Tinder no solo sirve para ligar: otros usos inesperados de la ¡®app¡¯
Hay quien aprovecha las funcionalidades de la aplicaci¨®n de citas para realizar campa?as de concienciaci¨®n contra el tabaquismo o contra el tr¨¢fico sexual, para vender productos e incluso drogas y para hacer campa?as pol¨ªticas a favor de algunos candidatos
Alrededor de 60 millones de personas de todo el mundo deslizan a izquierda y derecha en su pantalla de m¨®vil en busca de alguien con quien conectar. Se trata de los usuarios de Tinder, una de las apps para ligar m¨¢s descargadas, que con ese movimiento escogen o descartan a sus posibles citas. En conjunto, lo hacen unas 1.600 millones de veces al d¨ªa. Pero esta aplicaci¨®n es utilizada para muchas m¨¢s cosas que para encontrar compa?¨ªa o pareja. Aunque naci¨® con ese objetivo, lo cierto es que a d¨ªa de hoy el contenido que se genera a su alrededor tambi¨¦n est¨¢ relacionado con la venta de productos o las campa?as de concienciaci¨®n. Un equipo de la Universidad de Montreal analiza los usos alternativos que algunos usuarios hacen de la app y concluye que "pueden ser perjudiciales para la plataforma".
La investigaci¨®n analiza tres casos concretos de usos que tienen poco que ver con ligar: el de quien aprovecha las funcionalidades de la app para realizar campa?as de concienciaci¨®n contra el tabaquismo o contra el tr¨¢fico sexual, el de quien la usa para vender productos e incluso drogas y aquellos que la utilizan para hacer campa?as pol¨ªticas a favor de algunos candidatos.
Uno de los casos m¨¢s destacados es el de los usuarios que utilizaron Tinder para apoyar la candidatura de Bernie Sanders en Estados Unidos en 2016. En ese momento, la usuaria Robyn Gedrich, de 23 a?os, cont¨® que hab¨ªa mandado mensajes a 60 personas al d¨ªa durante dos semanas intentando convencerlas de apoyar a Sanders. Gedrich reconoci¨® a la agencia Reuters que cuando hac¨ªa match con un hombre (cuando los dos coincid¨ªan en que el otro le gustaba), ella preguntaba si iba a votar e intentaba convencerle de que lo hiciera por Sanders. Como consecuencia, la app bloque¨® su cuenta porque otros usuarios la hab¨ªan denunciado en demasiadas ocasiones alegando un uso inadecuado.?
Otro uso incluso m¨¢s pol¨¦mico es el de la comercializaci¨®n de sustancias. Algunas se venden como productos de salud, como las analizadas en el estudio de Montreal. La alarma salta cuando, en realidad, se trata de drogas. Hace dos a?os, distintos medios estadounidenses hicieron p¨²blica la pol¨¦mica sobre la venta de drogas en Grindr, una aplicaci¨®n que funciona como Tinder pero utilizada por hombres homosexuales. En ese momento, se supo que distintos usuarios hab¨ªan encontrado varios perfiles en los que se ofrec¨ªan sustancias ilegales.
En ese caso, los clientes potenciales pueden navegar de un perfil a otro hasta que encuentren a un distribuidor y entablen conversaci¨®n. Los usuarios reciben mensajes "casi a diario" de otros perfiles que les ofrecen sustancias como metanfetamina, MDMA y coca¨ªna, seg¨²n explicaron los usuarios en ese momento. El propio presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Profesionales en Adicci¨®n LGTB, Phil McCabe, declar¨® que a ¨¦l mismo le hab¨ªan ofrecido sustancias ilegales mientras utilizaba la app.
Estos nuevos usos llamaron la atenci¨®n de los investigadores, que analizan en la investigaci¨®n publicada The Information Society la infraestructura de Tinder, el comportamiento de los usuarios y las consecuencias para la plataforma. Stefanie Duguay, una de las responsables del estudio, explora junto a sus colegas el llamado "uso no indicado en la etiqueta", un t¨¦rmino tomado de la farmacolog¨ªa que hace referencia a cuando las personas usan un producto para algo diferente a lo que dice el paquete.
Duguay comenz¨® su estudio con una investigaci¨®n exhaustiva del dise?o de Tinder, observando la mec¨¢nica que sus desarrolladores crearon para guiar a los usuarios para el prop¨®sito previsto conectar con gente nueva. Luego examin¨® docenas de art¨ªculos de los medios sobre personas que lo usan para fines distintos a los encuentros sociales, rom¨¢nticos o sexuales. Finalmente, realiz¨® entrevistas en profundidad con cuatro usuarios "no autorizados".
"Encontr¨¦ que muchas veces, el uso original de Tinder era un complemento a las campa?as que estos usuarios desarrollaban", dice Duguay. "Hab¨ªa ciertos elementos de coqueter¨ªa". Agrega que muchos usuarios de la app que la estaban usando para ligar se molestaron cuando descubrieron los objetivos reales de estos perfiles, lo que aumentaba las quejas y denuncias sobre ellos. "Eso muestra que el uso fuera de etiqueta puede ser algo perjudicial en la plataforma", explica Duguay. "Aunque esto depende de c¨®mo de estricto que sea el punto de vista que los usuarios tienen sobre para qu¨¦ sirve la aplicaci¨®n".
Los nuevos usos de la app vuelven a poner a prueba la confianza que los usuarios tienen en ella. Poco despu¨¦s del lanzamiento de Tinder, los bots que hac¨ªan spam ya se convirtieron en un problema grave porque a menudo implicaban la suplantaci¨®n de identidad de otros usuarios. En esa ocasi¨®n, la compa?¨ªa respondi¨® r¨¢pidamente agregando un n¨²mero limitado de deslizamientos diarios y botones de bloqueo. "Esas medidas pueden ser muy ¨²tiles para deshacerse de cantidades masivas de spam, pero esta forma de reafirmar el uso original de la app puede detener la innovaci¨®n y la creatividad".
A d¨ªa de hoy, Tinder ha intentado seguir adapt¨¢ndose a los nuevos usos. Quien utiliza la app para hacer publicidad pueden superar el n¨²mero tope de deslizamientos si utilizan cuentas premium. Tambi¨¦n ofrece funcionalidades concretas para las campa?as pol¨ªticas con su funci¨®n Swipe the vote, por ejemplo. Las campa?as no oficiales ahora necesitan la autorizaci¨®n espec¨ªfica de la compa?¨ªa para promocionar su causa o producto.
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