La inteligencia artificial no nos har¨¢ tontos
Ciertas habilidades ser¨¢n menos ¨²tiles, pero har¨¢n falta otras. Alguna muy antigua.
Reconozc¨¢moslo: no sabr¨ªamos sobrevivir en una isla desierta, o nos costar¨ªa mucho m¨¢s que a un sapiens del Paleol¨ªtico, no digamos un simio com¨²n. Sufrir¨ªamos para encender fuego con palos o piedras, habilidad que dominaban bien los neandertales. M¨¢s actual: las calculadoras nos han hecho perder la capacidad de hacer una divisi¨®n con muchos d¨ªgitos, que nuestros abuelos resolv¨ªan con l¨¢piz y papel.
Hace a?os que no memorizamos n¨²meros de tel¨¦fono, ni siquiera de nuestra gente m¨¢s cercana. Quiz¨¢s pronto nos cueste orientarnos en las ciudades sin Google Maps ni Waze. En algo m¨¢s de tiempo nos olvidaremos de conducir autom¨®viles porque ir¨¢n solos.
¡°Tal vez nuestra inteligencia puede disminuir porque la de las m¨¢quinas crezca¡±, alerta Ranga Yogeshwar, f¨ªsico y divulgador, para quien estamos atravesando una l¨ªnea peligrosa: innovar sin entender los sistemas que creamos ni sus consecuencias. ¡°El desarrollo de la inteligencia artificial nos fuerza a repensar qu¨¦ somos y qu¨¦ nos hace humanos¡±, dice.
No es nuevo que podamos utilizar tecnolog¨ªa sin entenderla. Desde la revoluci¨®n agr¨ªcola y la aparici¨®n de las ciudades, los humanos nos hemos entregado a la especializaci¨®n. Confiamos el progreso al conocimiento colectivo. A los que no somos herreros ni se nos ocurre manipular metales fundidos. Si no confi¨¢ramos en los ingenieros aeron¨¢uticos nunca montar¨ªamos en un avi¨®n.
Somos m¨¢s inteligentes como especie que de uno en uno, aunque el genio sea individual. No, la inteligencia artificial no va a volvernos tontos. La escritura fue un gran impulso al conocimiento aunque devaluara el arte de memorizar y recitar los relatos. Algunas habilidades se demostrar¨¢n sobrevaloradas, quiz¨¢s las que menos se espera, y otras nos har¨¢n m¨¢s falta.
¡°Demasiadas escuelas se centran en que se aprenda de memoria la informaci¨®n. En el pasado esto ten¨ªa sentido, porque esta escaseaba¡±, escribe Yuval Noah Harari en 21 lecciones para el siglo XXI (Debate). Sin embargo, hoy ¡°lo ¨²ltimo que un profesor tiene que proporcionar a sus alumnos es m¨¢s informaci¨®n. Ya tienen demasiada. En cambio, la gente necesita la capacidad de dar sentido a la informaci¨®n¡±, sostiene el pensador israel¨ª.
La educaci¨®n, que no ser¨¢ solo cosa de ni?os y j¨®venes, tendr¨¢ que prepararnos para reinventarnos una vez tras otra, por estresante que parezca. Pero sobre todo, concluye Harari, ser¨¢ imprescindible que nos conozcamos bien a nosotros mismos, o de lo contrario los algoritmos manipular¨¢n nuestra mente y nuestra vida m¨¢s de lo que ya hacen hoy.
Tanto insistir en las habilidades t¨¦cnicas y lo que m¨¢s falta nos va a hacer, por fin se han dado cuenta tambi¨¦n los pol¨ªticos, es la filosof¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.