Tomar ca?as o trabajar: las ¡®apps¡¯ de videollamadas grupales con las que mantener la vida social

El pasado s¨¢bado Raquel Garc¨ªa Chico ten¨ªa un cumplea?os en Salamanca. Su amiga Roc¨ªo cumpl¨ªa 27 a?os. Iban a salir de fiesta para celebrarlo. Pero sus planes se vieron truncados ante el avance del coronavirus en Espa?a. Las autoridades pidieron a la poblaci¨®n permanecer en casa para frenar el contagio y evitar el colapso del sistema sanitario. ¡°Decidimos posponer el plan. Me puse a hacer pastelitos para ponerles una vela y dar a Roc¨ªo una sorpresa por Skype. De repente le dijimos que ten¨ªa que conectarse para contarle lo que hab¨ªan dicho en las noticias¡±, explica Garc¨ªa. Con guitarra y ukelele en mano, siete amigas le esperaban en una videollamada grupal para cantarle el cumplea?os feliz.

El confinamiento en casa declarado por la crisis sanitaria ha trasladado la vida social y laboral al ¨¢mbito digital. Skype es uno de los servicios de videollamadas de referencia. Permite que hablen hasta 10 personas a la vez en la versi¨®n gratuita. Pero tambi¨¦n existen muchas otras alternativas. Basta con echar un vistazo en Instagram para ver historias de usuarios charlando con amigos a trav¨¦s de una pantalla mientras toman unas ca?as, juegan al trivial o a los dardos e incluso hacen botell¨®n a distancia. La mayor¨ªa de im¨¢genes van acompa?adas de los hashtags #qu¨¦dateencasa o #yomequedoencasa.

Raquel, adem¨¢s de utilizar Skype para hablar con sus amigas, ha realizado otras actividades a trav¨¦s de una pantalla: desde dar clases sobre c¨®mo hacer ra¨ªces cuadradas a sus amigos del gimnasio a tomar un caf¨¦ diario con sus compa?eros de trabajo. Para esto ¨²ltimo, utiliza Mega. Este servicio de almacenamiento en la nube permite realizar de forma gratuita videollamadas grupales con 10 contactos a la vez ¡ªsolo seis con la c¨¢mara activada¡ª.

Hay quienes optan por el servicio de mensajer¨ªa instant¨¢nea WhatsApp o por Instagram, que sirven para hacer videollamadas con hasta cuatro participantes. Facebook Messenger, tambi¨¦n propiedad de Mark Zuckerberg, va m¨¢s all¨¢. Con ella, se puede interactuar con hasta 50 personas. Eso s¨ª, solo seis pueden usar la c¨¢mara a la vez ¡ªel resto se comunican ¨²nicamente mediante voz¡ª. Para los usuarios de iOS, FaceTime funciona con unos 30 usuarios a la vez. Google tambi¨¦n tiene sus alternativas: la app Duo est¨¢ pensada para hasta ocho interlocutores al mismo tiempo mientras que el servicio de mensajer¨ªa Hangouts ofrece en su versi¨®n gratuita la posibilidad de mantener una conversaci¨®n con hasta diez personas.

Trivial y otros juegos

Pablo Garc¨ªa, un abulense de 25 a?os, dibuja a toda prisa en la pantalla de su m¨®vil. Primero un monigote. Luego lo mete en una especie de rect¨¢ngulo sujetado por unas cuerdas. Y finalmente pinta junto a su creaci¨®n unas flechas de subida y bajada. Dos amigas siguen desde sus smartphones en sus casas todo el proceso. E intentan adivinar de qu¨¦ se trata. Despu¨¦s de unos intentos fallidos, Mar¨ªa acierta. ¡°?Es un ascensor!¡±, exclama. Est¨¢n jugando a Houseparty, una aplicaci¨®n en ingl¨¦s de la empresa de videojuegos y software Epic Games.

Como ellos, miles de usuarios la han utilizado en los ¨²ltimos d¨ªas. De hecho, HouseParty se ha convertido en la aplicaci¨®n m¨¢s descargada tanto de la Play Store como de la tienda de Apple. ?Su secreto? Videollamadas de hasta ocho personas y juegos en grupo. Los usuarios pueden adivinar qu¨¦ dibuja un jugador en el Pictionary, competir respondiendo preguntas de Trivial o jugar al qui¨¦n es qui¨¦n. En este ¨²ltimo juego, un usuario tiene una tarjeta en su frente y debe adivinar qu¨¦ pone siguiendo las pistas de sus compa?eros.

Para los aficionados a los dardos, existen opciones que permiten competir con otros usuarios gracias a las videollamadas. ¡°Todo lo que necesita es su diana, dardos y una c¨¢mara web con micr¨®fono. La WDA proporcionar¨¢ el resto. Jugar un juego real de dardos contra cualquier persona en el mundo nunca ha sido m¨¢s f¨¢cil y accesible de lo que es ahora¡±, se explica en la p¨¢gina web de una de estas plataformas. Hay quienes optan por hacer videollamadas por algunos servicios ya mencionados mientras juegan al bingo o al parch¨ªs online con los juegos que tienen en sus casas o usando otras plataformas.

Aulas virtuales

Tras el cierre de las aulas por el coronavirus, hay profesores que han optado por dar sus clases v¨ªa online. La Universidad de Salamanca (USAL) ha reforzado algunas herramientas para hacerlo posible. Algunos docentes utilizan una plataforma llamada Blackboard Collaborate que permite programar sesiones. ¡°Los alumnos me pueden ver y o¨ªr. Tengo la opci¨®n de compartir mi pantalla por si quiero ense?arles alg¨²n documento o una presentaci¨®n y tambi¨¦n est¨¢ la funci¨®n pizarra en la que ven lo que escribo¡±, cuenta una profesora de la USAL. Los alumnos pueden escribir dudas en el chat y cuentan con una herramienta que se llama ¡°levantar la mano¡±: ¡°Cuando la utilizan, yo puedo elegir si quiero contestar en ese momento a la pregunta o si quiero dar a bajar y posponerla¡±.

Tambi¨¦n hay universidades que han empezado a utilizar Hangouts, de Google, para que los alumnos puedan seguir las clases que sus profesores imparten desde sus casas. Otra plataforma de videoconferencias grupales ¨²til para esta especie de aulas virtuales es Webex. En este caso, todo el trabajo se realiza en espacios en los que tanto docentes como alumnos pueden enviar mensajes, realizar llamadas, tener reuniones de v¨ªdeo, utilizar pizarras y compartir archivos.

La cancelaci¨®n de clases no solo ha afectado a colegios, institutos y universidades. Elisa S¨¢nchez, de 15 a?os, aprende flauta travesera en el conservatorio de ?vila. Su profesora de banda ha optado por dar las clases a trav¨¦s de Teams, de Microsoft. Esta semana han tenido la primera. Para ello, la profesora dividi¨® a los cerca de 50 alumnos en grupos por instrumentos. En el de las flautas traveseras eran 19. ¡°En mi grupo solo pod¨ªa ver a cuatro personas en v¨ªdeo pero tambi¨¦n escuchaba al resto. Al principio probamos si pod¨ªamos tocar todos a la vez, pero a algunas personas les iba con retardo, fue un desastre y decidimos que no era la mejor opci¨®n¡±, explica la adolescente. La profesora decidi¨® entonces pedirles que apuntaran indicaciones como ¡°hacer las notas m¨¢s cortas y el final m¨¢s fuerte¡±. Despu¨¦s, solicitaba a alguien que hiciera la prueba para el resto de sus compa?eros y si sonaba bien, todos tomaban nota. Los deberes tampoco son los habituales: ¡°Tenemos que grabarnos en v¨ªdeo y mand¨¢rselo a la profesora para ver qu¨¦ tal hemos hecho las anotaciones y c¨®mo nos va saliendo¡±.

Teletrabajo y reuniones

En cuanto a las aplicaciones para el teletrabajo que permiten realizar videollamadas, Zoom es la m¨¢s conocida. As¨ª lo cuenta Nacho Rodr¨ªguez, uno de los miembros ejecutivos de la Asociaci¨®n Mundial del Teletrabajo (RWA, por sus siglas en ingl¨¦s). La aplicaci¨®n, que se encuentra entre las m¨¢s descargadas de la Play Store, es una buena opci¨®n para grandes corporaciones. ¡°Es para empresas con m¨¢s de 50 o 100 empleados. En ocasiones hay reuniones de m¨¢s de 50 personas que pueden resultar ineficientes porque solo se puede hablar de uno en uno. Pero con herramientas como esta una persona puede hacer una introducci¨®n y despu¨¦s separar a esas 50 personas en subgrupos de cinco. E incluso puede haber un dinamizador que vaya saltando de un grupo a otro¡±, afirma Rodr¨ªguez, que tambi¨¦n es fundador de la conferencia sobre teletrabajo Nomad City Gran Canaria.

Para las peque?as y medianas empresas y los aut¨®nomos, el experto recomienda Whereby. Esta plataforma de videollamadas ¡°est¨¢ pensada para reuniones de 10 personas o menos y es m¨¢s limitada¡±. A¨²n as¨ª se trata de ¡°una de las mejores opciones en cuanto a calidad precio¡±. Tanto Whereby como Zoom cuentan con una opci¨®n gratuita y tienen diferentes paquetes desde los 10 d¨®lares (9,3 euros) al mes.

Rodr¨ªguez utiliza en su trabajo ambas plataformas. Normalmente tiene dos reuniones al d¨ªa y explica que siempre intenta que no se alarguen m¨¢s de una hora. Afirma que, al contrario de lo que de primeras puede parecer, con el teletrabajo las reuniones se reducen porque ¡°ya no son tan necesarias¡±. ¡°La comunicaci¨®n pasa de ser s¨ªncrona a ser as¨ªncrona. Las reuniones son uno de los grandes ladrones de tiempo de las organizaciones habituales. Al final si ocupas a 10 personas durante 30 minutos, en total son 300 minutos entre todos¡±, concluye.