Libra, una moneda con tres caras
Los poderes econ¨®micos, con la Reserva Federal a la cabeza, le est¨¢n ense?ando los colmillos a Facebook. El motivo es Libra, una moneda digital capaz de alterar los equilibrios de poder en la econom¨ªa digital. Tres expertos responden sobre sus implicaciones financieras, ¨¦ticas y tecnol¨®gicas.
Mu¨¦vete r¨¢pido y rompe cosas¡±. Hace ya mucho que Facebook dej¨® de utilizar ese lema corporativo, pero su capacidad de cambiar las reglas del juego, por las buenas o por las malas, permanece intacta. La empresa creada por Mark Zuckerberg present¨® el 18 de junio su operaci¨®n m¨¢s importante desde que en 2014 compr¨® WhatsApp por m¨¢s de 20.000 millones de d¨®lares.
En un white paper de 13 p¨¢ginas, daba a conocer Libra, ¡°una moneda sencilla y global, y una infraestructura financiera capaz de empoderar a miles de millones de personas¡±, creando ¡°una nueva oportunidad que permitir¨¢ la innovaci¨®n responsable de los servicios financieros¡±. Debajo de esa ret¨®rica democratizadora, se esconde un pu?etazo sobre la mesa, la mesa alrededor de la que se re¨²nen algunas de las instituciones m¨¢s poderosas del mundo.
El proyecto de Facebook, asociado con 24 empresas globales, algunas tan significativas como Vodafone, Uber, Visa o Mastercard, pretende culminar lo que bitcoin empez¨®: romper el monopolio de la emisi¨®n de moneda, en manos desde hace siglos de los Estados. En 2008 el todav¨ªa desconocido Satoshi Nakamoto fue el primero que se atrevi¨® a crear una m¨¢quina de hacer dinero alternativa. Hoy sabemos que bitcoin tiene limitaciones evidentes ¡ªvolatilidad, escas¨ªsima aceptaci¨®n como herramienta de cambio, lentitud en las transacciones¡¡ª, pero la potencia del concepto sigue siendo enorme.
Ahora Facebook quiere darle la vuelta, utilizando en esencia la misma tecnolog¨ªa, blockchain, pero present¨¢ndose no como una alternativa rebelde al sistema, sino como un complemento capaz de llegar donde otros no han llegado. Concretamente, a los 1.700 millones de adultos que est¨¢n fuera del sistema financiero. M¨¢s de la mitad de ellos, 1.000 millones, no tienen banco, pero s¨ª m¨®vil. Quien tiene m¨®vil puede tener Facebook, y quien tiene Facebook puede tener libras.
¡°Creemos que la colaboraci¨®n e innovaci¨®n con el sector financiero, incluidos autoridades reguladoras y expertos de una variedad de industrias, es la ¨²nica v¨ªa para garantizar que haya un marco sostenible, seguro y confiable apuntalando a este nuevo sistema. Adem¨¢s, este enfoque puede representar un avance gigantesco hacia un sistema financiero global de menor costo, m¨¢s accesible y mejor conectado¡±. Leyendo las explicaciones de Libra, casi parece el proyecto de una ONG.
Pero aunque la criptomoneda de Facebook pueda mejorar la vida a millones de personas en los pa¨ªses subdesarrollados, tambi¨¦n ser¨ªa un instrumento de cambio en el primer mundo. Por tanto, una amenaza para las autoridades de la pol¨ªtica monetaria global, desde la Reserva Federal hasta el Banco Central Europeo, que abren y cierran el grifo de la liquidez con los tipos de inter¨¦s y ven ahora un rival incipiente en Libra.
Facebook quiere llegar a los 1.700 millones de adultos en el mundo sin banco, 1.000 millones de los cuales tiene m¨®vil
Tambi¨¦n la banca comercial tiene motivos para andar con la mosca detr¨¢s de la oreja. Libra puede ser la soluci¨®n ¨®ptima para los pagos digitales. Y los pagos son actualmente uno de los nichos m¨¢s rentables para los bancos. Significativamente, no hay ni un solo banco entre los socios fundadores del consorcio Libra.
La batalla que viene
Dicen que es peligroso azuzar a un oso con una vara corta. Bancos centrales, banca minorista... Facebook y sus socios est¨¢n tocando las narices a osos muy grandes. Pero su vara no parece peque?a. La red social cuenta, para empezar a hablar, con 2.300 millones de usuarios activos mensualmente. Y, financieramente, cada uno de los 24 socios de Libra ha puesto 10 millones de d¨®lares sobre la mesa. Es solo un primer paso, y la alianza pretende alcanzar la centena de socios en menos de un a?o.
Frente a ellos, se pueden encontrar con un ej¨¦rcito de reguladores que, a ambos lados del Atl¨¢ntico, le pongan las cosas dif¨ªciles. De momento, la Reserva Federal estadounidense ya ha torcido el gesto, tanto, que Facebook ha empezado a recular, y ha asegurado que el proyecto de Libra no avanzar¨¢ hasta ¡°haber solucionado al completo las dudas regulatorias¡±.
En consecuencia, la batalla va para largo. Los precedentes de AT&T y Standard Oil, compa?¨ªas que en el siglo pasado fueron obligadas a la desmembraci¨®n por su posici¨®n monopol¨ªstica, empiezan a ser cada vez m¨¢s citados en la discusi¨®n p¨²blica sobre los gigantes de internet, y una de las precandidatas dem¨®cratas a las presidenciales estadounidenses de 2020, Elisabeth Warren, propone espec¨ªficamente la desmembraci¨®n de Facebook.
Pero, al mismo tiempo, el analista de la digitalizaci¨®n Evgeny Morozov, doctor en Harvard, advierte de que a Estados Unidos le puede interesar un Facebook fuerte en pagos digitales y servicios financieros. En este terreno los gigantes chinos Alipay y Tencent ¡ªla propietaria de WeChat¡ª llevan varios cuerpos de ventaja. No obstante, Donald Trump ya ha escrito en Twitter que Libra no lo va a tener f¨¢cil en la Casa Blanca: ¡°Tenemos una ¨²nica moneda real en Estados Unidos, y es m¨¢s fuerte que nunca¡±. En uno de sus tres tweets sucesivos sobre Libra, Trump advert¨ªa a Facebook de que si quer¨ªa convertirse en un banco, deber¨ªa cumplir la regulaci¨®n de un banco¡ a pesar de que no es eso lo que ahora pretende.
Con este panorama, Facebook ha decidido pisar el freno de Libra. De momento. Financieros, reguladores, pol¨ªticos, tecn¨®logos y hasta pensadores de la econom¨ªa digital esperan acontecimientos: con las criptomonedas, Facebook no se mueve r¨¢pido, pero s¨ª puede romper muchas cosas
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