de la Red de Humanidades Digitales de la UAB. El entorno contar¨¢ con elementos interactivos y propuestas de actividades. ¡°Les proponemos que colaboren, por ejemplo, en una transcripci¨®n, o en campa?as de crowdsourcing¡±, detalla.
- Un ¡®lab¡¯ para compartir con todos
Otra gran apuesta a largo plazo de la BNE -junto con Red.es- es el BNELab: un espacio virtual para el desarrollo de productos y servicios a partir del contenido de la biblioteca. ¡°Estamos convencidos de que hay que poner a disposici¨®n de todos el patrimonio de nuestro pa¨ªs, que tiene un valor econ¨®mico y social muy importante, para que d¨¦ sus frutos¡±, afirma Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional, en conversaci¨®n con EL PA?S RETINA.
Para Santos, el laboratorio es la evoluci¨®n de un proceso de digitalizaci¨®n que comenz¨® hace a?os. ¡°Hace mucho que la BNE dej¨® de ser la guardiana del tesoro, un recurso solo para investigadores y eruditos; tratamos de cambiar esa imagen¡±, se?ala Elena S¨¢nchez Nogales, responsable de proyectos de digitalizaci¨®n y difusi¨®n de los fondos de la biblioteca.
Lo que se busca ahora no es ¨²nicamente dar acceso electr¨®nico a los dichos fondos, sino promover su uso: ¡°Que cualquiera pueda reutilizarlos para crear algo nuevo, porque as¨ª se crea cultura, tecnolog¨ªa y sociedad. As¨ª nos hacemos mejores¡±.
Santos explica que quieren que la BNE sea un punto de encuentro tanto para el ciudadano de a pie como para investigadores, comunidades educativas y otros sectores que puedan enriquecerse de su patrimonio y nutrirlo a su vez. ¡°Al utilizar estos contenidos est¨¢n aportando cosas nuevas, suman conocimiento. Queremos que nos digan lo que necesitan para invertir los recursos p¨²blicos en lo que de verdad genera valor¡±, afirma la directora de la BNE.
El art¨ªfice de la idea a nivel de tecnolog¨ªa, Jos¨¦ Luis Bueren, se?ala tambi¨¦n que la creaci¨®n del BNELab responde a la necesidad de dar salida a las m¨²ltiples posibilidades de uso del contenido de la biblioteca, con acercamientos desde el dise?o gr¨¢fico, la publicidad, el turismo, la gastronom¨ªa, la moda, etc. ¡°Se trata de atraer a otras comunidades al contenido de la BNE y que de ah¨ª puedan surgir nuevas iniciativas¡±, sintetiza Bueren.
?Qu¨¦ cree el director t¨¦cnico de la BNE que pueden aportar las nuevas tecnolog¨ªas a la difusi¨®n de la cultura? ¡°El impacto es muy grande. No cambian la esencia de lo que hace la biblioteca, que es conservar y difundir el conocimiento, pero s¨ª la forma de hacerlo¡±. Bueren destaca la posibilidad de hacer muchas m¨¢s cosas y de llegar a mucha m¨¢s gente. Y observa que, en este camino, la sociedad responde. ¡°Eso nos lleva a tener usuarios diferentes y a interactuar de otra manera con ellos: que nos den datos, nos pidan cosas, comenten o elaboren a partir de nuestras obras¡ Cambia la forma de hacer las cosas, si bien la esencia es la misma¡±, afirma.
Productos 'gourmet'
En BNELab hay proyectos de todo tipo. Estos son algunos de ellos:
De la mano de la firma transmedia Tramontana, BNE propone una aventura sensorial a lo largo de la historia de los recetarios. Antiguos libros de cocina son revisitados por grandes chefs contempor¨¢neos para actualizar sus recetas. Sus propuestas se pueden conocer a trav¨¦s de sus redes sociales (Instagram y Twitter) y en formato fotogr¨¢fico y de v¨ªdeo.
Un videojuego en el que el conocimiento lucha contra la ignorancia. Un relato dist¨®pico que encierra una reflexi¨®n sobre lo que tiene de bueno y de malo preservar la memoria. Los jugadores deben elegir su camino y tomar una serie de decisiones para seguir avanzando, para lo que deber¨¢n consultar documentos de la BNE. Su prop¨®sito: atraer nuevos p¨²blicos.
Este proyecto toma su nombre de un entretenimiento musical muy popular en el siglo XVIII. En su versi¨®n actual, todo lo que hay que hacer es tirar unos dados digitales para que el sistema cree un minueto (danza tradicional) ¨²nico cada vez. ¡°Lo bonito es que mucha gente est¨¢ escuchando unas partituras que casi nadie va a interpretar con los instrumentos musicales debidos y que apenas se habr¨ªan consultado de no ser por este juego¡±, asegura Bueren.
Aparte de estos proyectos, el director t¨¦cnico de la BNE comenta que hay un proceso en marcha para convertir a formato de texto ePub centenares de obras, para adaptarlas a los lectores de libro electr¨®nico. ¡°El prop¨®sito es doble: estar en las plataformas de lectura que el usuario utiliza y poner el contenido de estas obras al servicio de los investigadores, al pasar de imagen a texto¡±, explica.
Entre los proyectos a futuro, destaca dos. El primero es BNEescolar, con contenidos acorde a la ense?anza curricular. Es un espacio destinado al mundo educativo donde diferentes recursos de la BNE que pueden tener valor para ellos se encuentren f¨¢cilmente. El segundo es un entorno virtual de investigaci¨®n con herramientas, por ejemplo de edici¨®n digital, que faciliten el trabajo a los investigadores y tambi¨¦n que la BNE pueda conservar el trabajo que estos han realizado, para mejorar sus datos y cat¨¢logos.
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