La ciencia lo confirma: la amistad tiene un l¨ªmite
Olv¨ªdate de pensar en listas. Nuestras amistades se organizan en c¨ªrculos. Y no puedes con m¨¢s de 150 amigos (independientemente del tama?o de cada uno)
Tres f¨ªsicos, un soci¨®logo y un antrop¨®logo entran en un colegio. Tienen cuatro preguntas para los alumnos:
?A qui¨¦n le contar¨ªas tus problemas??Qui¨¦n no querr¨ªas que se fuera del colegio??Con qui¨¦n te sentar¨ªas a comer? ?Con qui¨¦n te gustar¨ªa trabajar?Aitana, Pablo, Patricia, Marcos.Hugo, Alberto, Ana, Mauro, Manuel, ?ngela, Fernando, Pau, Jaime, Adriana, Luc¨ªa...
Las respuestas se llenan de nombres de ni?os que los cuatro cient¨ªficos transforman en un n¨²mero casi por arte de magia (no es realismo m¨¢gico sino matem¨¢ticas y f¨ªsica aplicadas). Una cifra diferente para cada alumno que sirve de indicador, tipo test psicot¨¦cnico, para saber si el chaval gestiona sus amistades de manera normal o si hay algo que podr¨ªa estar fallando. ¡°No es un diagn¨®stico¡±, aclara uno de los f¨ªsicos preguntones, Anxo S¨¢nchez, ¡°pero s¨ª un aviso de un posible problema como un caso de acoso escolar, por ejemplo¡±.
Repito: lo ¨²nico que han necesitado los cient¨ªficos han sido los nombres de los amigos de cada ni?o. Y sin esperar la respuesta de otros compa?eros.
Detectar posibles anomal¨ªas de un alumno en sus relaciones de amistad del colegio es una de las posibles aplicaciones del trabajo de investigaci¨®n que acaba de publicar S¨¢nchez junto a Ignacio Tamarit, Jos¨¦. A Cuesta y Robin I. M. Dunbar, en la revista PNAS. El estudio, financiado por la Fundaci¨®n BBVA, supone un hito porque, seg¨²n S¨¢nchez, ¡°por primera vez una teor¨ªa matem¨¢tica es capaz de predecir un fen¨®meno social¡±.
Imaginemos que el profesor quiere ahora dividir la clase en grupos de cinco. Tamarit, el otro f¨ªsico de la investigaci¨®n, fue antes profesor de secundaria. ¡°Cuando se trabaja por proyectos la forma en la que agrupas a los ni?os es muy importante. Con las preguntas sobre los amigos podemos optimizar el rendimiento de los grupos y sirve para colegios, empresas, campamentos... Esta herramienta permitir¨ªa ver c¨®mo de cohesionado est¨¢ el grupo o si hay facciones. Hay mucha informaci¨®n que puede ser ¨²til¡±.
?Una obviedad?
Es obvio que si no tienes amigos, te pasa algo. Tambi¨¦n es raro encontrar a alguien que diga que tiene 30 superamigos porque a los que de verdad son ¨ªntimos les dedicas m¨¢s tiempo (y los d¨ªas solo tienen 24 horas) y m¨¢s espacio en el disco duro de tu cerebro (tienes que acordarte de si son m¨¢s de carne o de pescado, de su n¨²mero de hermanos, su ¨²ltimo problema laboral...) Lo l¨®gico es que tengas m¨¢s nombres en la lista de conocidos que en la de tu n¨²cleo duro de amistades. Y as¨ª surgen los c¨ªrculos de amigos, m¨¢s grandes y numerosos conforme se alejan del n¨²cleo.
¡°Todo es obvio una vez sabes la respuesta¡±. S¨¢nchez cita el t¨ªtulo de un libro para contestar a esta pregunta. ¡°Lo que no es tan obvio es que haya matem¨¢ticas rigurosas que expliquen por qu¨¦ eso es as¨ª. Tambi¨¦n es obvio que el agua a determinada temperatura se convierte en vapor, pero luego viene la f¨ªsica a explicarte por qu¨¦ pasa eso. Esto es exactamente igual¡±.
¡°Es verdad que parece todo muy natural, pero hay que medirlo y por eso es ciencia¡±, defiende Tamarit. ¡°Nosotros observamos que los seres humanos estructuran sus amistades siguiendo un patr¨®n y lo que hemos hecho es demostrar matem¨¢ticamente por qu¨¦ ocurre eso¡±.
Los autores se fueron a una universidad estadounidense para poner sus matem¨¢ticas a prueba. All¨ª comprobaron que el 98% de los alumnos organizaba sus amistades de manera similar: pocos amigos muy ¨ªntimos, unos cuantos buenos amigos y muchos conocidos.
El n¨²mero m¨¢ximo que somos capaces de gestionar es 150, tal y como formul¨® Robin Dunbar en los 90. Pero la estructura de c¨®mo los organizamos es din¨¢mica. ¡°Si tienes un mejor amigo y se va a vivir fuera, o rompes con tu pareja, de repente te queda un hueco¡±, explica S¨¢nchez. ¡°El cerebro parece que lo detecta y dice: hay sitio libre. A lo mejor en la capa de conocidos no lo notas pero en los primeros c¨ªrculos s¨ª que detectas ese vac¨ªo y lo llenas. Nos comportamos de alguna manera como si fu¨¦ramos ¨¢tomos y tuvi¨¦ramos electrones¡±.
La f¨ªsica de una isla desierta
Los investigadores pusieron a prueba su modelo en un entorno diferente. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si el n¨²mero de amistades est¨¢ limitado por cuestiones f¨ªsicas (como en una isla desierta tipo la serie Lost) o ling¨¹¨ªsticas? Las matem¨¢ticas predec¨ªan un resultado pero ?ocurr¨ªa eso en la realidad?
La oportunidad de comprobarlo lleg¨® gracias al trabajo de campo de un soci¨®logo, Jos¨¦ Luis Molina, entre la poblaci¨®n b¨²lgara y china asentada en Catalu?a. En las comunidades de inmigrantes analizadas los c¨ªrculos de amistades sal¨ªan invertidos: todos eran amigos ¨ªntimos de todos (hasta 50) y la lista de conocidos era m¨ªnima.
¡°Fue el momento m¨¢s emocionante del trabajo¡±, comenta Tamarit. ¡°Si tienes limitado el n¨²mero de relaciones, lo normal es que estas se vuelvan fuertes, pero nadie lo hab¨ªa pensando as¨ª. Desde un punto de vista antropol¨®gico ten¨ªa sentido, matem¨¢ticamente nos sal¨ªa eso y luego en la realidad vimos que era as¨ª¡±.
Los amigos de ¡°relleno¡± en Facebook
Con las preguntas sobre los amigos podemos optimizar el rendimiento de los grupos en colegios o empresas... Permitir¨ªa ver c¨®mo de cohesionado est¨¢ el grupo, o si hay facciones.
Si nuestro tiempo y nuestra inteligencia solo nos permite tener un n¨²mero determinado de amigos, ?qu¨¦ tiene que decir la investigaci¨®n sobre todas esas personas que tienen m¨¢s de 500 amigos en Facebook?
¡°Las redes sociales permiten que tengamos m¨¢s amistades, pero las relaciones son algo m¨¢s superficiales porque les dedicas menos esfuerzo¡±, aclara S¨¢nchez. Facebook se encarga de recordarnos muchas cosas sobre nuestros amigos, como el d¨ªa de su cumplea?os. As¨ª que gracias a esta liberaci¨®n de almacenamiento en nuestro disco duro del cerebro, podemos ampliar hasta 220 relaciones. A partir de ese n¨²mero, tendremos seguramente amigos de relleno¡±.
¡°Hay que analizar tambi¨¦n el coste que tiene esto¡±, argumenta Tamarit. ¡°Si est¨¢s intentando extender mucho tu red, aunque sea con relaciones muy superficiales, estar¨¢s dejando de atender a los buenos amigos. Es como si tuvieras un presupuesto en relaciones. Si te lo gastas en comprar muchas baratijas, al final no podr¨¢s tener un buen amigo¡±.
Enemigos para adivinar amigos
?Dije al principio que solo se hicieron cuatro preguntas en el colegio? No cont¨¦ la segunda parte: dos cuestiones m¨¢s sobre los enemigos. Los resultados son fascinantes. Al igual que los amigos, organizamos nuestras enemistades en c¨ªrculos de Dunbar. Es decir, tenemos unos pocos archienemigos y mucha m¨¢s gente que no nos cae bien.
Si todos volvi¨¦ramos a la escuela, o a un entorno cerrado, las matem¨¢ticas tambi¨¦n servir¨ªan para predecir qui¨¦nes son nuestros amigos en el 90% de los casos. Bastar¨ªa saber el nombre de nuestros enemigos.
El n¨²mero Dunbar
Nuestro cerebro est¨¢ dise?ado para establecer relaciones de amistad. Lo curioso es c¨®mo las gestionamos: existe un patr¨®n y tiene forma de c¨ªrculos. La gran mayor¨ªa contamos con nuestro n¨²cleo de 3 a 5 personas con las que tenemos una relaci¨®n muy ¨ªntima. Luego tenemos un c¨ªrculo con una docena de buenas amistades, otro m¨¢s amplio de treinta amigos con los que tratamos a menudo y ya por ¨²ltimo, un grupo de conocidos con los que nos vemos de vez en cuando.
En total, una persona normal puede manejar, dada su capacidad cognitiva y su tiempo limitado, unas 150 amistades. Esa cifra se conoce como ¡°el n¨²mero Dunbar¡± y fue el n¨²mero que le sali¨® al antrop¨®logo ingl¨¦s Robin Dunbar en los a?os noventa observando c¨®mo se relacionaban los chimpanc¨¦s (ellos tienen menos amigos porque son menos listos que nosotros).
La novedad que aporta esta investigaci¨®n es que ahora hay unas matem¨¢ticas que respaldan la idea de Dunbar partiendo solo de dos hip¨®tesis, de nuevo, obvias: 1) Diferentes amistades requieren distintos esfuerzo. 2) No se pueden tener infinitos amigos porque tus recursos de tiempo y capacidad son limitados. ¡°Si se cumplen esas dos hip¨®tesis demostramos que la teor¨ªa de Dunbar se cumple, aparecen esos c¨ªrculos de amistades¡±, asegura S¨¢nchez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.