La irracionalidad que rodea al bitcoin
Las historias de ¨¦xito que oimos acerca de quienes invierten en esta criptomoneda, su escasez y lo influenciables que somos por los dem¨¢s explican la popularidad del bitcoin
El bitcoin es un tema que est¨¢ muy de moda. Se discute mucho sobre la posibilidad de que las criptomonedas se conviertan en un elemento clave para el futuro de las transacciones online gracias a la tecnolog¨ªa descentralizada de validaci¨®n que las soporta. Tampoco se para de debatir acerca de la volatilidad de estas monedas o del peligro de que desaparezcan debido a asuntos legales, de regulaci¨®n monetaria o de competencia.
Sin embargo, poco o nada se habla de los aspectos psicol¨®gicos que respaldan el ¨¦xito y la fama de este tipo de divisas electr¨®nicas. As¨ª, cabe preguntarse lo siguiente: ?por qu¨¦, a pesar de las cr¨ªticas y dudas que surgen en torno al bitcoin, las criptomonedas siguen resultando atractivas para muchos inversores, incluidos los menos expertos? En este caso ya no se trata solo de un tema de seguridad financiera o legislativa, sino que entran en juego factores emocionales e irracionales que hacen que este tipo de moneda siga ganando adeptos.
Solemos dar m¨¢s valor a recursos escasos o limitados que a los que son abundantes¡±
Desde el punto de vista de la econom¨ªa comportamental, hay tres aspectos psicol¨®gicos muy interesantes que explican por qu¨¦ el bitcoin ha alcanzado tanta popularidad.
El primero es el efecto social: nos dejamos influenciar por lo que hacen o dicen los dem¨¢s. En el caso del bitcoin, estamos expuestos a multitud de noticias sobre su valor, sobre gente que se ha hecho millonaria invirtiendo muy poco dinero y sobre por qu¨¦ esta criptomoneda es el futuro de las transacciones digitales. Todos hemos escuchado historias de alg¨²n conocido que ha invertido en bitcoin sin saber realmente qu¨¦ hay detr¨¢s o c¨®mo funciona. Esto, unido al exceso de confianza, provoca que las personas no eval¨²en la informaci¨®n de forma objetiva y cr¨ªtica y cometan errores de inversi¨®n. Dejarse llevar por las masas ya ha pasado muchas otras veces en el ¨¢mbito econ¨®mico, por ejemplo con la burbuja de las puntocom. En ese caso, para todos era obvio que internet y las empresas digitales eran el futuro, pero fueron muchos los que no entendieron que eso no significaba que todas las empresas del Nasdaq fueran a ser rentables.
El segundo aspecto est¨¢ muy relacionado con el anterior, y es la heur¨ªstica de la disponibilidad. El t¨¦rmino heur¨ªstica, en el campo de la econom¨ªa comportamental, se utiliza para definir los atajos mentales que los humanos utilizamos, de forma inconsciente, para solucionar los problemas de manera r¨¢pida y sencilla. En este sentido, la heur¨ªstica de la disponibilidad significa que las personas estimamos probabilidades en funci¨®n de c¨®mo de f¨¢cil un pensamiento viene a nuestra mente y no de acuerdo con c¨¢lculos complejos de la probabilidad real. Con el bitcoin, estamos expuestos a muchas historias de inversores que han tenido ¨¦xito con esta moneda digital, por lo que la probabilidad de que nos suceda a nosotros tambi¨¦n nos parece m¨¢s alta de lo que realmente es.
Finalmente, el tercer aspecto psicol¨®gico es la escasez. Este sesgo cognitivo provoca que demos m¨¢s valor a recursos escasos o limitados que a los que son abundantes. Las estrategias de marketing aprovechan mucho este factor cuando, por ejemplo, para fomentar unas reservas tur¨ªsticas, se destaca que solo queda una habitaci¨®n o muy pocos asientos en un avi¨®n. En el caso del bitcoin, solo existe una cantidad limitada en el mundo y por ello, la percepci¨®n general es que, si finalmente se utiliza como moneda de forma masiva, su valor se incrementar¨¢ significativamente.
En definitiva, existe un debate sin resolver acerca del futuro del bitcoin en cuanto a su idoneidad t¨¦cnica, legal o de mercado. Pero, sin duda, el valor de las criptomonedas no solo se mueve por ese debate, sino tambi¨¦n por otros aspectos psicol¨®gicos que hacen que tomemos decisiones de inversi¨®n de forma irracional.
Manuel Pingarr¨®n es director de Simon-Kucher & Partners.
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