Una ciudad del I+D para competir en innovaci¨®n (y no en precios)
La multinacional coreana LG ha introducido nuevas tecnolog¨ªas en todo tipo de productos, desde cosm¨¦ticos hasta paneles solares. 22.000 personas trabajan en su campus de I+D y 70 compa?¨ªas conforman la casa.
No, LG no es el acr¨®nimo de Life¡¯s Good. Aclarado esto, sus cuarteles generales de Se¨²l son la viva met¨¢fora del poder que ostenta en Corea del Sur. En la orilla del r¨ªo Han, el que ha alumbrado el milagro econ¨®mico de un pa¨ªs asediado perpetuamente por guerras hasta la d¨¦cada de los sesenta, emergen dos atalayas puntiagudas unidas por un puente, las Twin Towers, que gobiernan casi toda la capital. En ambos edificios conviven las m¨¢s de 70 compa?¨ªas que conforman LG; y solo una de las torres acoge la divisi¨®n de Electronics, que emplea a un total de 72.600 trabajadores mundialmente.
Desde el epicentro de la organizaci¨®n puede percibirse la magnitud de una compa?¨ªa que lo mismo dise?a cosm¨¦ticos, medicinas y paneles solares que robots y frigor¨ªficos. ¡°Innovamos hasta en las manufacturas. Es parte de nuestro ADN, de un cambio que iniciamos en 2001 cuando nos percatamos de que no solo pod¨ªamos competir en precios baratos, sino en una verdadera innovaci¨®n¡±, explica Kenneth Hong, responsable de comunicaci¨®n de LG. Esta apuesta se ha traducido en un campus de I+D al norte de Se¨²l, en Magok, donde 22.000 empleados dan forma a las tecnolog¨ªas m¨¢s disruptivas, entre las que el OLED se ha convertido en una fiebre end¨¦mica.
El uso m¨¢s extendido es el de los televisores, con el que han erigido su bandera particular. Sin embargo, no solo de la caja tonta vive el ser humano. El OLED (siglas en ingl¨¦s de diodo og¨¢nico de emisi¨®n de luz), altamente maleable, est¨¢ presente en las pantallas de los coches, para emitir sonido y hasta para iluminar, lo que han denominado Luflex. ¡°Tenemos muchas posibilidades de seguir evolucionando esta tecnolog¨ªa gracias a que desaparece la rigidez de la estructura sin luces. Parte de nuestro futuro ir¨¢ por este camino¡±, sostiene Hong. Esta obsesi¨®n resulta f¨¢cilmente perceptible en sus f¨¢bricas de Paju, a las que se llega a trav¨¦s de la LG Road y est¨¢ situada a escasos kil¨®metros de la interminable valla de espino que separa toda la frontera de su hermano norte?o.
Estas factor¨ªas son un claro ejemplo del extremo al que llega la innovaci¨®n. Algunas, que producen hasta un mill¨®n de paneles al mes, est¨¢n automatizadas casi por completo. Adentrarse en sus tripas roza la ant¨ªtesis al contacto humano. M¨¢quinas y m¨¢quinas trabajando al servicio del OLED en las que encontrar a una persona raya lo imposible. Aun as¨ª, 20.000 empleados llenan de humanidad esta ciudad. Para facilitar la convivencia con los robots, la multinacional ofrece alojamiento y comida en sus edificios dormitorio de Paju por menos de 30 euros al mes. Una iniciativa que para algunos es un reclamo econ¨®mico; seg¨²n otros, un aliciente para vivir en medio de la nada ante el riesgo de que sus vecinos comunistas vuelvan a las trincheras.
- Como en Tiempos modernos
La innovaci¨®n en LG es incontrovertible, aunque permanecen ciertos vestigios de estampas propias de las primeras revoluciones industriales. En Changwon, en el sur de Corea y con el mar de fondo, las f¨¢bricas de frigor¨ªficos y lavadoras ofrecen estampas dignas de la pel¨ªcula Tiempos modernos, de Charles Chaplin. Decenas de trabajadores atornillando y ensamblando piezas todo el d¨ªa. Un gran contraste con lo que les rodea. Una org¨ªa ac¨²stica de m¨¢quinas pitando y sonando cual tarjeta de cumplea?os. Lo mismo te topas con atascos de robots que llevan materiales siguiendo unas gu¨ªas en el suelo que con una persona dirigiendo este tr¨¢fico. Ser¨¢ el precio de producir 3.000 lavadoras a diario.
Aparte de la evidente automatizaci¨®n ¡ªy el trabajo ¨ªmprobo¡ª, la vanguardia tecnol¨®gica de LG tiene m¨¢s responsables. Su apuesta por la inteligencia artificial ser¨ªa uno de ellos y, sin embargo, algo m¨¢s profano les facilita la innovaci¨®n. ¡°Visitamos las casas de los clientes muy a menudo. Es parte de nuestra estrategia. Nos ayuda a investigar, trabajar unas divisiones con otras y plantear la tecnolog¨ªa adecuada para los nuevos productos¡±, argumenta Jeong Ga Yeon, miembro del equipo de desarrollo de LG. Y por si alguien desconoce todav¨ªa el significado del acr¨®nimo de la empresa, la respuesta es Lucky Goldstar. Ahora, s¨ª. Duda resuelta.
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