Al¨ªate con la tecnolog¨ªa para patear tus malos h¨¢bitos
La clave est¨¢ en conseguir que dejen de ser comportamientos autom¨¢ticos y podamos decidir conscientemente sobre ellos
Aunque hemos escuchado hasta la saciedad que la tecnolog¨ªa ha hecho que adquiramos h¨¢bitos cuestionables ¡ªpasamos demasiado tiempo frente a las pantallas, nos distraemos m¨¢s f¨¢cilmente, tenemos m¨¢s faltas de ortograf¨ªa¡ª, lo cierto es que tambi¨¦n podemos conseguir que los dispositivos y la tecnolog¨ªa que tenemos a nuestro alrededor se conviertan en nuestros aliados. Entendiendo c¨®mo se crean y funcionan los h¨¢bitos y utilizando las herramientas adecuadas, podemos sustituir unas costumbres por otras.
Un h¨¢bito es un comportamiento que se convierte en un patr¨®n: algo que estamos acostumbrados a hacer que se cuece en nuestro subconsciente. Y los realizamos sin pensar, de forma autom¨¢tica. Es un h¨¢bito apagar la luz al salir de una habitaci¨®n, el orden en que te pones la ropa por la ma?ana o la rutina que sigues al darte una ducha. Todo esto no necesita demasiado esfuerzo ni motivaci¨®n, no te cuesta trabajo: es tu forma de hacer las cosas. Pero esta ventaja se convierte en un inconveniente cuando hablamos de malos h¨¢bitos, como fumar, saltarte comidas o posponer continuamente las llamadas. Son igual de autom¨¢ticos e inconscientes, y por lo tanto, igual de dif¨ªciles de modificar. Adem¨¢s, cuanto m¨¢s los repites, menos trabajo te cuesta seguir haci¨¦ndolos. Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil cambiarlos porque se refuerzan con el paso del tiempo.
?Y qu¨¦ pinta la tecnolog¨ªa en todo esto? Como en muchas otras cosas, la tecnolog¨ªa es un facilitador. Hay muchas formas de intentar cambiar los h¨¢bitos y los tel¨¦fonos inteligentes y dem¨¢s dispositivos pueden ayudarte con esta labor tit¨¢nica de dejar de hacer autom¨¢ticamente cosas que no nos sientan bien. Como se?ala Charles Duhigg en The Power of Habit, un h¨¢bito tiene tres componentes: la se?al o disparador, que te induce a adoptarlo; la rutina, que es el h¨¢bito mismo; y la recompensa, un beneficio que lo refuerza. Varias herramientas tecnol¨®gicas pueden ayudarte con cada uno de estos componentes, aunque pueden ser especialmente ¨²tiles con el primero.
- Un aviso que te indica que tienes que seguir tu rutina
Elige d¨®nde y cu¨¢ndo quieres que empiece ese h¨¢bito. Por ejemplo, si quieres empezar a usar hilo dental, piensa en qu¨¦ momento del d¨ªa y d¨®nde quieres hacerlo. Despu¨¦s selecciona cu¨¢l va a ser el aviso que te incite a hacerlo. Puede ser desde la t¨ªpica alarma del m¨®vil hasta otras opciones m¨¢s sofisticadas como establecer alarmas dependiendo de la ubicaci¨®n. Puedes pedirle a Siri que te recuerde hacer tres respiraciones profundas cada vez que llegues a la oficina. Pero no es tan sencillo como esto. La mayor¨ªa de los h¨¢bitos se pueden programar todos los d¨ªas a la misma hora. Para esos, hay otras herramientas espec¨ªficas como If this then that (en espa?ol podr¨ªa traducirse como silogismo: si X entonces Y) permiten personalizar los avisos y que tus dispositivos te recuerden, por ejemplo, trabajar al aire libre si no est¨¢ lloviendo o salir pronto de la oficina si ayer te quedaste hasta tarde.
- C¨®mo mantener la rutina
Empezar es solo el principio de la aventura, lo que cuesta de verdad es mantener el h¨¢bito: ah¨ª es donde casi todos fracasamos. Una vez que hayas descubierto c¨®mo desencadenarlo, hay varias opciones para mantener la costumbre. Alexandra Samuel, conferenciante, investigadora y escritora, explica en HBR la importancia de abordar los obst¨¢culos en lugar de evitarlos. "Cualquiera que sea el cambio que est¨¦s tratando de hacer, piensa en los obst¨¢culos para la formaci¨®n de h¨¢bitos y considera c¨®mo obtener informaci¨®n o asistencia en l¨ªnea que te pueda ayudar a superar esa barrera", escribe.
Tambi¨¦n ayuda estructurarlo y tener una gu¨ªa, sobre todo si el h¨¢bito que quieres establecer tiene que ver con hacer ejercicio. Hay multitud de aplicaciones que proponen ejercicios y objetivos, gu¨ªas y recompensas con los avances. Para esto tambi¨¦n es ¨²til cont¨¢rselo a la gente de tu entorno. Lo ideal es que la motivaci¨®n para realizarlo salga de ti mismo pero un compromiso p¨²blico ayuda a no rendirse. Puedes utilizar aplicaciones para comparar tu actividad con la de otros amigos que se hayan propuesto el mismo reto.
- Establecer una recompensa que te anime a repetirlo
La recompensa es lo que convierte una acci¨®n repetida en un h¨¢bito. A veces no te apetece ir al gimnasio, pero sabes que despu¨¦s de la actividad te sentir¨¢s mejor y dormir¨¢s bien. Tambi¨¦n eres consciente de que, a largo plazo, beneficia tu salud. "Al construir una asociaci¨®n entre hacer algo y obtener alg¨²n tipo de recompensa, entrenamos nuestros cerebros para anhelar esa conexi¨®n", explica Samuel. La tecnolog¨ªa tambi¨¦n te puede ayudar aqu¨ª pero debes saber qu¨¦ te motiva, para que puedas seleccionar una recompensa que realmente funcione.
Hay personas a las que les resulta muy gratificante recibir el reconocimiento de los dem¨¢s. Para ellas, podr¨ªa funcionar publicar sus avances en Facebook: ya hay aplicaciones, como Nike Run, que permiten transmitir los resultados de la carrera que est¨¢s corriendo a tus redes sociales y tambi¨¦n recibir durante la misma ¨¢nimo de tus contactos con mensajes que llegan directamente al m¨®vil. Si lo tuyo es m¨¢s la recompensa intr¨ªnseca es posible que te genere placer el simple hecho de saber que est¨¢ cumpliendo con tu objetivo. Muchas de las aplicaciones utilizadas como desencadenador pueden servir tambi¨¦n como recompensa al anotar las actividades finalizadas.
En muchas ocasiones el simple uso de la tecnolog¨ªa es en s¨ª una recompensa. Si te has propuesto ser m¨¢s puntual, puedes, por ejemplo, reservar 10 minutos para ver memes cuando llegas antes de tiempo a la oficina. Aqu¨ª es muy importante que, hagas lo que hagas, no caigas en la trampa de pensar que estas recompensas son tiempo perdido. "Si te ayudan a desarrollar y mantener un h¨¢bito valioso, bien valen la pena", asegura Samuel.?
?Para qu¨¦ sirve un h¨¢bito?
La naturaleza es sabia y la existencia de los h¨¢bitos cumple una funci¨®n muy importante en el cerebro. Su objetivo principal es automatizar acciones para liberar espacio mental y poder pensar en cosas m¨¢s importantes. Hay dos estructuras cerebrales imprescindibles para la creaci¨®n de los h¨¢bitos: el ganglio basal, que se encarga de almacenar la informaci¨®n rutinaria y el c¨®rtex prefrontal, que se ocupa de tomar las decisiones conscientes y de pensar de forma proactiva. Por eso es muy importante que automaticemos h¨¢bitos beneficiosos y llevemos los negativos a la corteza prefrontal: all¨ª donde podemos tomar la decisi¨®n consciente de realizarlos o no.
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