Wayra se hace mayor al abrigo de Telef¨®nica
La aceleradora de la empresa de telecomunicaciones se centra cada vez m¨¢s en apoyar proyectos de emprendedores que transformen el modelo de negocio de la multinacional
Hubo una ¨¦poca, no precisamente lejana, en la que hablar de startups, emprendimiento y venture capitals en Espa?a sonaba poco m¨¢s que a chino. Tampoco descartemos que hoy en d¨ªa alguno frunza el ce?o ante estos palabros. Por aquel entonces, hab¨ªa algunos locos que entendieron que la innovaci¨®n vendr¨ªa de la mano de peque?os empresarios con ideas brillantes relacionadas con la tecnolog¨ªa. Todo estaba por hacer. Solo contaban con referencias como el archiconocido Silicon Valley. Wayra, la aceleradora internacional de Telef¨®nica, naci¨® en esos a?os, all¨¢ por 2011. El objetivo part¨ªa de trabajar con las startups. Comprobar hasta d¨®nde pod¨ªan llegar. Siete a?os despu¨¦s, estas desconocidas han madurado, no sin turbulencias por el camino, y ya tutean a las propias multinacionales.
Tanto ha cambiado el panorama que, como recuerda Gonzalo Mart¨ªn-Villa, director global de Telef¨®nica y previamente al frente de Wayra, antes las startups mor¨ªan nada m¨¢s abandonar sus instalaciones por lo d¨¦biles que eran. ¡°Solo el espacio f¨ªsico era un problema en s¨ª mismo¡±, recalca. Pero todo esto suced¨ªa en la g¨¦nesis, cuando los cimientos del entorno no estaban ni construidos. La fotograf¨ªa ha mutado del blanco y negro al color en pocos a?os. ¡°Al principio, era pr¨¢cticamente imposible hacer negocio con Telef¨®nica. Mediaba un abismo. Sin embargo, con la madurez adquirida por ambas partes han aprendido c¨®mo funciona este ecosistema. Incluso ya desde dentro de la propia Telef¨®nica llaman a Wayra para saber lo que tienen¡±, sostiene.
Los emprendedores no llegan a todas las patas del negocio de las grandes compa?¨ªas, pero su posici¨®n ha mejorado radicalmente. En palabras de Miguel Arias, director global de emprendimiento de Telef¨®nica, la relaci¨®n de poder cada vez est¨¢ m¨¢s del lado de las startups. Basa su afirmaci¨®n en que tienen la posibilidad de trabajar con las organizaciones que deseen al poseer una tecnolog¨ªa v¨¢lida para cualquiera de ellas. ¡°La gran noticia para el emprendedor es que Telef¨®nica te valida el producto y puedes llamar a la puerta que quieras. O cooperamos juntos o nadie gana¡±, argumenta. En su opini¨®n, el empoderamiento se resume en que ahora son las multinacionales las que piden que les presenten a quienes les pueden ayudar.
El viaje hacia el tuteo ha requerido de ciertas reflexiones y cambios de actitud que parec¨ªan impensables. Uno de los valores de las startups es que aprenden mucho m¨¢s r¨¢pido que los mastodontes corporativos. Este aprendizaje cuenta con una dosis de prueba-error que resultaba, en principio, inasumible para una compa?¨ªa del tama?o de Telef¨®nica. ¡°Hab¨ªa una mentalidad de que ten¨ªas que lanzar los productos alicatados hasta el techo, pero tienes que adaptarte a probar cosas. Ahora lo hacemos naturalmente hasta dentro de la casa¡±, afirma Mart¨ªn-Villa mientras pone en valor la aparente paciencia mostrada por la compa?¨ªa de telecomunicaciones para recoger los frutos obtenidos a largo plazo con Wayra.
- Reducir la complejidad tecnol¨®gica
El ritmo fren¨¦tico de la innovaci¨®n no entiende de tiempos ni tampoco de posibles proyectos que se agolpen uno detr¨¢s de otro. Para el m¨¢s m¨ªnimo problema, la tecnolog¨ªa se presenta como la soluci¨®n infalible para erradicar cualquier mal. Esta tendencia, en la que est¨¢n inmersas tanto startups como organizaciones, resulta un arma de doble filo. El director global de Telef¨®nica apela a una navaja de Ockham tecnol¨®gica si no queremos perdernos ante un mar de opciones. ¡°El futuro discurre por que la tecnolog¨ªa sea m¨¢s sencilla. Cada vez hay m¨¢s y m¨¢s cosas, ya sean wearables, blockchain o inteligencia artificial. La interacci¨®n tiene que ser menos problem¨¢tica e intuitiva para las personas¡±, zanja.
Una de las ventajas para Espa?a, seg¨²n Arias, es que los emprendedores pueden competir sin necesidad de envidiar en exceso al extranjero. Seg¨²n Arias, la situaci¨®n presente del entorno ha mejorado sobremanera. ¡°Tenemos autonom¨ªa en t¨¦rminos de financiaci¨®n. Tambi¨¦n hay gente de fuera que puede reclutar a quien quiera de nuestro pa¨ªs. Hasta creo que es positivo que haya startaperos que se vayan y vuelvan porque crean una conexi¨®n¡±, precisa. Para contextualizar la situaci¨®n actual, hay que tener en cuenta, tal y como a?ade Arias, que los ecosistemas de emprendedores duran ciclos de unos cinco a?os. Cada vez que termina uno, el siguiente es m¨¢s potente. En Espa?a estamos en el tercer o cuarto ciclo, mientras que en Estados Unidos llevan en torno a una veintena.
El cambio que queda por delante para terminar de consolidar la relaci¨®n est¨¢ m¨¢s vinculado con una cuesti¨®n de orgullo. ¡°En Espa?a somos un poco cenizos. Nos cuesta festejar los ¨¦xitos de pa¨ªs. En Latinoam¨¦rica, por ejemplo, s¨ª hay modelos a seguir que generan ruido y se insiste en que los proyectos se pueden culminar. Sirven para crecer¡±, concluye Mart¨ªn-Villa. No sabemos hasta qu¨¦ punto conviene sacar pecho, pero parece claro que tanto startups como multinacionales han llegado a un punto de acuerdo beneficioso para ambas. Ahora falta que esta luna de miel la avalen los propios usuarios, quienes, a fin de cuentas, determinar¨¢n si prefieren el tuteo o mantener una distancia prudencial.
Trabajar con 200 ¡®startups¡¯ en los pr¨®ximos dos a?os
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