¡®Edge Computing¡¯, o c¨®mo acelerar Internet
?Es de verdad necesario seguir innovando para acelerar Internet? La respuesta es que s¨ª, sin duda. Veamos por qu¨¦.
Internet alcanza hoy velocidades impensables hace unos a?os. Gracias a la fibra sim¨¦trica y las redes 5G podemos disfrutar ya de conexiones superiores a los 500 Mb/seg. ?Es de verdad necesario seguir innovando para acelerar Internet? La respuesta es que s¨ª, sin duda. Veamos por qu¨¦.
A pesar del grand¨ªsimo avance del cloud computing, hoy d¨ªa sigue siendo esencial que el usuario tenga dispositivos muy sofisticados para que la experiencia con las aplicaciones en Internet sea buena. Nuestros m¨®viles son potent¨ªsimos, en el trabajo usamos port¨¢tiles de altas prestaciones, y en casa tenemos v¨ªdeo consolas para jugar y set top boxes para ver la televisi¨®n. Es m¨¢s, todos los nuevos dispositivos conectados de Internet de las Cosas llevan dentro complejos miniordenadores.
Si Internet fuera realmente r¨¢pida, todo este hardware se podr¨ªa mover a la nube para aprovechar las econom¨ªas de escala del cloud y ahorrarle al usuario los costes del dispositivo. Todo lo que necesitar¨ªamos en manos del usuario ser¨ªan interfaces con las m¨¢quinas: pantallas, altavoces, ratones, mandos a distancia y, para IoT, sensores y actuadores. Adem¨¢s, podr¨ªamos resolver las limitaciones de las bater¨ªas, y se solucionar¨ªan en buena medida los problemas de obsolescencia tecnol¨®gica.
As¨ª que s¨ª, es necesario que Internet vaya m¨¢s deprisa todav¨ªa. Lo curioso es que para alcanzar estas prestaciones la respuesta no va a estar en mejorar la red de fibra o en lanzar una nueva generaci¨®n de redes m¨®viles. La tecnolog¨ªa que va a habilitar este nuevo mundo es el edge computing (computaci¨®n en el borde,?computaci¨®n en la periferia o computaci¨®n en la niebla).
Esta constituye una evoluci¨®n del cloud que consiste en ubicar centros de datos en el lugar m¨¢s pr¨®ximo al usuario que existe dentro de la red: las centrales telef¨®nicas. Las centrales son los edificios que hay en cada barrio y a los que llegan el cable f¨ªsico de fibra ¨®ptica que sale de cada una de nuestras casas, o de cada antena de telefon¨ªa m¨®vil. Al estar tan cerca del usuario, la velocidad de respuesta es instant¨¢nea, porque, por un lado, las leyes de la f¨ªsica juegan a nuestro favor y por otro, se reducen mucho los elementos intermedios de red que introducen retardos innecesarios. La computaci¨®n en el edge (palabra inglesa para filo o borde) es tan r¨¢pida como en los dispositivos y tan econ¨®mica como en el cloud.
Una aplicaci¨®n clara son los videojuegos. En un juego, la ¨²nica computaci¨®n que realmente hay que hacer cerca del usuario es la del mando que usa el jugador. Todo el resto, incluido el tratamiento gr¨¢fico, puede realizarse en grandes servidores en el edge que luego pueden enviar las im¨¢genes como si de un v¨ªdeo se tratara. De esta manera, el usuario puede verlas en cualquier pantalla, no s¨®lo en el televisor al que se conecta la consola. Adem¨¢s, se puede despreocupar del mantenimiento de la consola, incluyendo las tediosas actualizaciones de los juegos, y se evita tener que renovar su equipamiento cada vez que un nuevo modelo de consola sale al mercado.
Algo parecido sucede con el almacenamiento de datos. Aunque hoy es f¨¢cil almacenarlos en la nube para ahorrarnos el coste de almacenamiento local, muchas veces tenemos que mantener copias locales para poder trabajar con ellos sin demoras.
Por ejemplo, si estamos editando un v¨ªdeo familiar, o manejando la copia de seguridad de las fotos del m¨®vil, el almacenamiento en cloud simplemente no va lo suficientemente r¨¢pido. Con edge computing podemos hacer estas actividades mucho m¨¢s r¨¢pido y sin necesidad de almacenamiento local. Y la recuperaci¨®n de la copia de seguridad de todo un disco duro tambi¨¦n ser¨¢ casi instant¨¢nea.
El edge computing tambi¨¦n aporta ventajas a los dispositivos de Internet de las Cosas. Para su popularizaci¨®n necesitan ser muy baratos y tener bater¨ªas muy duraderas. Una forma de conseguir ambas cosas es mover las tareas de computaci¨®n al edge para que los dispositivos tengan que hacer menos tareas y gasten menos bater¨ªa. Este modelo permite adem¨¢s simplificar el mantenimiento del software del dispositivo, que se har¨ªa tan f¨¢cil como otras tareas rutinarias de los centros de datos.
En el ¨¢mbito de la realidad virtual y aumentada el edge tambi¨¦n va a jugar un importante papel. Estas tecnolog¨ªas todav¨ªa no se han masificado a pesar de lo impresionante que es sumergirse en un mundo virtual con unas gafas. Para que la experiencia sea totalmente inmersiva hace falta que las gafas est¨¦n conectadas por cable a un potente ordenador, o que lo lleven montado encima incluyendo el peso de las bater¨ªas. Con edge computing se pueden delegar estas funciones a centros de datos para mejorar la comodidad de las gafas y conseguir as¨ª su popularizaci¨®n.
Incluso las aplicaciones m¨¢s demandantes podr¨ªan implementarse eficientemente desde el edge. La Internet h¨¢ptica promete la experiencia m¨¢s parecida a la presencia remota, incluyendo la capacidad de tocar objetos y manipularlos a distancia. Esto nos dar¨ªa la capacidad de experimentar e interpretar realidades remotas usando una combinaci¨®n de tacto, vista y o¨ªdo, y habilitar¨ªa servicios tan beneficiosos como la cirug¨ªa a distancia.
Con el edge computing se habilita la verdadera promesa de la computaci¨®n en la nube, con servicios centralizados, eficientes y ubicuos, pero tambi¨¦n con dispositivos sencillos y baratos para poder acceder a ellos. Es la pr¨®xima frontera de Internet.
David del Val es?director de Innovaci¨®n Interna de Telef¨®nica?
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