Los nuevos ¡®influencers¡¯: azada, ganado y una c¨¢mara
La fascinaci¨®n por el medio rural abre un fil¨®n comercial entre los campesinos chinos que muestran su d¨ªa a d¨ªa en las redes sociales.
Los Huanong Brothers tienen un criadero de ratas en el sureste de China y cinco millones de seguidores se han enganchado a sus peripecias rurales en diferentes redes sociales: desde las locales Xigua y Weibo, donde amasan 3,8 millones y 1,4 millones respectivamente, hasta YouTube, en cuyo canal cuentan con 184.000 fieles. Sin duda, el suyo no es el perfil habitual de los influencers. Ni hacen ostentaci¨®n de un estilo de vida opulento, ni venden productos de lujo con publicidad encubierta, ni cuidan al m¨¢ximo su imagen con una org¨ªa de filtros de belleza y una edici¨®n sofisticada. Al contrario, a menudo visten andrajos, pocas veces hablan a la c¨¢mara, sus v¨ªdeos apenas est¨¢n editados, y si de algo carecen es glamur.
En realidad, a pesar del nombre art¨ªstico que han adoptado, Liu Suliang y Hu Yueqing no son hermanos. Tampoco cr¨ªan roedores comunes. Son dos amigos y socios que desde hace a?os comercializan ratas de bamb¨² (Rhizomys sinensis), animales que pueden alcanzar medio metro de longitud y dos kilos de peso y que reciben ese nombre porque se alimentan con la hierba m¨¢s caracter¨ªstica de China. En algunas zonas del pa¨ªs son considerados un manjar y se venden por unos 110 yuanes (15 euros) cada ejemplar, pero todav¨ªa son pocos quienes los consumen. ¡°Como las ventas no eran muy elevadas, porque mucha gente no conoce esta especie, en 2017 nos propusimos hacer v¨ªdeos para informar sobre sus propiedades y mostrar c¨®mo cocinarlos¡±, recuerda Liu en una entrevista con EL PA?S Retina.
Quer¨ªan ampliar el mercado y, poco a poco, fueron recogiendo en v¨ªdeo el d¨ªa a d¨ªa de la zona rural en la que viven. Para su sorpresa, el n¨²mero de seguidores explot¨®. As¨ª que se lanzaron a otras plataformas de v¨ªdeo ¡®online¡¯, y ahora se han convertido en un buen exponente del fen¨®meno ¡®sannong¡¯, como se conoce al creciente n¨²mero de habitantes rurales que muestran sus quehaceres en v¨ªdeo. ¡°A veces me sorprendo de que nos siga tanta gente, pero lo cierto es que la estrategia ha funcionado. En 2019 hemos logrado vender m¨¢s de 10.000 ratas de bamb¨², e incluso asesoramos a otras granjas para que incrementen las ventas¡±, explica Liu.
La fascinaci¨®n por el mundo agr¨ªcola y la econom¨ªa de Internet han abierto en las zonas m¨¢s deprimidas del gigante asi¨¢tico un inesperado abanico de oportunidades econ¨®micas, y las plataformas lo propician porque es un fen¨®meno en l¨ªnea con la estrategia de desarrollo del Gobierno, que busca limar las grandes desigualdades que separan el mundo urbano del rural. El gigante ByteDance, propietario de Tik-Tok, prometi¨® en 2018 dedicar al menos 65 millones de euros a impulsar este tipo de contenido, y su rival Kuaishou, con m¨¢s de 700 millones de usuarios registrados, se centra casi de forma exclusiva en el ¨¢mbito rural. ¡°Nuestras vidas no han cambiado mucho, pero s¨ª que han aumentado los ingresos¡±, afirma Liu, que prefiere no dar cifras al respecto. ¡°Las plataformas se quedan con una buena comisi¨®n, pero nosotros podemos hacer algo de publicidad, sobre todo de productos agr¨ªcolas¡±, a?ade.
A pesar de su ¨¦xito los Huanong Brothers aseguran que no tienen ninguna intenci¨®n de abandonar el lugar en el que residen para establecerse sobre el asfalto con su reci¨¦n amasada fortuna. ¡°No hay nada que me atraiga de las ciudades. Aqu¨ª est¨¢n mi monta?a, los amigos de la infancia, y las ratas que me dan la vida¡±, sentencia en un chino mandar¨ªn con marcado acento regional.
De una opini¨®n similar es Li Ziqi, una ¡®sannong¡¯ mucho m¨¢s sofisticada que ha trascendido las fronteras de China y que suma ya m¨¢s de 22 millones de seguidores en Weibo y 8,3 millones de suscriptores en su canal de YouTube. A pesar de que su trabajo es muy similar al de los Huanong Brothers, la forma en la que lo desempe?a es totalmente diferente, un hecho que le ha facilitado el ¨¦xito internacional.
Es joven, guapa, rueda sus v¨ªdeos con un equipo nutrido que emplea t¨¦cnicas propias del documental, y cuida la est¨¦tica de las im¨¢genes con profusi¨®n de elementos tradicionales chinos. El hecho de que resida en las monta?as de la pintoresca provincia de Sichuan tambi¨¦n ayuda a crear una atm¨®sfera que el p¨²blico identifica claramente con la China que perdura en el imaginario colectivo. Tanto que, el a?o pasado, fue nombrada embajadora del patrimonio cultural intangible del Gran Drag¨®n.
¡°En la sociedad actual, mucha gente vive estresada. Hay mucha presi¨®n. Yo quiero que se relajen y que experimenten algo agradable para aliviar su ansiedad¡±, explic¨® hace unos meses en una entrevista con el digital hongkon¨¦s Goldthread. La periodista que convers¨® con ella subraya que Li ¡°parece salida directamente de un cuento de hadas¡±, y eso es, precisamente, lo que le granjea numerosas cr¨ªticas en China.
¡°Dulcifica una vida que es muy dura y que no tiene nada del glamur que destila ella, con su ropa impoluta¡±, critica un usuario de Weibo en uno de sus v¨ªdeos. ¡°Parecen clips para satisfacer los estereotipos occidentales sobre China y hacer mucho dinero¡±, a?ade otro. No faltan tambi¨¦n los que se?alan que la propia infancia y adolescencia de Li fueron m¨¢s bien una pesadilla, ya que sus padres se divorciaron cuando era peque?a, su padre muri¨® poco despu¨¦s, y fueron los abuelos quienes la cuidaron en un entorno lastrado por la pobreza.
Sin duda, alcanzar el equilibrio entre realismo y atractivo visual parece dif¨ªcil, pero es evidente que hay grandes incentivos para lograrlo. Buen ejemplo de ello es Ma Gongzuo, un apicultor de la provincia oriental de Zhejiang que retransmite su vida con las abejas. A pesar de que su n¨²mero de seguidores en Douyin -la versi¨®n china de Tik-Tok- es modesto y no llega al mill¨®n, en una entrevista con AFP asegur¨® que, gracias a su presencia en la red social, las ventas de miel se han disparado y ha alcanzado un volumen de negocio que oscila entre 2 y 3 millones de yuanes anuales (entre 260.000 y 390.000 euros). ¡°Actualmente puedo comprar a mi familia lo que necesita. Tambi¨¦n ayudo a los otros lugare?os a vender sus productos. Toda la econom¨ªa local se beneficia¡±, coment¨®.
No obstante, hay quienes critican que esta nueva ola de influencers rurales fomenta la banalidad tanto como la de los wanghong urbanos. Y uno de los nombres que m¨¢s se mencionan para apuntalar esta afirmaci¨®n es el de Sanpao, un grupo de j¨®venes -muchos de los cuales ni siquiera han concluido la educaci¨®n secundaria- que dejaron sus trabajos como conductores u operarios de f¨¢brica para dedicarse a contar c¨®mo es la vida rural con un toque de humor que coquetea con el absurdo.
¡°Antes de empezar a hacer v¨ªdeos, trabajaba 11 horas al d¨ªa cobrando 6 yuanes (78 c¨¦ntimos de euro) a la hora, y me hice adicto al tabaco para sobrellevar este tipo de vida¡±, afirma el l¨ªder de Sanpao, Meng Huan, que reconoce arrepentirse de no haber continuado con sus estudios porque eso le impide buscar un futuro mejor fuera del pueblo. ¡°No creo que los v¨ªdeos que hacemos sean vulgares, simplemente son divertidos y reflejan la vida en las zonas menos desarrolladas¡±, se defiende.
Sanpao, que combina realidad y ficci¨®n en sus clips, tiene ya 6,4 millones de seguidores en Kuaishou, y los miembros que integran el grupo han mejorado sustancialmente su calidad de vida. ¡°Nunca pens¨¦ que nos har¨ªamos famosos con este trabajo. Lo que temo es que, en alg¨²n momento, a la gente deje de gustarle nuestros v¨ªdeos y volvamos a ser unos ¡®don nadie¡¯¡±, apostilla. Es muy consciente de que tan r¨¢pido como han hecho fortuna en el ciberespacio, pueden perderla si las redes les dan la espalda. ¡°El tiempo dir¨¢ si es solo una moda¡±.
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