La mujer, pieza clave en el desarrollo econ¨®mico
Las empresas no solo tienen que garantizar que sus productos impulsen la inclusi¨®n de las mujeres, sino que deben beneficiarse de sus demostradas capacidades, apunta la directora general de Mastercard
De acuerdo con los datos del McKinsey Global Insitute, impulsar la igualdad de la mujer podr¨ªa a?adir 12 trillones de d¨®lares al crecimiento global en 2025. Teniendo en cuenta el papel decisivo de la mujer en el funcionamiento de la econom¨ªa, es cuesti¨®n de l¨®gica pensar que su rol y su acceso equitativo a puestos de responsabilidad puede ejercer un cambio tambi¨¦n en el tejido empresarial de todo el mundo.
En el caso de Espa?a, seg¨²n el ?ndice de Mujeres emprendedoras 2017 (MIWE) de Mastercard, pese a que las condiciones tanto econ¨®micas, como sociales, financieras y educativas no son del todo favorables, la predisposici¨®n de las mujeres es admirable. Con todo, la proporci¨®n de mujeres propietarias de negocios en nuestro pa¨ªs es de un 29,4%. El porcentaje, que es muy bajo, nos sit¨²a como el octavo pa¨ªs en este ranking en el mundo, lo cual solo demuestra lo lejos que estamos a¨²n de tener una situaci¨®n de aut¨¦ntica igualdad.
Conscientes del papel transformador que tiene la mujer y de los retos a los que se enfrenta, apostar por el talento femenino no se trata ¨²nicamente de una cuesti¨®n moral, sino de una oportunidad para impulsar el beneficio de la sociedad en su totalidad.
Conscientes del papel transformador que tiene la mujer y de sus retos, apostar por el talento femenino no se trata ¨²nicamente de una cuesti¨®n moral, sino de una oportunidad para impulsar el beneficio de la sociedad
Para lograr un aut¨¦ntico impulso de la mujer en el mundo laboral, hay que abarcar distintos ¨¢mbitos, que deben empezar en la propia cultura de la empresa. En el caso de Mastercard, contamos con una persona responsable de diversidad, encargado de garantizar la inclusi¨®n a todos los niveles, no solo a mujeres, sino tambi¨¦n a j¨®venes y seniors, as¨ª como a la comunidad LGTBI.
Por otro lado, de acuerdo con el ¨²ltimo estudio de McKinsey & Company, tan solo un 14% de las trabajadoras espa?olas afirma tener una mentora en su trabajo. Sin embargo, es fundamental que existan modelos de referencia, que orienten a las mujeres y les ayuden a subir pelda?os en la estructura corporativa. Por eso, contamos con diversas actividades para fomentar su esp¨ªritu emprendedor, como el AmCham Spain Mentoring, en colaboraci¨®n con la C¨¢mara de Comercio de EEUU en Espa?a.
En la misma l¨ªnea, es primordial potenciar las redes de networking entre mujeres, con el fin de mejorar su visibilidad en el mundo de la empresa y generar redes que les ayuden a avanzar en su liderazgo y desarrollo profesional. En este sentido, en Mastercard tenemos un acuerdo con el Instituto de Empresa y su Club Women in Business. Asimismo, la educaci¨®n es clave, y es necesario hacerlo desde temprana edad, como en el caso de nuestro programa Girls4Tech, que busca inculcar entre las ni?as el inter¨¦s por trabajar en tecnolog¨ªa.
Por ¨²ltimo, para que exista una verdadera conciliaci¨®n, deben existir programas dirigidos a todos los empleados, independientemente de su g¨¦nero, de tal manera que se reduzcan las barreras en la selecci¨®n de empleados y se garantice la libertad de todos los trabajadores. En este sentido, contamos con el programa The Whole You, una expansi¨®n de la baja por paternidad que permite, adem¨¢s, hacer uso de ella de manera flexible.
Entre las distintas iniciativas que realizamos a nivel global, desarrollamos un think tank digital con distintos expertos en materia de igualdad, con el objetivo de definir los pilares fundamentales de nuestra actividad, que no solo sirvieran para desarrollar soluciones concretas sino que, adem¨¢s, pudieran identificar las caracter¨ªsticas y necesidades universales de las mujeres con esp¨ªritu emprendedor, para identificar as¨ª si las soluciones que se crean pueden ser extensibles a m¨²ltiples geograf¨ªas y grupos econ¨®micos.
Esta experiencia nos ha permitido aprender mucho acerca del comportamiento de las mujeres en distintas partes del mundo, y sus conclusiones revelan los m¨²ltiples beneficios de impulsar el desarrollo de la mujer:
1. Las mujeres comparten una ambici¨®n universal, que va m¨¢s all¨¢ de ellas mismas. Independientemente de su origen, ingresos o religi¨®n, las mujeres tienen en com¨²n su deseo de hacer una vida mejor para sus hijos, sus familias y, en ¨²ltima instancia, para ellas mismas. Cada vez que organizan sus tareas y actividades, lo hacen con este objetivo en mente. Por ello, trabajan con independencia, valent¨ªa y un prop¨®sito muy marcado. Desde las empresas, tenemos la oportunidad de crear productos y servicios que ayuden a las mujeres a perseguir esta ambici¨®n, que beneficia tanto a sus familias, como a sus comunidades y empresas.
2. El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es una utop¨ªa. La noci¨®n de equilibrio entre vida personal y profesional es equ¨ªvoca y rara vez equitativa, ya que fomenta la sobrecarga de responsabilidades en la mujer y provoca su frustraci¨®n. De hecho, seg¨²n el ¨²ltimo informe de McKinsey, en la actualidad m¨¢s del 96% de las compras del hogar las realizan las mujeres o bien influyen en ellas de manera directa, lo que da cuenta del papel predominante que todav¨ªa ocupa la mujer en las tareas del hogar. En su lugar, debe ser reemplazada por una correcta gesti¨®n del tiempo de los equipos, y la colaboraci¨®n de todos por compartir responsabilidades. A menudo, el acceso a la educaci¨®n o la capacidad de cursar una carrera les son restringidas a las mujeres o quedan relegadas a un segundo plano, por la necesidad de cuidar de otras personas, como los hijos u otros familiares.
3. La educaci¨®n es la herramienta de capacitaci¨®n m¨¢s importante que existe. Adquirir nuevas habilidades y destrezas es clave en la mejora de la calidad de vida de la mujer, aunque, como es evidente, existan distintas necesidades educacionales, dependiendo de su realidad socioecon¨®mica. El aut¨¦ntico progreso aumentar¨¢ cuando los hombres tambi¨¦n sean educados en apoyar el el empoderamiento de las mujeres.
4. Las mujeres son colaborativas. Las mujeres se apoyan en redes locales y virtuales, que las ayudan a gestionar sus vidas profesionales y personales. Inspiran a las dem¨¢s, ofrecen facilidades a sus compa?eras (en materia de educaci¨®n o mentoring etc.), comparten responsabilidades y son m¨¢s propicias a ofrecer su apoyo y mostrar empat¨ªa con los dem¨¢s.
5. La tecnolog¨ªa democratiza el acceso a las oportunidades. El acceso a Internet y a la tecnolog¨ªa m¨®vil permiten que la educaci¨®n, la comunicaci¨®n, la banca y sus distintas herramientas sean accesibles para todos. En los pa¨ªses desarrollados, el m¨®vil es la tecnolog¨ªa con una mayor capacidad de empoderar a las mujeres y a sus comunidades. Seg¨²n nuestra experiencia en Mastercard, las tecnolog¨ªas m¨¢s ¨²tiles para su desarrollo son aquellas que les permiten comprar y vender, recibir o enviar informaci¨®n a una o muchas personas y, por ¨²ltimo, las redes sociales. Utilizadas estrat¨¦gicamente, las redes sociales suponen una forma muy creativa de extender el uso de la tecnolog¨ªa y superar barreras para conectar a las personas y crear redes de apoyo entre mujeres.
A fin de cuentas, tal y como argumenta Elisa Doucette, columnista en medios norte americanos: ¡°Las mujeres emprendedoras poseen una mezcla ¨²nica de visi¨®n, creatividad, habilidades y capacidades de aprovechar recursos. Si ven algo que deber¨ªa existir en el mundo, trabajan para hacerlo posible¡±.
Por ello, desde las empresas no solo tenemos la responsabilidad de garantizar que nuestros productos impulsen la inclusi¨®n de las mujeres en la sociedad, sino que debemos aprovechar la oportunidad de beneficiarnos de sus demostradas capacidades y fomentar el acceso del talento a los puestos de responsabilidad.
Paloma Real es directora general de Mastercard
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