?Por qu¨¦ mi empresa deber¨ªa contar con un Delegado de Protecci¨®n de Datos?

Parece mentira que hayamos pasado por alto el primer cumplea?os del Reglamento General de Protecci¨®n de Datos (RGPD) de la Uni¨®n Europea, que entr¨® en vigor en mayo del a?o pasado con el objetivo de proteger a los ciudadanos del uso que hacen empresas y administraciones p¨²blicas de sus datos personales.

Un a?o despu¨¦s de su estreno, las empresas siguen tratando de adaptarse a la normativa y parece que cada vez est¨¢n m¨¢s cerca de conseguirlo. De acuerdo con el informe Hiscox Cyber Readiness Report 2019, el 68% de las compa?¨ªas espa?olas defiende que garantizar su cumplimiento es prioritario en su estrategia de negocio, cinco puntos por encima de la media de pa¨ªses analizados.

Entre otras cuestiones, el RGPD regula la figura del Delegado de Protecci¨®n de Datos (DPD), un perfil con el que determinadas empresas deben contar en sus plantillas cuya funci¨®n es vigilar el tratamiento que hacen estas de la informaci¨®n de sus clientes. En otras palabras: un mediador que, en caso de conflicto, se debe convertir en el defensor de estos ¨²ltimos en lo que se refiere a la gesti¨®n de sus datos personales.

Su papel resulta tan beneficioso para los usuarios como para las empresas. Los primeros pueden recibir respuesta y soluci¨®n a sus reclamaciones, pero tambi¨¦n indemnizaciones por los da?os sufridos. Un dinero que, de tramitarse por medio de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD), se destinar¨ªa ¨ªntegro al Tesoro. Las compa?¨ªas, por su parte, salen ganando si, ante un mal tratamiento de los datos de un cliente, indemnizan a este en lugar de pagar una multa administrativa que, adem¨¢s de ser de mayor cuant¨ªa, vendr¨ªa acompa?ada del consecuente desprestigio medi¨¢tico.

Pero el RGPD no se limita a definir lo que deber¨ªa hacer un DPD y promover las ventajas de contar con sus servicios. Fija como obligatoria su presencia en empresas y entidades, p¨²blicas o privadas, que traten de manera sistem¨¢tica datos de car¨¢cter personal, ya sean de clientes, empleados o proveedores, independientemente de su volumen. Esto incluye, por citar solo algunos, desde aseguradoras, entidades financieras, compa?¨ªas el¨¦ctricas y agencias de publicidad hasta colegios, universidades, centros sanitarios y empresas de seguridad privada.

• DPD para prevenir un mal mayor

Las multas contempladas hasta la entrada en vigor del RGPD por hacer un tratamiento inapropiado de los datos de los usuarios pod¨ªan resultar irrisorias para las grandes corporaciones. Con la entrada en vigor del nuevo reglamento, el importe de las multas a estas entidades por incumplir sus obligaciones puede llegar a multiplicarse por mil.

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El mal uso de nuestros datos va a salir muy caro a las grandes empresas

Actualmente, cuando una empresa comete una infracci¨®n leve relacionada con la informaci¨®n personal de sus clientes, puede pagar hasta 10 millones de euros o, en caso de empresas m¨¢s grandes, hasta el 2% de su volumen de negocio anual. En el caso de infracciones graves, la multa se duplica: 20 millones o el 4% de sus ingresos.

• Formaci¨®n para una profesi¨®n neonata

En este contexto, han proliferado los cursos para la certificaci¨®n como DPD. La plataforma Bejob, propiedad de Santillana, es una de las entidades que ofrece un curso de estas caracter¨ªsticas, alineado al esquema de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos y reconocido por la Asociaci¨®n Espa?ola para la Calidad (AEC) y por AENOR. Actualmente, se encuentra abierto el proceso de inscripci¨®n para su cuarta edici¨®n, que comenzar¨¢ en septiembre. Consta de 180 horas de formaci¨®n mixta, con cinco sesiones presenciales que se pueden realizar en Madrid, Alicante o Bilbao.

¡°Decid¨ª realizar el curso para aprender la materia y las actualizaciones que ha introducido la nueva normativa¡±, se?ala Irene Hern¨¢ndez, alumna de la tercera convocatoria de este curso. ¡°Es fundamental contar con un perfil de DPD. El volumen de datos personales que gestionan las empresas debe ser debidamente controlado y protegido¡±.