Pucho (Vestusta Morla): ¡°Uso la c¨¢mara como un diario¡±

Naci¨® como Juan Pedro Mart¨ªn (Madrid, 1979), pero para todos es Pucho, vocalista y l¨ªder (aunque ¨¦l odia la palabra) de Vetusta Morla, el sexteto madrile?o santo y se?a del indie espa?ol. Una carrera de diez a?os nacida cuando el modelo de negocio de Internet todav¨ªa andaba en pa?ales: ¡°Aparecieron los Arctic Monkeys y MySpace como la panacea de la distribuci¨®n y del boca a oreja y claro, hab¨ªa que estar ah¨ª. Nos hemos ido adaptando¡±.

Para los madrile?os con inquietudes culturales Pucho es m¨¢s que conocido: no se pierde una exposici¨®n, un festival de cine o una obra de teatro. Eso s¨ª, si le dan a elegir, despu¨¦s de la m¨²sica se queda con la fotograf¨ªa y, en especial, la instant¨¢nea, esa que conocemos vulgarmente como polaroids: ¡°Siempre llevo una c¨¢mara conmigo. La uso casi a modo de diario¡±. Es curioso que un m¨²sico que desde sus inicios ha sacado jugo a eso que ¨¦l define como cacharrer¨ªa, y que incluye desde ordenadores a samplers, le tenga tanto cari?o a lo anal¨®gico: ¡°Lo que mola es captar el momento, porque despu¨¦s se puede escribir una historia a trav¨¦s de esa foto. Hoy en d¨ªa la gente tira carretes enteros o hace decenas de fotos con el m¨®vil. A m¨ª eso no me vale¡±.

Lo que mola es captar el momento... Hoy en d¨ªa la gente tira carretes enteros o hace decenas de fotos con el m¨®vil. A m¨ª eso no me vale¡±.

Las instant¨¢neas funcionan como dietario, pero como corresponde a un grupo de rock moderno, parte de esa intimidad es compartida con los fans: ¡°No soy muy partidario de las stories [de Instagram], aunque entiendo que hay que adaptarse a las nuevas formas de comunicaci¨®n¡±. Su aportaci¨®n fue Memoria instant¨¢nea (Planeta de Libros), el libro inspirado en la gira de La deriva [2014-2015]: ¡°El motivo principal era retratar las vistas desde los hoteles donde nos aloj¨¢bamos. Luego, los seis miembros escribimos un cap¨ªtulo sobre las im¨¢genes¡±. Para la gira de su nuevo disco, Mismo sitio, distinto lugar, la nueva obsesi¨®n que Pucho desea inmortalizar es una serie de cabeceros de hoteles. ¡°Los hay bastante frikis. Digamos que va a ir de dulces sue?os¡­ aunque los amaneceres tampoco los he dejado de lado¡±.

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Vistas sus fechas de contrataci¨®n, m¨¢s que un libro, se prev¨¦ que sea una enciclopedia. Vetusta Morla se ha embarcado en una gira largu¨ªsima en la que, como es habitual en su carrera, lo ins¨®lito es la norma. La pasada noche de San Juan tocaron para 38.000 personas en la explanada de la Caja M¨¢gica madrile?a. Nos confiesa que uno se siente peque?o all¨ª arriba, y m¨¢s con el equipo audiovisual que se gastan: ¡°A veces veo fotos de conciertos y pienso: ¡®Estoy haciendo un baile de la hostia y hay este pantall¨®n y con estas proyecciones¡­ ?merecer¨¢ la pena?¡¯. Pero creo que dentro del show todo suma y aporta a la emoci¨®n¡±.

La banda hasta se ha atrevido con los videojuegos, en Los r¨ªos de Alice, desarrollado por Delirium Studios, para el que escribieron ocho temas in¨¦ditos: ¡°Fue un trabajo muy bonito, de los que a m¨ª me gustaban de peque?o, de darle al tarro¡±. Estos d¨ªas no tienen tiempo para videojuegos. Pucho tiene que seguir ensayando para una gira que, despu¨¦s de verano, llevar¨¢ a Vetusta Morla a Alemania, Holanda, Suiza¡­ Y de todo ello quedar¨¢ el recuerdo en forma de instant¨¢nea tomada por esa c¨¢mara que nunca le abandona.?