Movilidad compartida: es hora de que las ciudades tomen la iniciativa
El autor sostiene que, para mejorar el transporte en las ciudades, lo que hace falta no son tanto soluciones tecnol¨®gicas como mejores infraestructuras
Hace unas semanas aprend¨ª una valiosa lecci¨®n en Montreal, donde pas¨¦ un fin de semana. Conocida por ser desde hace tiempo una ciudad loca por las bicicletas, su programa de bicis compartidas Bixi, que lleva nueve a?os activo, es muy usado y funciona bien, con m¨¢s de 6.000 bicicletas repartidas por sus 500 estaciones en toda la ciudad. Pero lo que realmente marca la diferencia no son las bicicletas en s¨ª, ni los muelles donde se anclan, ni el sistema de pago, sino??los 700 km de carriles-bici?separados de la calzada?que hacen que sea seguro circular. Sin inversi¨®n en infraestructuras, las bicicletas en s¨ª mismas no servir¨ªan de mucho.
Lo mismo ocurre en los Pa¨ªses Bajos: los holandeses poseen m¨¢s bicicletas por persona que cualquier otro pa¨ªs en el mundo, y casi una cuarta parte de la poblaci¨®n holandesa usa la bici a diario. En las calles de ?msterdam hay el doble de bicicletas que de autom¨®viles durante las horas punta. Y la explicaci¨®n est¨¢ en la calzada: cuentan con 35.000 km de infraestructura ciclista (carriles separados) y l¨ªmites de velocidad bajos.
Las innovaciones en infraestructuras marcan la diferencia. Y aunque puede que las bicicletas no sean el futuro del transporte, esto aplica a otras formas de transporte de las grandes ciudades. Es una lecci¨®n que merece la pena tener en cuenta dada la avalancha de noticias que tenemos ¨²ltimamente sobre nuevas forma de transporte basadas en la industria de la tecnolog¨ªa. Uber ha cambiado la forma en que mucha gente se mueve por las ciudades. Y el ¨¦xito de Uber ha generado imitadores; toda una generaci¨®n de ideas de movilidad de inspiraci¨®n tecnol¨®gica que han proliferado en Silicon Valley y China. Las bicicletas compartidas (ahora tambi¨¦n sin anclaje) y los scooters y patinetes motorizados se han ganado un sitio en los titulares de prensa junto a los modelos de carpooling y carsharing, los t¨²neles de Elon Musk y los veh¨ªculos aut¨®nomos como las formas de transporte del futuro.
Puede parecer que la innovaci¨®n en materia de movilidad procede de compa?¨ªas tecnol¨®gicas y no de las ciudades. Pero las apariencias enga?an. Son las ciudades, entendiendo como tales a ayuntamientos y ciudadanos, quienes dar¨¢n forma al tr¨¢fico del futuro. Deber¨ªan buscarse mutuamente para inspirarse, en lugar de fijarse en Uber y Tesla. Porque el verdadero desaf¨ªo no reside tanto en los veh¨ªculos como en el espacio: la clave no son los autom¨®viles, sino las carreteras.Cuando Uber pas¨® de ser un "conductor privado para todo el mundo" a ser un modo de transporte masivo prometi¨® un futuro sostenible. Necesitar¨ªamos menos espacio de estacionamiento y vivir¨ªamos mejor, en tanto que los autom¨®viles privados ir¨ªan desapareciendo, reemplazados por un transporte tan de fiar como el agua corriente. Y ayudar¨ªan a las ciudades a ser m¨¢s eficientes compartiendo sus datos sobre los flujos de tr¨¢fico, lo que permitir¨ªa optimizar el uso de nuestras carreteras. Pero resulta que, a pesar de que Uber ha crecido r¨¢pidamente a?o tras a?o, no se ha convertido en una palanca de cambio hacia un futuro con menos tr¨¢fico.
Una raz¨®n es que, sorprendentemente, Uber sigue sin ser rentable. Cada vez que publican sus cuentas trimestrales, el camino hacia la rentabilidad de la compa?¨ªa parece todav¨ªa menos seguro. Tal vez Uber haya crecido no solo gracias a su aplicaci¨®n revolucionaria, sino porque subsidia los viajes. Tarde o temprano tendr¨¢ que obtener beneficios; para quienes viajan diariamente, el coste del servicio es importante, y la idea de que todo el mundo pueda ir en Uber al trabajo puede no tener sentido a largo plazo desde el punto de vista econ¨®mico.
Los veh¨ªculos de Uber y Lyft circulan sin pasajero tanto tiempo como los taxis. No son una soluci¨®n a la congesti¨®n de las calles¡±
Una segunda raz¨®n es que Uber contribuye cada vez m¨¢s a aumentar el tr¨¢fico. En las ciudades m¨¢s grandes, Uber est¨¢ compitiendo (en vez de complement¨¢ndolo, como prometi¨®) con un transporte p¨²blico que es m¨¢s eficiente en t¨¦rminos de espacio. Nueva York es la ciudad mejor estudiada: 60.000 veh¨ªculos de Uber y Lyft est¨¢n ralentizando all¨ª el tr¨¢fico en un 30%. Estos veh¨ªculos circulan tanto tiempo sin pasajero como los taxis, muy a pesar de contar con sofisticados algoritmos para optimizar los desplazamientos, y a?aden 2,8 nuevas millas de circulaci¨®n por cada una que eliminan de los coches particulares que los usuarios dejan en casa. Incluso los servicios compartidos como Uber Pool presentan cifras similares. Esta no es forma de construir una infraestructura de transporte sostenible, y los veh¨ªculos aut¨®nomos tendr¨¢n exactamente el mismo problema. Los tel¨¦fonos inteligentes son parte de nuestro presente y de nuestro futuro, pero no solucionar¨¢n el tr¨¢fico.
- Innovaciones que aportan
Si queremos ver innovaciones m¨¢s interesantes, fij¨¦monos en Ciudad de M¨¦xico: desde que puso en marcha su sistema de metrob¨²s con carriles exclusivos y servicio frecuente, su flota en constante crecimiento (ahora m¨¢s de 700 autobuses) mueve a 1,8 millones de personas por d¨ªa. En Nueva York, Uber realiza 6 desplazamientos por veh¨ªculo todos los d¨ªas; en la Ciudad de M¨¦xico, el metrob¨²s transporta a 2.500 viajeros por veh¨ªculo. Otras formas de transporte masivo son similares: en Londres, 2 millones de personas viajan diariamente en alrededor de 700 trenes de metro, cada uno de los cuales transporta a m¨¢s de 2.000 viajeros. Cuando se trata de mover a muchas personas en una gran ciudad, el transporte p¨²blico es el camino. La congesti¨®n, como le gusta decir al experto en tr¨¢fico Jarrett Walker, es una cuesti¨®n de geometr¨ªa urbana.
Si vamos hacia un futuro de ciudades m¨¢s grandes y centros urbanos m¨¢s densos entonces tenemos que hacer que el tr¨¢fico masivo vuelva a molar y deshacernos de su imagen cutre (especialmente en Norteam¨¦rica). Ser¨¢ la inversi¨®n en carreteras, caminos y autobuses lo que mejorar¨¢ nuestras ciudades, y eso ser¨¢ posible si los ayuntamientos se miran los unos a los otros, aprendiendo de las innovaciones de los dem¨¢s y experimentando con nuevas variaciones. Cuando hablamos de tr¨¢fico, las urnas son una palanca de cambio m¨¢s importante que los tel¨¦fonos inteligentes.
Tom Slee?acumula una larga carrera en la industria del software y es muy cr¨ªtico con la llamada econom¨ªa colaborativa. Ha publicado?No One Makes You Shop at Wal-Mart: The Surprising Deceptions of Individual Choice?(2006) y Lo que es tuyo es m¨ªo. Contra la econom¨ªa colaborativa (Taurus, 2016).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Uber
- Transporte privado
- Apps
- Carsharing
- Transporte sostenible
- Consumo colaborativo
- H¨¢bitos consumo
- Coches
- Veh¨ªculos
- Pol¨ªticas movilidad
- Consumidores
- Telefon¨ªa m¨®vil multimedia
- Telefon¨ªa m¨®vil
- Consumo
- Software
- Inform¨¢tica
- Desarrollo sostenible
- Empresas
- Tecnolog¨ªas movilidad
- Urbanismo
- Econom¨ªa
- Tecnolog¨ªa
- Transporte
- Industria
- Medio ambiente