Los millennials urbanos no tocan el efectivo ni con un palo

El d¨ªa menos pensado y en un futuro no muy lejano, un abuelo mirar¨¢ a un nieto todo vestido de wearables y le dir¨¢: "Pues yo a tu edad pagaba con monedas y billetes". Y as¨ª, sin m¨¢s, el met¨¢lico caer¨¢ en el mismo saco que los casetes. Y el busca. Y se reencontrar¨¢ con su primo el cheque.

Espa?a entera se est¨¢ despidiendo progresivamente del efectivo y parecer¨ªa que los millennials ya lo han hecho. Seg¨²n los datos analizados por BBVA Data & Analytics, los menores de 35 a?os realizan un 80% de sus transacciones con tarjeta, mientras que las retiradas de efectivo en cajero quedan arrinconadas, al representar un triste 20% del total de transacciones.

En las grandes ciudades, el uso de tarjeta se ha incrementado un 170%

• Al menos en Espa?a

"Los millennials son una generaci¨®n mucho m¨¢s relacionada con la tecnolog¨ªa. Entre eso y que es un rollo ir al cajero a sacar dinero porque cada vez hay menos o hay m¨¢s limitaciones...", razona Ana Laguna, cient¨ªfica de datos en BBVA Data & Analytics. Hablamos, no obstante, de los millennials espa?oles. En otros pa¨ªses, las diferentes relaciones con las entidades bancarias y las barreras a la hora de acceder a la tarjeta cambian el panorama. "En Estados Unidos hay otro tipo de estudios que precisamente los millennials son los m¨¢s aversos a tener tarjeta de cr¨¦dito porque son los m¨¢s aversos a endeudarse. No quieren tener una relaci¨®n tan estrecha con el banco como las generaciones previas", apunta Juan Murillo, responsable de divulgaci¨®n de anal¨ªtica de BBVA Data & Analytics.

Este relevo generacional ya hab¨ªa sido detectado por los autores de otro estudio de BBVA Research, que determinaron que los menores de 35 realizan un 44% menos de retiradas en efectivo que la media de la poblaci¨®n espa?ola, mientras que los mayores de 60 a?os retiran un 33,2% m¨¢s de dinero en cajeros que el resto. "A medida que las generaciones de mayor edad den paso a las nuevas generaciones, nos acercaremos a una sociedad sin efectivo en el largo plazo", se?alaron.

• Abandono generalizado
  

Los millennials est¨¢n abanderando una transici¨®n que no acaba en ellos. Seg¨²n los datos recopilados y analizados por BBVA Data & Analytics, la deriva hacia una sociedad sin met¨¢lico es generalizada en todos los grupos de edad y en Espa?a al completo. Solo var¨ªa velocidad del cambio.

As¨ª, en las grandes ciudades, el uso de tarjeta se ha incrementado un 170% entre enero de 2015 y enero de 2018, mientras que en las medianas este mismo aumento se ha quedado en cotas del 92%, y en las peque?as, que tambi¨¦n lo registran, se aprecia una subida del 47%. Es decir, los asentamientos de mayores dimensiones pr¨¢cticamente duplican el aumento del n¨²mero de transacciones de los medianos y estos ¨²ltimos hacen lo mismo con los peque?os.

"Lo que tambi¨¦n vemos es que cuando se trata de hacer compras grandes, en el medio rural, s¨ª que se est¨¢ utilizando m¨¢s la tarjeta. Quiz¨¢ las plataformas de venta online est¨¢n llenando un vac¨ªo de oferta que puede darse en el medio rural, donde el tejido comercial sufre por muchos motivos", comenta Murillo. Sin embargo, la progresiva reducci¨®n de la red de cajeros e incluso de sucursales no parece estar dejando una huella notable en los datos.

• ?Edad o residencia?

"El relevo generacional unido a la era de la digitalizaci¨®n que estamos viviendo y los avances en regulaci¨®n de medios de pago, favorecen que poco a poco vaya habiendo una transici¨®n general que ser¨¢ m¨¢s notable en grandes ciudades pero ir¨¢ ocurriendo poco a poco en el resto", explica Murillo. El responsable de divulgaci¨®n de anal¨ªtica de BBVA Data & Analytics est¨¢ convencido del influjo de la pertenencia a cierta generaci¨®n y el lugar de residencia sobre la propensi¨®n al pago con pl¨¢stico, pero ve m¨¢s determinante esta ¨²ltima. "Yo dir¨ªa que la edad es importante, pero el contexto geogr¨¢fico lo es todav¨ªa m¨¢s".

Su tesis se hace patente en la distribuci¨®n del gasto con tarjeta por las provincias espa?olas. "Los m¨¢ximos se dan en las m¨¢s urbanas: Vizcaya, Madrid, Barcelona, Valencia...", se?ala. De hecho, aunque es cierto que las provincias m¨¢s envejecidas de Espa?a tienden a situarse en el rango bajo en lo relativo a su uso de tarjeta, no son necesariamente las m¨¢s ancladas al pl¨¢stico. "A nivel consumo, a m¨ª me llam¨® la atenci¨®n que en ciudades peque?as y medianas se sigue usando mucho para el tema de pagar en hipermercados, gasolina... En las grandes ciudades se paga en moda, en bares...", a?ade Laguna.

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• La sorpresa del contactless

Aunque, en general, el an¨¢lisis de BBVA Data & Analytics fue confirmando las tendencias que avanzaba el estudio anterior, el apartado de nuevos medios de pago tra¨ªa novedades: "Nos sorprendi¨® que de repente vemos que ya ha habido ese salto hacia el contactless. No esper¨¢bamos encontrarlo ya", se?ala Laguna.

De hecho, a finales de 2017 el?contactless super¨® por primera vez al chip. La misma tecnolog¨ªa que en marzo de 2015 supon¨ªa menos del 6% del total de pagos concentr¨® tres a?os despu¨¦s casi la mitad (49,5%). Mientras tanto, los pagos con chip han ca¨ªdo hasta el 33,1% y los que emplean la banda magn¨¦tica suponen un anecd¨®tico 3,3% del total. Tras esta transici¨®n al pago sin contacto, estar¨ªan, una vez m¨¢s, los millennials, cuya avidez de tarjetas incorpora a mayor velocidad las novedades. "Una cosa lleva a la otra", sentencia Laguna.