Compra tu propia micronaci¨®n ut¨®pica en medio del oc¨¦ano
The Seasteading Institute es una organizaci¨®n incubada en Silicon Valley y dedicada a crear para¨ªsos artificiales. El artista Daniel Keller ofrece en el documental 'The Seasteaders' el lado m¨¢s oscuro de la idea
Ciudades flotantes ajenas a c¨®digos impositivos, en las que los usuarios-ciu?dadanos (llamados seasteaders o colo?nizadores del mar) pueden separarse y reunirse a voluntad como soluci¨®n liberta?ria a la falta de innovaci¨®n gubernamental.
Este es el plan de The Seasteading Ins?titute (TSI), una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro fundada en 2008 por el empresario de Silicon Valley Wayne Gramlich y el ingeniero de Google Patri Friedman (sobrino del Nobel de Econom¨ªa Milton Friedman), a quienes se unir¨ªa como inversor el cofundador de Pay Pal, Peter Thiel. Su objetivo es crear estas micronaciones aprovechando la falta de leyes de las aguas internacionales. Del TSI surgi¨® una empresa ¡ªesta s¨ª con ¨¢nimo de lucro¡ª llamada Blue Frontiers, dedicada a la construcci¨®n de las islas artificiales.
TSI present¨® todo esto en mayo de 2017, durante la conferencia Proyecto de isla flo?tante, en la Polinesia Francesa. All¨ª acudieron para rodar un documental Daniel Keller y Jacob Hurwitz-Goodman. Keller (Detroit, 1986) es un artista y escritor experto en subculturas digitales afincado en Berl¨ªn. Conocido por su ¡°arte post-Internet¡± y por ser fundador del colectivo AIDS-3D, ahora ha mostrado al mundo su oposici¨®n a las colonizaciones del mar en el documental The seasteaders. Un filme al que el TSI ha copiado el t¨ªtulo y del que ha tomado im¨¢?genes para crear su propia versi¨®n. Ambas conviven en YouTube.
- P. ?Esperaban esta reacci¨®n del instituto?
- R. No. Randy Hencken [uno de los l¨ªderes del TSI] hab¨ªa visto una edici¨®n aproximada del v¨ªdeo. Pareci¨® gustarle o, al menos, estar con?forme. Ellos nos hab¨ªan dado acceso para fil?mar en la Polinesia y, a cambio, podr¨ªan hacer lo que quisieran con el metraje. Hencken sab¨ªa que no ¨ªbamos a hacer un publirrepor?taje para ellos, pero tres semanas antes de que lo estren¨¢semos contrataron a una por?tavoz de relaciones p¨²blicas, que vio el tr¨¢iler y se escandaliz¨®. Fue el punto de inflexi¨®n.
- P. Usted define el proyecto como ¡°un plan de escape para una minor¨ªa que elude la democracia representativa y favorece la evasi¨®n de impuestos¡±. ?Es factible en t¨¦rminos legales?
- R. Ahora mismo no, y ese es el problema. Esperaban obtener la aprobaci¨®n oficial del Gobierno de la Polinesia Francesa, y debido a que son un departamento de ultramar de Francia, ni siquiera pueden crear una zona econ¨®mica especial sin los permisos del pa¨ªs europeo.
- P. ?Podr¨ªa la ley parecerse m¨¢s a los pro?gramas inform¨¢ticos y menos a las constituciones, tal y como defienden los seasteaders?
- R. Tiene m¨¢s que ver con ideas de gobierno de blockchain, hay muchos intentos de crear un sistema de criptomoneda que tenga su propio marco legal dentro de su propio gobierno. [De hecho, Blue Frontiers est¨¢ en plena ICO de su criptomoneda varyon, que funciona en la cadena de ethereum]. Es una extensi¨®n de esta l¨®gica de aplicar software al Gobierno. Creo que va a suceder, hay pa¨ª?ses como Dub¨¢i en donde ya se habla de ello.
- P. ?Se podr¨ªa plantear la colonizaci¨®n del mar como una alternativa democr¨¢tica al alcance de todos?
- R. Como en cualquier otro tipo de frontera, se requieren muchos recursos y existen dema?siados riesgos, as¨ª que creo que de entrada no. No va a ser democr¨¢tico, y dudo que siquiera se est¨¦n planteando lo que dije?ron en su momento de asignar el 25% de las viviendas para la poblaci¨®n local polinesia. Es una cosa inherentemente elitista.
- P. El proyecto del TSI se vende como un hijo de la filosof¨ªa de Silicon Valley ?Cu¨¢l crees que es el poder de una subcultura digital como esa en el mundo real?
- R. La gente de Silicon Valley es b¨¢sicamente la encargada de dise?ar nuestras interfaces, c¨®mo lidiamos con la cultura, con las redes sociales, con el comercio, con todo. Todos se conocen entre s¨ª, son parte de este tipo de subculturas digitales que est¨¢n dise?ando nuestro mundo en este momento. El Seasteading Institute forma parte de la secci¨®n liber?taria, que es un contingente muy grande all¨ª. Muchos lugares en todo el mundo han adop?tado el tipo de l¨®gica de Silicon Valley y la dis?rupci¨®n y la innovaci¨®n sin cuestionar nada. Son los cimientos sobre los que funciona la nueva econom¨ªa y la tecnolog¨ªa.?
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