El mundo de las energ¨ªas renovables, de un vistazo
El CECOER, de Acciona, es el mayor centro de gesti¨®n de las energ¨ªas renovables. Situado en Pamplona, en sus tripas se encuentran los d¨ªgitos que manejan cientos de instalaciones energ¨¦ticas en 19 pa¨ªses.
En el muy improbable caso de que usted circule por la Ronda Este de Pamplona a la altura de la Ciudad de la Innovaci¨®n un 31 de diciembre y a la hora de las campanadas ver¨¢, como es natural, todas las oficinas a oscuras. Excepto una. En el CECOER de la sede de Acciona Energ¨ªa hay luz seguro. Once ingenieros est¨¢n de guardia. No pueden parar, ni una de las 8.760 horas del a?o. ¡°Nunca podr¨¦ montar una cena de todo el equipo junto¡±, dice su director, Santxo Laspalas.
La panor¨¢mica desde la azotea abarca la ecociudad de Sarriguren, el monte de San Crist¨®bal o el parque e¨®lico de El Perd¨®n. Pero desde el interior del edificio las vistas alcanzan medio planeta, penetran en instalaciones de energ¨ªa renovable repartidas por 19 pa¨ªses, adem¨¢s de Espa?a, en los cinco continentes. Pertenecen a la compa?¨ªa o a 14 clientes nacionales e internacionales que contratan al CECOER su gesti¨®n remota.
La lista: 296 parques e¨®licos, 81 centrales hidroel¨¦ctricas, 24 fotovoltaicas, una termosolar, tres plantas de biomasa y 265 subestaciones de transformaci¨®n. Al otro lado de este cerebro superdotado y controlador, esas instalaciones generan energ¨ªa equivalente al consumo medio de nueve millones de hogares. La mitad de esa electricidad se produce y consume en Espa?a, de ah¨ª que el CECOER se someta a los inflexibles par¨¢metros de seguridad del CNPIC, el Centro Nacional de Protecci¨®n de Infraestructuras Cr¨ªticas. De esas que si se caen, nos caemos.
Por fuera es discreto pero dentro no puede disimular esa etiqueta de infraestructura estrat¨¦gica. Podr¨ªa servir de escenario para un thriller donde alguien juega a dominar el mundo con ese videowall tama?o estadio, el mapamundi de pa¨ªses destacados en rojo y puestos de control con seis monitores cada uno, como el vigilante de un per¨ªmetro de seguridad. O como un ¨¢rbitro del VAR. Conexi¨®n con el parque e¨®lico Tatanka, el nombre navajo de bisonte, entre las dos Dakotas de EE UU. Es una imagen cenital que al principio parece un gr¨¢fico de videojuego, pero es real, de sat¨¦lite y muestra a los molinos funcionando entre praderas y lagos. Tambi¨¦n se ve lo que no se ve: un chorro de informaci¨®n big data que se actualiza cada tres o cuatro segundos. El r¨¦gimen de vientos, su fuerza y direcci¨®n, los par¨¢metros meteorol¨®gicos, sus previsiones en el entorno, la energ¨ªa que produce cada generador a cada instante, el hist¨®rico de rendimiento¡ Proyecta una radiograf¨ªa anat¨®mica de cada turbina pieza a pieza, en c¨®digos de colores, y controla, entre literalmente millones de datos, si las palas giran bien de forma aut¨®noma para ofrecer el ¨¢ngulo exacto o si las temperaturas y la presi¨®n del sistema hidr¨¢ulico est¨¢n en el rango correcto.
Un mando a distancia planetario
El CECOER es un mando a distancia profesional. Y tambi¨¦n responde a la curiosidad de un reportero lego. ?Por qu¨¦ esos molinos est¨¢n parados si hay viento? Porque es demasiado viento, supera los 25 metros por segundo. El propio molino bloquea las palas para no forzar la maquinaria, igual que un barco pliega velas en un cicl¨®n. ?Por qu¨¦ esa g¨®ndola gira 360?? Siempre sigue al viento y como ha soplado en todas las direcciones alrededor, igual que las agujas de un reloj, tiene que rotar en sentido contrario para no estrangular los cables que bajan a tierra.
Al conocimiento e¨®lico se suman los datos de las dem¨¢s instalaciones. El sistema monitoriza, panel a panel, las plantas fotovoltaicas, detecta incluso una merma de rendimiento por un exceso de polvo sobre la superficie. Los t¨¦cnicos pueden cercar la causa por las diferencias milim¨¦tricas de generaci¨®n entre grupos de placas o mediante los datos de drones equipados con c¨¢maras t¨¦rmicas. Problema: suciedad. Soluci¨®n: una orden a los robots de mantenimiento para que pasen la bayeta. Suma y sigue en informaci¨®n: desde el poder cal¨®rico de los tipos de biomasa al bombeo reversible o el control de esclusas en centrales hidroel¨¦ctricas.
La obsesi¨®n por el dato se entiende mejor si eres un empleado de mantenimiento en el parque Tatanka, y a las tres de la ma?ana, 30 grados bajo cero, tienes que visitar la turbina a ver por qu¨¦ demonios falla. El CECOER soluciona desde Pamplona el 60% de esas incidencias t¨¦cnicas. Y si hay que presentarse en persona, es muy probable que ya sepa la causa exacta de la aver¨ªa y qu¨¦ tecla la remedia.
No solo permite imponerse a la casu¨ªstica. ¡°Adem¨¢s de gestionar las instalaciones, tenemos que cumplir a rajatabla los par¨¢metros de los operadores de las redes el¨¦ctricas en cada pa¨ªs [aqu¨ª, Red El¨¦ctrica de Espa?a]. Ninguna broma, si no cumples al 100%, te desconectan. El control total que nos permiten los sensores, el procesamiento de sus datos y la red de comunicaci¨®n planetaria hace perfectamente previsible la generaci¨®n de energ¨ªa renovable. Un avance hist¨®rico, disruptivo y, antes de la digitalizaci¨®n, un imposible¡±, explica Santxo Laspalas.
En otras palabras, el sistema de gesti¨®n puede adaptar autom¨¢ticamente la generaci¨®n renovable, aunque sea intermitente por el factor clima. ¡°De hecho hoy ya es m¨¢s dif¨ªcil predecir la demanda de energ¨ªa el¨¦ctrica que habr¨¢ ma?ana que la capacidad de generaci¨®n renovable de acuerdo con las predicciones meteorol¨®gicas¡±.
La vista no puede desentenderse de la pantalla gigante y sus 15 retroproyectores de 50 pulgadas refrigerados por agua. Entonces, ?por qu¨¦ los t¨¦cnicos del centro apenas la usan como visi¨®n global de la actividad o control de alarmas? Ellos usan el interfaz de sus seis monitores de escritorio. El videowall es adem¨¢s una sofisticada presentaci¨®n en vivo y en directo para instituciones y clientes potenciales de todo el mundo.?
El CECOER, en cifras
¨C Procesa simult¨¢neamente cuatro millones de variables que se actualizan cada tres o cuatro segundos.
Gestiona 12.000 canales de comunicaci¨®n (Virtual Private Networks) encriptados y en conexi¨®n punto a punto con todas las instalaciones energ¨¦ticas.
¨C Digiere toda esa informaci¨®n desde un enorme Centro de Procesamiento de Datos (CPD) con un hom¨®logo redundante en otra sede y dobla su nivel de procesamiento y memoria cuando ocupa el 50% de su capacidad.
¨C Gestion¨® en 2018 una cantidad de energ¨ªa equivalente a la potencia de 14 centrales nucleares de tama?o medio.
¨C Integra 48 t¨¦cnicos (ingenieros mec¨¢nicos y el¨¦ctricos) que trabajan durante tres turnos todo el a?o y 33 t¨¦cnicos de back office.
¨C Cuenta con otros tres centros de control en M¨¦xico, Chile y EE UU que dependen de la central navarra.
¨C Ha recibido desde 2010 personas y delegaciones de 50 nacionalidades.
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