Itziar de Lecuona: ¡°Antes ten¨ªas que buscar los datos, ahora est¨¢n por defecto¡±
Las grandes tecnol¨®gicas nos han ganado la batalla porque durante mucho tiempo nos hemos dejado llevar, asegura la profesora del departamento de Medicina de la Universitat de Barcelona y subdirectora del Observatorio de Bio¨¦tica y Derecho
Debemos entender que hemos dejado de ser an¨®nimos. Vivimos en una sociedad en la que no podemos pretender pasar desapercibidos. El nivel de riesgo que vamos a tener que asumir en t¨¦rminos de privacidad no est¨¢ claro¡±. Itziar de Lecuona, profesora del departamento de Medicina de la Universitat de Barcelona y subdirectora del Observatorio de Bio¨¦tica y Derecho de dicho centro, tiene muy claro que el Gran Hermano ya existe y que la ciudadan¨ªa no acaba de percibir las implicaciones que eso tiene en sus vidas. ¡°Los datos son nuestra intimidad. Si se les dan usos que desconocemos, perdemos el control sobre nuestros derechos m¨¢s fundamentales¡±.
Todo esto es posible gracias a la hiperinflaci¨®n de datos que generamos. La riqueza de informaci¨®n sobre las personas que pueden recopilar las empresas es abrumadora. Acxiom, uno de los principales data brokers mundiales, maneja hasta 10.000 datos distintos de 2.500 millones de personas, le recordamos. ¡°Antes ten¨ªas que buscar los datos, ahora est¨¢n ah¨ª por defecto¡±, subraya De Lecuona.
Ese cambio fundamental exige una respuesta en¨¦rgica. Porque, ?de qui¨¦n son los datos? ¡°Son del titular, son m¨ªos. Yo soy el proveedor del dato y el destinatario final de lo que se haga con ellos. Las grandes tecnol¨®gicas nos han ganado la batalla porque durante mucho tiempo nos hemos dejado llevar. Nuestra identidad digital se monetiza. Pero no podemos pensar que los datos son suyos, hay que retomar el control¡±, sentencia. ?La obsesi¨®n por el consentimiento informado nos empodera? ¡°Nadie se lo cree. Los sistemas deben comprometerse a implementar la transparencia y la rendici¨®n de cuentas¡±.
Tomar el control
Los datos son nuestra intimidad. Si se les dan usos que desconocemos, perdemos el control sobre nuestros derechos m¨¢s fundamentales¡±.
Convendr¨ªa reflexionar, opina, sobre el papel del Estado, de las empresas y del ciudadano. Necesitamos regulaci¨®n, pero tambi¨¦n un debate ¨¦tico sobre los valores que priorizamos y una buena educaci¨®n digital para la ciudadan¨ªa. ¡°Las reglas del mercado son las que mandan sobre el resto de elementos. No s¨¦ si tiene sentido intercambiar tus datos a cambio de cierto servicio, puede que no le estemos dando suficiente valor a nuestros datos personales¡±, indica. El debate no es balad¨ª. ¡°Al final, de lo que estamos hablando es de qu¨¦ entendemos por libertad, por libre desarrollo de la personalidad y por intimidad en una sociedad digital¡±.
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