El simulacro del ¡®snack¡¯

El simulacro es cada vez m¨¢s real en una sociedad en la que el m¨®vil se ha convertido en ¡°instrumento esencial del ser, del estar y de la construcci¨®n del parecer¡±, como sosten¨ªa la revista Telos el pasado verano.?

Esta afirmaci¨®n se revela con mayor intensidad cuando miramos al uso que de estas herramientas hacen los m¨¢s j¨®venes. Sobre todo cuando se constata la preferencia por herramientas que les proporcionan una comunicaci¨®n instant¨¢nea y ef¨ªmera, como Instagram o Snapchat. Esta b¨²squeda de una gratificaci¨®n inmediata tiende a desencadenar un uso simplista, que provoca que no sean precisamente los llamados nativos digitales los que creen los movimientos m¨¢s interesantes o generen las principales pautas del ecosistema.

En esta preferencia por la instantaneidad, no pod¨ªa ser otro canal que Youtube el que haya asumido el papel de principal fuentes de informaci¨®n y documentaci¨®n. Pero sus caracter¨ªsticas impiden los desarrollos conceptuales largos y suelen primar la imagen propia del youtuber sobre el mensaje, lo que refuerza la superficialidad del medio. ?Nos acercamos a lo que Enrique Dans ha dado en calificar como una ¡°generaci¨®n perdida¡± en las redes sociales? ?