Las ICO: as¨ª se invierte en el ¡®criptocapitalismo¡¯
A trav¨¦s de las ICO, todo tipo de proyectos han captado miles de millones de d¨®lares a cambio de tokens y criptomonedas, sin tener que recurrir a v¨ªas tradicionales como el capital riesgo. ?Es una burbuja o el fin de las v¨ªas tradicionales de financiaci¨®n de las startups?
Si el acr¨®nimo ICO le hace pensar en el Instituto de Cr¨¦dito Oficial, necesita seguir leyendo. ICO tambi¨¦n significa Initial Coin Offering (oferta inicial de moneda), y es un fen¨®meno econ¨®mico al alza que en 2017 recaud¨® 3.880 millones de d¨®lares, seg¨²n datos de la web especializada Coinschedule. Y la fiebre no para: en el primer semestre de 2018, las ICO alcanzaron los 12.269 millones de d¨®lares, seg¨²n la misma fuente, destacando los 1.700 millones de d¨®lares captados por el servicio de mensajer¨ªa instant¨¢nea Telegram.
Pero, ?qu¨¦ son las ICO? Para los m¨¢s cr¨ªticos, una burbuja inflada entre bienintencionados iluminados de blockchain y unos cuantos caraduras que bordean el terreno de la estafa; para los entusiastas, la forma de financiaci¨®n del nuevo capitalismo que se est¨¢ construyendo a partir de la cadena de bloques, una tecnolog¨ªa cuyo impacto ser¨¢ igual o mayor que el de Internet o los smartphones.
Una ICO es una operaci¨®n financiera por la que una empresa vende a trav¨¦s de una blockchain tokens que ha autogenerado. Un token es una ficha que puede ser una criptomoneda emitida por la propia empresa, una participaci¨®n en el accionariado de la compa?¨ªa (con el consiguiente dividendo de los futuros beneficios), un derecho a recibir un producto o servicio de la compa?¨ªa o todo al mismo tiempo. Un ejemplo tonto: el bar de la esquina lanza una ICO en la que comercializa sus propios tokens, una operaci¨®n con la que se financia. Con esos tokens, llam¨¦mosles ¡®moneda casapepe¡¯, los inversores pueden pagar una ca?a, recibir una parte de los beneficios anuales del negocio y, si los tokens tambi¨¦n son criptomonedas, especular en los mercados alternativos.
Blockchain crea una especie de nuevo capitalismo que va a revolucionar lo que conocemos hoy como empresas Jes¨²s P¨¦rez, socio de la consultora de fintech Finnovating
?Y todo esto es legal? Hay algunos pa¨ªses como Suiza o Singapur que han apostado claramente por las ICO. China va en camino contrario y las ha prohibido, y en Espa?a hay cierta indefinici¨®n legal. Pablo Fern¨¢ndez Burgue?o, abogado de nuevas tecnolog¨ªas y fundador de NevTrace, una consultora especializada en blockchain, explica que s¨ª hay regulaci¨®n aplicable (por ejemplo, la Ley de Sociedades si se comercializan participaciones de la compa?¨ªa), pero reconoce que hoy ¡°esto es la ley de la selva¡±, y la mayor¨ªa de proyectos nacidos en Espa?a se va a mercados donde la legislaci¨®n es clara, como Suiza.
Porque las ICO no tienen fronteras, y eso supone un cambio de paradigma brutal en las v¨ªas de financiaci¨®n de nuevas empresas, sostiene Jes¨²s P¨¦rez, socio de la consultora de fintech Finnovating. ¡°Ahora las startups espa?olas no tienen que reunirse varias veces con un grupo peque?o de inversores para conseguir financiaci¨®n; cualquiera puede aportar un pu?ado de euros en cualquier lugar del mundo. Apenas estamos empezando a entender que blockchain crea una especie de nuevo capitalismo que va a revolucionar lo que conocemos hoy como empresas¡±, asegura.
Hasta aqu¨ª las buenas noticias, porque, como sucede con las criptomonedas, muchas voces consideran que las ICO se han convertido en un animal demasiado grande y fuera de control. Cristina Carrascosa, abogada especializada en blockchain que imparte clases en las escuelas de negocio IE y ICEMD, explica que las ICO nacieron con el objetivo de recibir financiaci¨®n para proyectos concretos, con un sentido de comunidad y a cambio de compartir el valor de ese desarrollo. Se trataba de ¡°terminar, y no empezar¡± y ¡°se ped¨ªa la cantidad justa para pagar los costes¡±.
Ahora, prosigue Carrascosa, ¡°hay ICO absolutamente desmesuradas que incluso en medio del lanzamiento de sus tokens eliminan los l¨ªmites que se hab¨ªan marcado a la captaci¨®n de dinero para atraer m¨¢s capital del que dec¨ªan que necesitaban¡±.
Mat Travizano, CEO de Wibson, una empresa que intermedia en el mercado de datos a trav¨¦s de blockchain y en la que participa Telef¨®nica a trav¨¦s de su incubadora Wayra, se muestra inquieto por el tipo de inversores que acuden a este reclamo ¡ª¡°su media de edad debe de estar en los 17 a?os¡±¡ª. Travizano explica por qu¨¦ Wibson no ha recurrido a una ICO: ¡°No queremos dar la m¨¢s m¨ªnima se?al, ni al regulador ni a la gente, de que este no es un proyecto genuino¡±.
Jes¨²s P¨¦rez reconoce los excesos, pero trata de contextualizarlos. Es cierto que en muchas ocasiones no hay mucho control sobre el uso del dinero que se recauda en la ICO; tambi¨¦n es innegable que muchos proyectos se quedan en nada. ¡°Pero estamos hablando de invertir en startups tecnol¨®gicas: esas situaciones tambi¨¦n se dan constantemente fuera del ¨¢mbito de blockchain¡±, arguye. En su opini¨®n, es necesaria una regulaci¨®n, y todo llegar¨¢, pero el cambio, afirma, es imparable.
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