Broncano: ¡°Hay que imponer normas pol¨ªticas a la inteligencia artificial¡±
Este catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de la Ciencia apuesta por que la sociedad tenga un papel m¨¢s protagonista en el desarrollo t¨¦cnico
La ciencia siempre ha estado presente en la vida de Fernando Broncano (Linares de Riofr¨ªo, Salamanca, 1954). Fue en los 80, al poco de finalizar la tesis doctoral, cuando se percat¨® de que ten¨ªa que profundizar en c¨®mo se desarrollaba la tecnolog¨ªa para conocer todas sus implicaciones en la vida moderna. El resultado de sus inquietudes le ha llevado a afirmar que la historia de la humanidad es el producto de los entornos t¨¦cnicos. ¡°As¨ª llegu¨¦ a la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa y humanismo. Ahora no veo ninguna diferencia entre ingenier¨ªa y humanidades¡±, afirma durante la entrevista.
?Por qu¨¦ consideras que hay que unir la tecnolog¨ªa con las humanidades?
Los artefactos de la ingenier¨ªa son objetos culturales. Uno no puede dise?ar nada sin pensar en el usuario, sin tener en cuenta tanto su condici¨®n como la sociedad en la que se desenvuelve. Un buen ingeniero ha de ser tambi¨¦n buen soci¨®logo y humanista. En la ciencia se puede ser especulativo, pero quien fabrique un coche aut¨®nomo debe pensar qui¨¦n va en su interior. No debe resultarnos extra?o que la ingenier¨ªa contempor¨¢nea requiera de un diagn¨®stico previo de c¨®mo somos.
?Y la sociedad c¨®mo puede influir en el desarrollo tecnol¨®gico?
Antes de la Revoluci¨®n Industrial se ve¨ªa que los males y los bienes llov¨ªan del cielo. El destino de los humanos lo miraban como si estuviera escrito ya previamente. Esto ha ocurrido ahora con la t¨¦cnica. El entorno tecnol¨®gico ha asumido caracter¨ªsticas casi religiosas. En nuestro imaginario, las cat¨¢strofes son tecnolog¨ªas. La sociedad moderna tiene como un sentido de impotencia. Evidentemente, nuestro entorno es masivamente t¨¦cnico; pero los artefactos no van a tomar el poder de nada. Su desarrollo depende de la gesti¨®n que hagamos de ellos.
?Cu¨¢l ser¨ªa la forma id¨®nea de superar este determinismo?
El determinismo tiene dos facetas: el desastre y el adaptarse a lo que va surgiendo, como si careci¨¦ramos de una capacidad para plantear c¨®mo ser¨¢ la t¨¦cnica del futuro. Los nuevos productos parece que haya que consumirlos sin m¨¢s, como si no tuvieran normas. Hay que imponer constricciones pol¨ªticas, morales y ¨¦ticas a la inteligencia artificial, por ejemplo. Como ciudadanos necesitamos leyes para un nuevo parque t¨¦cnico, para comenzar a legislar c¨®mo no queremos que sean las m¨¢quinas.
?La ciudadan¨ªa es consciente de c¨®mo manejar las nuevas tecnolog¨ªas?
Tenemos un problema de cultura t¨¦cnica. Existe un d¨¦ficit tanto en la sociedad como en los pol¨ªticos y el aparato judicial. Falta comprender c¨®mo se relacionan unos artefactos con otros. Por ejemplo, surge Facebook y nos despreocupamos de c¨®mo funcionan sus algoritmos. Las empresas crean unas tecnolog¨ªas tan robustas que las personas las utilizan sin necesidad de aprender previamente nada sobre su manejo. ?El peligro? Que tendamos a creer que no podamos hacer nada al respecto.
Falta comprender c¨®mo se relacionan unos artefactos con otros. Por ejemplo, surge Facebook y nos despreocupamos de c¨®mo funcionan sus algoritmos¡±
?La sociedad juega a lo que quieren las grandes tecnol¨®gicas?
Pongamos el ejemplo de Google. Parece que haya l¨ªmites legales para intervenir en sus algoritmos. De hecho, ni deja que se conozcan. Esto genera una conciencia de que no se puede hacer nada porque no lo entendemos y, de la misma forma, resulta complicado imponer unas condiciones de uso. La sociedad democr¨¢tica debe alcanzar el dise?o de la ingenier¨ªa. Ahora es como un territorio salvaje, como el lejano Oeste, que es alegal. Es el momento de imponer por parte de las grandes instituciones, como el Parlamento Europeo, reglas de conducta a los grandes sistemas tecnol¨®gicos. El problema es que las grandes multinacionales, probablemente, no est¨¦n interesadas en que lo p¨²blico entre a controlar su negocio.
?En qu¨¦ ¨¢mbitos podr¨ªa mejorarse la legislaci¨®n vigente?
En la inteligencia artificial. Ya hay robots que deciden si vamos a tener una hipoteca o si te contratan en una empresa. Hay un d¨¦ficit de normativa al respecto. Aqu¨ª no hay responsabilidades porque la ley no ha entrado en ello. M¨¢s a¨²n, varias crisis burs¨¢tiles han surgido por errores de la inteligencia artificial porque sobrerreaccionaron a los movimientos de determinados valores.
?Los pol¨ªticos est¨¢n a la altura de los grandes cambios propiciados por la tecnolog¨ªa?
Este es un gran problema. Un peligro terrible para todos. Los llamados gur¨²s llegan a foros como el de Davos, explican a los pol¨ªticos que estamos inmersos en la cuarta revoluci¨®n industrial y estos se vuelven a casa pensando que no pueden hacer nada. Creo que no han llegado a valorar todo lo que pueden corregir y cambiar. Estamos dentro de un gran cambio de paradigma tecnol¨®gico, pero hay mucho por desarrollar. Crear¨ªa un panel jur¨ªdico, moral y pol¨ªtico para abordar esta tendencia.
?Se puede frenar la velocidad de crecimiento de este paradigma tecnol¨®gico?
Si nos fijamos en las historias de vida de algunos artefactos, como los smartphones o los ordenadores, su evoluci¨®n es m¨¢s pl¨¢stica a los deseos de la gente y a sus intereses de lo que pueda parecer. Tenemos productos con determinados dise?os en funci¨®n de c¨®mo reacciona la gente. Es decir, el mercado es sensible a lo que quiere el p¨²blico. Tenemos m¨¢s influencia en la t¨¦cnica de lo que pensamos. Diferente resulta que no queramos dise?ar, por ejemplo, un bot¨®n que apague todos los m¨®viles que hay en una sala.
?Estamos a tiempo de cambiar el futuro que se atisba en el medio plazo?
Estoy convencido de que vamos hacia grandes tecnolog¨ªas. Ser¨ªa iluso pensar que vamos a volver hacia atr¨¢s. La potencialidad de las tecnolog¨ªas contempor¨¢neas es de destrucci¨®n y justo lo contrario, de convertir la tierra en un parque autosostenible. ?Podr¨ªamos revertir hasta el cambio clim¨¢tico! Tenemos que fomentar la conciencia de que debemos controlar moral y pol¨ªticamente los dise?os de la t¨¦cnica del futuro. No atisbo cerca el fin del mundo, sino una conciencia de necesidad de control de los macrosistemas ingenieriles. Plantar cara a Facebook o Amazon no es cosa de los particulares, sino de un acuerdo que decida que estas nuevas formas de econom¨ªa han de someterse a nuestro entorno.
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