Las profec¨ªas de Chetan Dube: androides casi humanos, renta b¨¢sica y un m¨¦dico en tu reloj
El presidente de IPsoft describe el futuro que nos traer¨¢ la inteligencia artificial. Y los plazos que pone son m¨¢s cortos de lo que piensas.
Hace un a?o, Chetan Dube afirm¨® que dentro de nueve no sabremos distinguir androides de humanos. "Creo que ser¨¢ antes", corrige el presidente de IPSoft desde la perspectiva de 2019. Ahora faltan siete. En 2025, las fronteras entre los organismos de carbono e hidr¨®geno y los de s¨ªlice seran casi imperceptibles. As¨ª lo ve este profeta moderno.
Y as¨ª lo proclama a su paso por Madrid, sentado en un sof¨¢ de cuero en una sala de reuniones de un centro de negocios de WeWork. "Esto est¨¢ pasando en el mundo. Y Amelia es emblem¨¢tica de ese cambio en que las m¨¢quinas empezar¨¢n a ser compa?eras de los humanos". Amelia es el fruto de los ¨²ltimos veinte a?os de trabajo de Dube. Todav¨ªa no tiene cuerpo, pero ya es la personificaci¨®n de la apuesta de IPsoft para el futuro. Su empleada m¨¢s importante. La ¨²nica capaz de trabajar a la vez en m¨¢s de 50 multinacionales.
La inteligencia artificial que da vida a Amelia es la que quita el sue?o a Dube desde que ley¨® la primera frase escrita por Alan Turing en su tesis: "Propongo considerar esta cuestion: ?Las m¨¢quinas pueden pensar?".
- Nostradamus con pajarita
Matem¨¢tico de formaci¨®n, el presidente de IPsoft no parece ni lo uno ni lo otro. Viste al rev¨¦s del CEO en zapatillas, con americanas de ricos tejidos y pajaritas al borde de la extravagancia. Tal vez retazos de su breve etapa como profesor en la Universidad de Nueva York.
Habr¨¢ un doctor en tu Apple Watch dentro de cinco a?os.
Va urdiendo el futuro con prisas, pero sin renunciar a las pausas dram¨¢ticas. "?No est¨¢s esclavizada? ?No est¨¢s encadenada? ?Cu¨¢nto de tu tiempo dedicas al pensamiento creativo?", interroga. En el porvenir que nos promete Dube no hay grilletes. "A duras penas dedicas un 20% de tu tiempo al pensamiento creativo. El resto est¨¢s cruzando la calle, andando, sacando la basura, aspirando, haciendo la compra. ?Y si te liberasen? ?Y si pudieras dejar que las m¨¢quinas se encargasen de todo?". En su ma?ana, no tendremos ni que ir al m¨¦dico. "Habr¨¢ un doctor en tu Apple Watch dentro de cinco a?os. Diagnosticar¨¢ tus enfermedades perfectamente. Tomar¨¢ tu presi¨®n sangu¨ªnea, te har¨¢ un an¨¢lisis sin siquiera una incisi¨®n, te dir¨¢ exactamente qu¨¦ padeces y se encargar¨¢ de que un dron te traiga los medicamentos".
Sue?a con la inteligencia artificial general -la tiene agendada para 2030-, pero no la cree capaz de superarnos, al menos hasta donde alcanza su clarividencia. "Puedo escribir un programa para ganarte al ajedrez. Puedes ser super inteligente y yo una est¨²pida m¨¢quina. Te ganar¨¦. Explotar¨¦ todos los espacios posibles y asignar¨¦ una puntuaci¨®n a cada uno. ?Es esto inteligencia? Es fuerza bruta. ?Crees que con esa clase de pensamiento conseguiremos la cura del c¨¢ncer?".
- Inteligencia artificial artificial
Mientras Dube insiste en que a¨²n seguiremos siendo irrepetibles durante una larga temporada, Sophia, el busto parlante de Hanson Robotics, sigue dando la vuelta al mundo entre ba?os de aplausos y cr¨ªticas que la consideran una falsa representaci¨®n de las capacidacidades reales de la inteligencia artificial actual. "Intento no comentar otras tecnolog¨ªas, pero esas acusaciones son ciertas. Un ejecutivo de Accenture lo expres¨® muy bien: 'Estamos en la era de la inteligencia artificial artificial'. Gran parte del sector se ha convertido en una estratagema de marketing", sentencia.
?Qu¨¦ nos hace diferentes? Pienso luego existo
"Este es un hueso duro de pelar. He dedicado m¨¢s de dos d¨¦cadas y media de mi vida a investigar estos algoritmos. De verdad es necesario entender c¨®mo funciona el cerebro humano", insiste. Quien lo consiga, explica, tendr¨¢ que dotar a su criatura de algo parecido a un hipocampo, para almacenar los datos que componen la memoria sem¨¢ntica. Hecho esto, necesitar¨¢ otro espacio para la memoria relacionada con eventos, esa que nosotros guardamos en nuestro l¨®bulo frontal. Y a¨²n le faltar¨¢ reproducir la memoria afectiva, la que determina nuestras conexiones emocionales con el entorno.
"?Por qu¨¦ los humanos gobiernan el planeta? Hay muchos animales m¨¢s poderosos. T¨² pareces muy sana, pero no te meter¨ªa en una jaula con un le¨®n", razona. La respuesta a esta pregunta, se le ocurri¨® durante un safari por Kenia, a orillas del r¨ªo Mara. "Todos los a?os, los ant¨ªlopes van al mismo r¨ªo. Hay cocodrilos que esperan ah¨ª. Y todos los a?os ven que la hierba parece m¨¢s verde al otro lado, as¨ª que corren hacia ella. Se est¨¢n matando, pero lo hacen todos los a?os. ?Qu¨¦ nos hace diferentes? Je pense, donc je suis. Pienso luego existo".
Seg¨²n Dube, los humanos no vamos corriendo detr¨¢s de los ant¨ªlopes a las fauces de los cocodrilos por en¨¦simo a?o consecutivo porque tenemos neoc¨®rtex. As¨ª se llaman las partes m¨¢s evolucionadas de la corteza cerebral de los mam¨ªferos, que alcanzan en nosotros su m¨¢ximo desarrollo. "Ah¨ª est¨¢ la creatividad humana, el ¨¢rea donde el reinado del ser humano es supremo. Ni siquiera entiendo por qu¨¦ intentamos luchar con las m¨¢quinas en tareas comunes. Perderemos siempre. No podemos luchar contra ellas por aspirar el suelo, conducir un coche o pilotar un avi¨®n", se?ala.
- El fin del trabajo
Antes de poder rendirnos a las m¨¢quinas y tumbarnos a la bartola tendremos que poner algunas normas. "El marco regulatorio de algunas naciones no es como el de otras. Esto es causa de preocupaci¨®n. Necesitaremos una Carta de las Naciones Unidas para los humanos artificiales y tiene que establecer ciertas gobernanzas fundamentales de c¨®mo ser¨¢n estos seres para asegurar que no aparecen comportamientos o naciones deshonestas que implementan estas tecnolog¨ªas sin respetar lo que ser¨ªan buenas pr¨¢cticas", razona Dube.
Entre las l¨ªneas rojas que prescribe el presidente de IPsoft est¨¢ la que protege nuestra privacidad, que ya considera comprometida en manos de los grandes motores de b¨²squeda: "Tenemos que establecer leyes que digan que las m¨¢quinas no pueden operar en terrenos donde invaden privilegios humanos".
Dispuestas las cortapisas, en el futuro seg¨²n Dube s¨®lo faltar¨¢ que los gobiernos hagan su trabajo, para que nosotros no tengamos que hacer el nuestro. "Existe el concepto de renta m¨ªnima viable", insin¨²a. ?Su receta? Democratizar los frutos de la inteligencia artificial y redistribuir la riqueza que generar¨ªa una horda de m¨¢quinas trabajando las 24 horas. Despu¨¦s, Chetan Dube podr¨¢ irse a la playa. O retomar clases de canto de las que le echaron cuando era ni?o. O las de baile que emprendi¨® despu¨¦s. Y t¨² tambi¨¦n.
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