?Comprar¨¢ Facebook ¡®The New York Times¡¯?
En los ¨²ltimos a?os se observa una tendencia llamativa: empresarios tecnol¨®gicos invierten en el negocio de los medios de comunicaci¨®n. ?Qu¨¦ buscan con estas adquisiciones?
Facebook no ha mostrado su inter¨¦s por comprar The New York Times. Entonces, ?a qu¨¦ viene este titular? Precisamente, a que no ser¨ªa extra?o que lo hiciese. Sus precedentes ¡ªque los tiene¡ª invitan a hablar de una tendencia m¨¢s que de una serie de casos aislados. Si Mark Zuckerberg se interesara por la cabecera estadounidense, no ser¨ªa el primer l¨ªder tecnol¨®gico en apostar por el negocio de los medios de comunicaci¨®n.
El pasado septiembre, Marc Benioff, m¨¢ximo responsable de Salesforce, compr¨® la revista Time por 160 millones de euros. Un mes despu¨¦s, Craig Newmark, el millonario fundador de Craigslist, emple¨® una d¨¦cima parte de esta cantidad en lanzar The Markup, que se autoproclama un medio sin ¨¢nimo de lucro para analizar el comportamiento de las grandes tecnol¨®gicas. Tambi¨¦n aport¨® m¨¢s de dos millones para fundar un medio digital sobre noticias de Nueva York y don¨® otros 17 millones a la Facultad de Periodismo de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, que le puso su nombre en agradecimiento.
En 2013, Jeff Bezos, la cabeza visible de Amazon, adem¨¢s del hombre m¨¢s rico del mundo, compr¨® el peri¨®dico The Washington Post por 190 millones de euros. Ese mismo a?o, el fundador de eBay, Pierre Omidyar, mostraba su inter¨¦s en fundar un medio sin ¨¢nimo de lucro con una inversi¨®n similar. Su anuncio tom¨® forma bajo el nombre de First Look Media, una organizaci¨®n de noticias enfocada en realizar periodismo independiente. Algunos de sus redactores abandonaron la publicaci¨®n poco tiempo despu¨¦s acus¨¢ndola de presumir de unas intenciones que estaban lejos de materializarse en la pr¨¢ctica. Tres a?os antes, el magnate de las telecomunicaciones Xavier Niel hab¨ªa invertido una importante suma de dinero para hacerse con el control del diario franc¨¦s Le Monde.
Podr¨ªamos seguir enumerando casos similares si no nos asaltase una pregunta inevitable: ?A qu¨¦ responde esta tendencia? Porque, si analizamos la compra de The Washington Post desde un punto de vista exclusivamente financiero, hay que reconocer que la publicaci¨®n no atravesaba sus mejores d¨ªas. El propio Bezos admiti¨® entonces que no era el negocio m¨¢s pr¨®spero de su vida. La oportunidad ven¨ªa de la mano de la entrada de la tecnolog¨ªa en el panorama cambiante de la prensa, como en tantos otros sectores.
¡°No creo que el inter¨¦s en tener una mayor influencia pol¨ªtica fuera determinante en esta decisi¨®n de compra; podr¨ªa tener m¨¢s que ver con cierta visi¨®n innovadora¡±, expone el experto en estrategia y desarrollo de negocios digitales Pepe Cerezo. El autor de Los medios l¨ªquidos considera que la multinacional puede aprovechar la adquisici¨®n de la cabecera para explorar nuevas oportunidades para generar valor. ¡°Amazon Prime ya integra contenidos del peri¨®dico y los entiende como un servicio m¨¢s que como un producto¡±, expone. ¡°Los medios se ven afectados por cualquier cambio tecnol¨®gico. Son un sector muy peculiar y pueden convertirse en el gran laboratorio de la transformaci¨®n digital¡±.
Una opini¨®n que comparte Miquel Pellicer, director de comunicaci¨®n del grupo Lavinia. ¡°El grado de influencia de Amazon en nuestras vidas tiene m¨¢s que ver con Amazon que con lo que se publica en el Post, aunque sea un medio muy relevante¡±, plantea. Para ¨¦l, la inversi¨®n tiene sentido si se entiende como una apuesta por el futuro de la prensa en el entorno digital. Y el mejor ejemplo de ello es Arc Publishing, la plataforma tecnol¨®gica que ha desarrollado el diario y emplean otros medios como EL PA?S. ¡°Arc simplifica 20 de los 45 pasos que suelen seguir los periodistas para publicar una noticia¡±, explica. ¡°Amazon es una empresa a la que se le da muy bien cuidar la experiencia de usuario y esa visi¨®n aporta mucho valor a la transformaci¨®n de un peri¨®dico¡±.
La visi¨®n del entorno digital es solo uno de los motivos que mueven a los magnates tecnol¨®gicos para entrar en la industria. Las inversiones de Benioff o Newmark, por citar algunos, presentan diferencias notables con la de Bezos. Cerezo opina que en EE UU existe cierta visi¨®n idealizada de la figura del editor y no descarta que este fen¨®meno se repita de la mano de una fuerte motivaci¨®n filantr¨®pica. ¡°Socialmente, dirigir un medio es algo que tiene mucho valor, un componente de ego movido por la vocaci¨®n de trascender. No me extra?a que sea atractivo para el millonario tradicional americano¡±, defiende.
Por su parte, Julia Cag¨¦, autora del libro Salvar los medios de comunicaci¨®n, rechaza definir a la mayor¨ªa de estos millonarios tecnol¨®gicos como fil¨¢ntropos; prefiere hablar de ellos como los nuevos propietarios de los peri¨®dicos. ¡°Una gran parte de estos magnates parece preocuparse mucho por la regulaci¨®n o, m¨¢s concretamente, por la garant¨ªa de ausencia de regulaci¨®n, en particular en el caso del comercio electr¨®nico y del sector de las telecomunicaciones¡±, critica la economista francesa. ¡°La adquisici¨®n de un medio de comunicaci¨®n puede ser para muchos de ellos una forma de obtener acceso a los pol¨ªticos¡±.
La adquisici¨®n de un medio de comunicaci¨®n puede ser una forma de obtener acceso a los pol¨ªticos
Julia Cag¨¦, autora del libro Salvar los medios de comunicaci¨®n
Cag¨¦ engloba en la categor¨ªa de iniciativas filantr¨®picas a ProPublica, una agencia de noticias sin ¨¢nimo de lucro fundada por los multimillonarios Herbert y Marion Sandler, pero se refiere al caso de Bezos o al de Benioff como un modelo de patrocinio. Adem¨¢s, niega que estos referentes tecnol¨®gicos entiendan mejor que otros accionistas c¨®mo deber¨ªa ser el modelo de negocio de la prensa en el futuro. ¡°Ganar dinero gracias a la tecnolog¨ªa en un sector concreto no te convierte en un experto en el funcionamiento de la industria de los medios¡±, opina. ¡°No creo que lo est¨¦n haciendo peor desde el punto de vista del conocimiento, pero tampoco lo est¨¢n haciendo mejor¡±.
La economista tambi¨¦n se?ala las diferencias en la gesti¨®n que hacen estos magnates de sus nuevas empresas. El fundador de Amazon ha invertido bastante en The Washington Post, Xavier Niel ha hecho lo propio en Le Monde y sus plantillas han crecido en consecuencia. ¡°Pero Patrick Drahi ¡ªempresario tecnol¨®gico franco-israel¨ª que controla diversos medios de comunicaci¨®n en todo el mundo¡ª ha reducido a la mitad el tama?o de las redacciones de las empresas que compr¨®, lo que conlleva un efecto negativo en la cantidad y la calidad de la informaci¨®n que produce¡±, lamenta.
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