La revoluci¨®n subterr¨¢nea de China traer¨¢ consigo el metro m¨¢s largo del mundo
El gigante asi¨¢tico construye m¨¢s l¨ªneas de metro que la suma del resto de pa¨ªses. Lucha as¨ª contra la congesti¨®n del tr¨¢fico y la contaminaci¨®n
El sol veraniego achicharra Shangh¨¢i. Ni siquiera los deportivos que m¨¢s rugen pueden competir con el sonido de las cigarras. Pero en los t¨²neles que la capital econ¨®mica de China horada a 20 metros bajo el suelo hace fresco e impera el silencio. Hasta que la gigantesca tuneladora que perfora la l¨ªnea 14 del suburbano m¨¢s extenso del mundo se pone en marcha. Avanza 9,6 metros al d¨ªa, y cuando en 2020 acabe su trabajo habr¨¢ a?adido 38,5 kil¨®metros a los 673 que actualmente tiene la tupida red que dibujan las 16 l¨ªneas del suburbano shanghain¨¦s.
¡°Esta es la quinta l¨ªnea en la que he trabajado en los ¨²ltimos 12 a?os, y en este tiempo he visto una gran mejora en el proceso de construcci¨®n¡±, grita Yang Jun, ingeniero jefe del proyecto, para hacerse o¨ªr. ¡°Gracias a la ¨²ltima tecnolog¨ªa, avanzamos m¨¢s r¨¢pido y de forma m¨¢s segura. Y eso a pesar de que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil trazar nuevas l¨ªneas, porque tenemos que hacerlo a mayor profundidad y con una planificaci¨®n mucho m¨¢s precisa¡±, explica. A pocos metros, una decena de trabajadores operan la tuneladora El Topo, que horada el suelo a la vez que va recubriendo las paredes con bloques de hormig¨®n que sellan el t¨²nel. ¡°Antes habr¨ªamos necesitado el triple de obreros, y cuatro veces m¨¢s tiempo¡±, apostilla Yang.
Antes, el impacto medioambiental de las operaciones tambi¨¦n habr¨ªa sido mucho mayor. Ahora, una peque?a locomotora con un volquete se encarga de transportar la tierra y los escombros que escupe El Topo hasta una planta en la que se separa. ¡°La roca y la tierra se llevan hasta otra estaci¨®n ¡ªla de Jinyue¡ª para su reciclaje y la fabricaci¨®n de diferentes materiales. Las prioridades son la seguridad y el respeto al medio ambiente, raz¨®n por la que tambi¨¦n construimos cobertizos temporales que impiden la contaminaci¨®n ac¨²stica y por polvo en las entradas a cada obra¡±, apunta el ingeniero. Es la ¨²nica forma de contener el l¨®gico enfado de los vecinos en una megal¨®polis que est¨¢ llena de agujeros.
Porque la ambici¨®n subterr¨¢nea de Shangh¨¢i es propia de los antiguos faraones. ¡°Para 2020 tendremos operativos 830 kil¨®metros de v¨ªa, y el objetivo es alcanzar los mil kil¨®metros en 2030¡±, avanza Shao Weizhong, vicepresidente de Shentong Metro, la empresa encargada de la gesti¨®n de la red. Claro que esta ambiciosa expansi¨®n no sale barata. ¡°Cada nuevo kil¨®metro cuesta entre 500 y 700 millones de yuanes [entre 65 y 92 millones de euros] en el caso de las l¨ªneas que discurren al aire libre ¡ªsobre todo en los barrios de la periferia¡ª y unos 1.300 millones de yuanes [170 millones de euros] en las l¨ªneas subterr¨¢neas¡±, informa Shao.
¡°En las ciudades europeas el costo es todav¨ªa mucho m¨¢s elevado, pero aqu¨ª aumenta r¨¢pidamente debido al encarecimiento de la mano de obra, de los materiales, y de las compensaciones que se pagan para la reubicaci¨®n de las familias afectadas por las obras¡±, a?ade el directivo. De hecho, esa ¨²ltima partida es la m¨¢s abultada. ¡°Ha habido problemas con las expropiaciones en el pasado y no queremos que se repitan. As¨ª que ofrecemos precios de mercado por las propiedades que es necesario expropiar y las quejas han disminuido hasta desaparecer casi por completo¡±, afirma orgulloso.
Hemos sido pioneros en introducir la recarga de la tarjeta de transporte con el m¨®vil y sustituir esas tarjetas por c¨®digos QR
Shao tambi¨¦n saca pecho por las innovaciones tecnol¨®gicas que ha incorporado el metro de Shangh¨¢i en el ¨²ltimo a?o. ¡°Hemos sido los primeros en introducir la recarga de la tarjeta de transporte sin contacto mediante el m¨®vil ¡ªbasta con pegarla a un tel¨¦fono equipado con chip NFC y a?adir saldo mediante un sistema de pago electr¨®nico¡ª, y tambi¨¦n hemos sido pioneros en la sustituci¨®n de esas tarjetas por c¨®digos QR en el m¨®vil ¡ªse genera en la pantalla y un sensor en la canceladora, que da acceso a la estaci¨®n, lo lee¡ª. No solo queremos que nuestro metro sea el m¨¢s largo, tambi¨¦n queremos que sea el m¨¢s moderno y eficiente del mundo¡±, sentencia Shao.
- Buscando rentabilidad
Lo que no ha hecho Shangh¨¢i es incrementar los precios de los billetes al ritmo del IPC. De hecho, sigue siendo un servicio muy econ¨®mico: el billete m¨¢s barato cuesta solo tres yuanes (40 c¨¦ntimos de euro), y el m¨¢s caro asciende a 11 yuanes (1,44 euros). Teniendo en cuenta que con ese precio se pueden recorrer m¨¢s de 50 kil¨®metros, es l¨®gico que el sistema tenga abultadas p¨¦rdidas econ¨®micas. ¡°No podemos olvidar que es un servicio p¨²blico y que tiene que adaptarse a las necesidades de toda la poblaci¨®n¡±, justifica Shao.¡°La construcci¨®n de nuevas l¨ªneas corre a cargo de las arcas p¨²blicas en un 45 %, y tambi¨¦n es el Gobierno quien cubre los intereses de los pr¨¦stamos con los que se paga el 55 % restante¡±, explica.
La meta es lograr que el uso comercial del metro cubra las operaciones diarias, algo todav¨ªa lejano: esos ingresos solo suponen un 20 % del total. Para aumentarlos, el metro de Shangh¨¢i tambi¨¦n echa mano de la tecnolog¨ªa. Adem¨¢s de conceder licencias para todo tipo de establecimientos y de curiosas m¨¢quinas de vending ¡ªcomo la de zumo de naranja exprimido al instante¡ª en las estaciones, esta megal¨®polis de 24 millones de habitantes tambi¨¦n ha instalado sorprendentes pantallas en los t¨²neles que llevan a las estaciones m¨¢s concurridas. En ellas se proyectan anuncios cuyas im¨¢genes se mueven coordinadas con la velocidad de los convoyes. ¡°Llama la atenci¨®n de los viajeros que las ven por la ventana y tienen m¨¢s impacto que las pantallas dentro de los vagones¡±, justifica Shao.
Todas estas innovaciones han convertido al metro de Shangh¨¢i en el paradigma que persiguen otras ciudades chinas. Y eso es mucho decir, porque China construye actualmente m¨¢s l¨ªneas de metro que la suma del resto del mundo. Hay obras en curso en 41 ciudades, de las cuales 26 estrenar¨¢n su red de metro. La factura es astron¨®mica: seg¨²n la prensa oficial china, el gigante asi¨¢tico invertir¨¢ casi dos billones de yuanes (263.000 millones de euros) en estos proyectos durante el lustro que concluye en 2020. Y puede que esto sea solo el principio.
Porque, actualmente, solo las ciudades con una poblaci¨®n que supere los tres millones e ingresos fiscales anuales de m¨¢s de 10.000 millones de yuanes (1.315 millones de euros) pueden solicitar la construcci¨®n de un metro. Extrapolada, esa limitaci¨®n har¨ªa que en Espa?a solo Madrid pudiese contar con un suburbano. Pero, seg¨²n el Economic Information Daily, ese m¨ªnimo podr¨ªa reducirse pronto a la mitad, lo cual abrir¨ªa una gran oportunidad de negocio y provocar¨ªa un boom sin precedentes. Sobre todo generar¨¢ oportunidades entre las empresas de construcci¨®n y los conglomerados estatales que fabrican trenes. Porque, si bien en un principio la mayor¨ªa de los convoyes ten¨ªa marca extranjera, China ha adquirido la tecnolog¨ªa y el conocimiento necesarios para construir los suyos propios y los ¨²ltimos modelos de CRRC ¡ªel gigante ferroviario estatal nacido de la fusi¨®n entre CSR y CNR¡ª ya circulan por las l¨ªneas m¨¢s modernas. Los conductores aseguran preferirlos a sus hom¨®logos de la francesa Alstom o de la japonesa Hitachi.
¡°Son m¨¢s c¨®modos y f¨¢ciles de manejar. Tambi¨¦n m¨¢s silenciosos y eficientes¡±, subraya Xia Zhiyi, responsable de los 300 conductores que recorren la l¨ªnea 3, que discurre elevada por el centro de Shangh¨¢i. ¡°Aqu¨ª tambi¨¦n es donde se forman muchos de los conductores que luego pilotar¨¢n metros por todo el pa¨ªs. Despu¨¦s de un curso de tres meses, tienen que completar seis meses de pr¨¢cticas. Es una gran escuela, porque tenemos l¨ªneas equipadas con todo tipo de tecnolog¨ªas¡±, a?ade.
EL PA?S Retina acompa?a a uno de los conductores, Fei Chaoxia, a bordo de uno de los trenes m¨¢s modernos fabricados en las instalaciones de CRRC en Ningbo. En la cabina viaja tambi¨¦n uno de los becarios, y ninguno de los dos pronuncia una palabra durante la media hora de trayecto. Desafortunadamente, la tecnolog¨ªa del trazado todav¨ªa no est¨¢ a la altura de los ¨²ltimos adelantos que incorpora el tren, as¨ª que Fei tiene que comprobar visualmente en cada estaci¨®n que todo est¨¢ correcto antes de volver a meterse en la cabina y continuar el viaje. ¡°Poco a poco vamos actualizando los sistemas de asistencia a la conducci¨®n de las l¨ªneas m¨¢s antiguas¡±, explica Xia.
- La seguridad, primero
En el Centro de Comando de Operaciones (COCC), el convoy de Fei es un punto verde en una l¨ªnea. En la gigantesca sala de control, media docena de empleados controla que los 4.000 trenes que recorren la red mantengan la puntualidad del 99,82 % registrada por el metro de Shangh¨¢i. Cualquier anomal¨ªa dispara una alarma inmediatamente, y desde la sala se pueden comunicar tanto con el conductor como con los equipos locales que ofrecen soporte t¨¦cnico en minutos.
Hasta el COCC llega tambi¨¦n la se?al de las 30.000 c¨¢maras que recogen los movimientos de los diez millones de personas que utilizan a diario, de media, el servicio p¨²blico mejor valorado de la urbe. Shangh¨¢i es, adem¨¢s, pionera en la introducci¨®n de sistemas de reconocimiento facial capaces de reconocer a cualquier pasajero. En el COCC est¨¢n convencidos de que no suponen una violaci¨®n de la intimidad sino un compromiso con la seguridad de los viajeros.
Pero no es todo de color de rosa. Seg¨²n una encuesta de 2012 ¡ªno se han vuelto a realizar m¨¢s recientemente¡ª, un 13,6 % de las usuarias del metro ha sufrido alg¨²n tipo de acoso sexual. Solo los autobuses son considerados un lugar m¨¢s peligroso para este tipo de agresiones ¡ªmencionados un 44 % frente al 38 % del metro¡ª. Y, sin duda, a esa percepci¨®n no ayud¨® el hecho de que Shentong Metro publicase una campa?a en la que se ped¨ªa a las mujeres que vistiesen recatadas para evitar el acoso. Acompa?¨® el texto con la foto de una mujer vestida con transparencias generosas y provoc¨® un airado debate.
A pesar de ello, Shao descarta introducir vagones exclusivos para ellas, como s¨ª han hecho Shenzhen y Guangzhou al sur del pa¨ªs. ¡°Lo pensamos hace unos a?os y viajamos a Jap¨®n para ver c¨®mo hacerlo, pero hay tres razones por las que no lo vemos factible. Primero, porque el enorme volumen de pasajeros lo hace inviable. En segundo lugar, porque no creemos que sea necesario, ya que los casos son muy aislados. Y, finalmente, porque pensamos que una colaboraci¨®n m¨¢s estrecha con la polic¨ªa resulta m¨¢s eficaz¡±, enumera Shao.
Para lo que s¨ª ha tomado medidas el metro de Shangh¨¢i es para evitar que se repitan accidentes como el que dej¨® 280 heridos en septiembre de 2011, cuando dos trenes chocaron en la l¨ªnea 10. Tres funcionarios fueron despedidos y otros nueve penalizados despu¨¦s de una investigaci¨®n que revel¨® fallos en los sistemas de seguridad. Desde entonces, en las cocheras del suburbano se han establecido estrictos controles que, una vez m¨¢s, son posibles gracias a la adopci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas.
28.000 personas trabajan en el metro de Shangh¨¢i, y a la mayor¨ªa nunca se les ve. Tang Jinrong es uno de ellos. Es uno de los mec¨¢nicos de la l¨ªnea 8, y est¨¢ encargado de que 40 trenes sean inspeccionados a fondo en las seis horas en las que el servicio no funciona. Armado con una linterna especial que incorpora una c¨¢mara y diferentes sensores, toma la temperatura de las ruedas, comprueba que todas las tuercas est¨¦n correctamente, y hace un recorrido visual de otras zonas cr¨ªticas. ¡°Pero, gracias a la tecnolog¨ªa, la mayor¨ªa de los chequeos los hacemos de forma remota¡±, apunta.
En la sala de control del garaje Tang muestra c¨®mo un compa?ero utiliza una c¨¢mara 4K, equipada con un zoom muy potente, para escudri?ar hasta el ¨²ltimo detalle todos los elementos el¨¦ctricos del techo. La c¨¢mara, adem¨¢s, se mueve por un ra¨ªl para evitar los puntos ciegos provocados por los pilares del edificio. ¡°De esta forma concluimos la revisi¨®n de cada tren en menos de media hora¡±, se?ala el operario.
¡°Es evidente que la construcci¨®n de una red de metro as¨ª resulta muy costosa. Pero no tenemos alternativa. La congesti¨®n del tr¨¢fico es cada vez mayor a pesar del encarecimiento de las matriculaciones ¡ªque pueden superar los 8.000 euros¡ª, y los niveles de contaminaci¨®n son tambi¨¦n m¨¢s elevados de lo deseable¡±, explica Shao. ¡°El metro es una soluci¨®n para ambos problemas, pero debe llegar a todos los barrios para ser efectivo. Por eso, queremos que en unos a?os el 80 % de la poblaci¨®n est¨¦ no m¨¢s lejos de 500 metros de una parada¡±, sentencia
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