La ¡®startup¡¯ que analiza tu correo electr¨®nico para darte un puesto de trabajo
Digital Minds propone un sistema de captaci¨®n de talento, basado en el procesamiento de los textos de los emails con la ayuda de inteligencia artificial, con el que perfilan y valoran a los candidatos
Que en Finlandia existe cierta obsesi¨®n con la inteligencia artificial no deber¨ªa sorprender a casi nadie. Un ecosistema creado por y para esta tecnolog¨ªa, incluidas pol¨ªticas gubernamentales para fomentarla. Algo que llama m¨¢s la atenci¨®n es la aparici¨®n de una startup como Digital Minds, que ha puesto esta herramienta al servicio de los recursos humanos. Hasta aqu¨ª bien, pero que utilice la inteligencia artificial para perfilar y valorar a los candidatos a un puesto de trabajo despu¨¦s de analizar los textos de sus correos electr¨®nicos¡ pues sobrepasa toda la tecnolog¨ªa aplicada a la contrataci¨®n de nuevos empleados.?
¡°Combinamos las funciones existentes de las API del email de Google con la inteligencia artificial de Watson. Nuestro servicio solo es un soluci¨®n final desarrollada para unirlos¡±, explica Juho Toivola, psic¨®logo y cofundador de Digital Minds. Aunque su herramienta de evaluaci¨®n de candidatos est¨¢ disponible para cualquier organizaci¨®n, no deja de ser esta ¨²ltima la que decide si la incorpora a sus procesos de reclutamiento. ¡°No sabemos lo que quiere la compa?¨ªa. Tienen que decidirlo por s¨ª mismos o utilizar un consultor. Nuestra tecnolog¨ªa ayudar¨¢ a obtener resultados de la evaluaci¨®n de manera m¨¢s r¨¢pida y conveniente¡±, a?ade.
El temor de que el sueldo dependa de nuestra actividad en las redes sociales o de lo que escribamos en un correo electr¨®nico parece m¨¢s inminente con esta startup. Nos guste o no, dejamos una huella digital al navegar por Internet. Debate bien diferente es si nuestra privacidad ha de exponerse para optar a un puesto de trabajo. El Reglamento europeo de protecci¨®n de datos deber¨ªa bastar. Toivola asegura que lo cumplen a rajatabla -lo contrario sorprender¨ªa-. ¡°Ya se utilizan inicios de sesi¨®n similares de Google y Facebook para muchos servicios. Debido a que la informaci¨®n la analizamos seg¨²n las frecuencias de palabras y no del contenido real, no creo que esto sea m¨¢s intrusivo que las evaluaciones tradicionales¡±, justifica.
Con el fin de evitar que los departamentos de recursos humanos tienten nuestra intimidad con la ayuda de la tecnolog¨ªa de Digital Minds, Natalia Martos, fundadora de Legal Army, aporta algunos aspectos a tener en cuenta. Uno de los m¨¢s importantes es el que denomina granularidad de los consentimientos. ¡°Las empresas tienen que especificar los supuestos de uso uno por uno. No vale con que te presenten solamente una casilla en la que te pidan permiso para acceder a tu correo electr¨®nico¡±, precisa a la vez que apostilla que tambi¨¦n habr¨ªa que determinar si usan o no los datos como modelo de negocio. ¡°Con la legislaci¨®n actual, directamente, es ilegal¡±, zanja.?
Validar la personalidad de un candidato
Un argumento que emplea Toivola para sustentar la justificaci¨®n de que entreguemos nuestras contrase?as es el funcionamiento de las entrevistas de trabajo. En su opini¨®n, los procesos de reclutamiento y selecci¨®n precisan de un enfoque de m¨¦todo m¨²ltiples, donde la entrevista es una de las fuentes de informaci¨®n. ¡°Nuestra herramienta proporciona detalles adicionales que pueden usarse para validar una hip¨®tesis sobre la persona que tenemos enfrente¡±, sostiene. Un discurso que nada tiene que envidiar a Black Mirror y al sistema de cr¨¦dito social de China, que conectar¨¢ todas las calificaciones crediticias, financieras, sociales, pol¨ªticas y legales de cada uno de sus ciudadanos para determinar a qu¨¦ pueden acceder, sea una hipoteca o matricular a los hijos en un determinado colegio.
Digital Minds mantiene que su prop¨®sito no radica en leer emails personales, sino utilizar estos datos existentes para completar una evaluaci¨®n de un candidato. Si comparamos este uso de la tecnolog¨ªa con otros departamentos de recursos humanos, las diferencias resultan evidentes. En Telef¨®nica, por ejemplo, la inteligencia artificial recolecta datos de los empleados para determinar cu¨¢l es el puesto id¨®neo para esa persona y c¨®mo puede mejorarse su formaci¨®n. En el caso del Banco Santander, el uso es preventivo, con la finalidad de cuantificar el riesgo de que un trabajador abandone la empresa.
La crisis ha dejado tantas heridas sin resta?ar en el mercado laboral que la tecnolog¨ªa ha encontrado algunos huecos por los que coquetear con ciertos l¨ªmites. ?Hasta qu¨¦ punto estamos dispuestos a consentir el uso de nuestra informaci¨®n privada para lograr un puesto de trabajo? ¡°?nicamente hemos dise?ado una herramienta de evaluaci¨®n que indaga en la huella digital para mejorar el an¨¢lisis de la personalidad¡±, responde Toivola. En el futuro m¨¢s inmediato de Digital Minds aparece la idea de perfeccionar su inteligencia artificial una vez que recaben una mayor cantidad de datos, aunque no saben si lo dejar¨¢n exclusivamente en leernos el correo electr¨®nico.
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