S¨®nar +D apuesta por la combinaci¨®n de cultura ¡®maker¡¯ y ¨²ltimas tecnolog¨ªas

Esta semana, hay un lugar en Barcelona en el que cohabitan las misiones espaciales con la tecnolog¨ªa do it yourself. El congreso S¨®nar +D, evento del que EL PA?S RETINA es media partner, celebra su sexto aniversario entre el 13 y el 16 de junio y, a la vez que explora tecnolog¨ªas punteras como blockchain, inteligencia artificial y realidad virtual, propone tirar de creatividad para reinventar la tecnolog¨ªa con productos de andar por casa. Re¨²ne a expertos que explican c¨®mo han enviado fragmentos musicales al espacio mientras que en el patio de atr¨¢s cientos de personas bailan a Kokoko!, un grupo que crea m¨²sica electr¨®nica con instrumentos fabricados con basura. Aqu¨ª hay sitio para todo aquel que tenga la innovaci¨®n en el ADN.

Esta b¨²squeda de sinergia est¨¢ presente en casi todos los estratos del festival. En el MarketLab, uno de los centros neur¨¢lgicos del congreso, distintos stand muestran las propuestas m¨¢s innovadoras del momento que tienen el objetivo de unir tecnolog¨ªa y m¨²sica. All¨ª, cohabitan proyectos de distintas instituciones como el Centro Nacional de Supercomputaci¨®n, el Ayuntamiento de Barcelona o Google, que presenta Magenta, un sistema de inteligencia artificial que ayuda al usuario a componer m¨²sica. Esta tecnolog¨ªa puntera contrasta con propuestas como las de Playtronica, en cuyo stand varios enjambres de cables conectan una noria construida con piezas de Lego con un sintetizador que permite escuchar los colores. Se trata de una plataforma que une entretenimiento, educaci¨®n y arte a trav¨¦s de experiencias musicales. "Con nuestras propuestas intentamos demostrar c¨®mo la conductividad humana puede usarse para crear m¨²sica", explica uno de los responsables de Playtronica.

A la vez que muchos de los curiosos que pasean por el congreso (tecn¨®logos, creativos, pensadores y artistas visuales pero tambi¨¦n el p¨²blico que acude a los conciertos de d¨ªa) se detienen a comprobar c¨®mo es posible que una pi?a emita un sonido, un poco m¨¢s all¨¢, en ese mismo pabell¨®n, distintas startups trabajan intentando resolver problemas relacionados con el an¨¢lisis de big data o la incorporaci¨®n del blockchain a la gesti¨®n de la m¨²sica. Es lo que S¨®nar +D ha bautizado como Innovation Challenge y propone un laboratorio abierto en el que creadores y compa?¨ªas con necesidades espec¨ªficas de innovaci¨®n se unen para "resolver retos que generar¨¢n prototipos disruptivos que solucionen sus problemas", seg¨²n explica la organizaci¨®n.

El ecosistema innovador tambi¨¦n est¨¢ presente en otra zona especialmente reservada para el networking: el S¨®nar Startup Garden. All¨ª se re¨²nen distintas empresas que est¨¢n empezando ¡ªla mayor¨ªa espa?olas¡ª y presentan sus proyectos basados en tecnolog¨ªas creativas, casi todos en sinton¨ªa con las l¨ªneas generales del festival: destacan la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa a la m¨²sica y la realidad virtual. Es el punto de encuentro para inversores que buscan proyectos nuevos y emprendedores que necesitan una inyecci¨®n para continuar desarrollando sus trabajos.

Siguiendo esta l¨ªnea de la exploraci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas, el congreso hace una apuesta clara por la realidad virtual y en 360 grados y ofrece distintas charlas y experiencias inmersivas. Artistas visuales como Zach Lieberman y Paul Rapha?l explican durante sus charlas las posibilidades de otras realidades. Est¨¢n de acuerdo en que la industria no ha hecho m¨¢s que empezar y que el p¨²blico espera grandes cosas de ella. "Es como internet en 1995", explica Lieberman. "Necesitamos mejores herramientas para que la gente siga creando y hacer que los artistas formen parte del desarrollo tecnol¨®gico". De hecho este es uno de los retos que la industria tiene que superar. "El p¨²blico tiene muchas expectativas puestas en la realidad virtual que ahora mismo no se est¨¢n cumpliendo. Es dif¨ªcil luchar contra eso", explica Paul Raph?el.

Esta sensaci¨®n es palpable entre el p¨²blico que asiste al escenario S¨®nar 360? by Mediapro, donde se proyectan experiencias dise?adas en 360 grados en una c¨²pula de 19 metros de di¨¢metro. Los espectadores entran, se tumban y guardan silencio, esperando a que empiece el espect¨¢culo. Las im¨¢genes y la m¨²sica envolventes saben a poco para algunos de los asistentes, que "esperaban actividades m¨¢s inmersivas". A¨²n as¨ª, esta apuesta es toda una declaraci¨®n de intenciones por parte del festival: ofrece una programaci¨®n continua en este escenario que, d¨ªa tras d¨ªa, sigue despertando la curiosidad de una gran multitud que aguanta hasta 30 minutos de cola para acceder.

La forma de planetario encaja perfectamente con la tem¨¢tica de este pabell¨®n. Justo al lado, otra exposici¨®n muestra uno de los reclamos m¨¢s curiosos para los asistentes: el proceso por el que el festival ha conseguido enviar m¨²sica al espacio con el objetivo de comunicarse con quien haya m¨¢s all¨¢ del sistema solar, una iniciativa bautizada como Sonar Calling GJ273b. La emisi¨®n de las canciones, en cuya composici¨®n han participado 40 artistas vinculados al festival, se realiza a trav¨¦s de transmisiones de radio que tardar¨¢n 12,5 a?os en alcanzar su destino: el planeta Luyten b, potencialmente habitable. Si alguien contestara, la se?al de vuelta llegar¨ªa dentro de 25 a?os, en el momento exacto para celebrar el 50 aniversario de S¨®nar.