Automatizaci¨®n contra el coronavirus
China ha sido el primer pa¨ªs en retomar la actividad tras la covid-19. Las empresas apuestan por la tecnolog¨ªa para mitigar sus efectos y resultar m¨¢s competitivas
Wu Shengrong se enfrenta desde finales del pasado mes de enero al mayor reto empresarial de su vida. Y no porque el coronavirus le haya dejado sin negocio sino por todo lo contrario: no da abasto. Es f¨¢cil entender por qu¨¦.
La empresa en la que ejerce de director ejecutivo, Dasheng, fabrica diferentes tipos de mascarillas en una anodina nave industrial a las afueras de Shangh¨¢i: desde las m¨¢s sencillas, que se utilizan en la industria para evitar inhalar polvo o en la calle para protegerse de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, hasta las que utiliza el personal sanitario en la UCI, clasificadas como FFP3 y capaces de filtrar m¨¢s del 97% de las part¨ªculas y pat¨®genos en suspensi¨®n. La demanda de todas ellas se ha disparado hasta niveles nunca antes vistos. Tanto que, en su p¨¢gina web, Dasheng advierte de la proliferaci¨®n de falsificaciones con una nota escrita en ingl¨¦s y chino en la que tambi¨¦n informa de que no trabaja con agentes.
¡°El mercado se ha vuelto loco¡±, reconoce Wu, que habla en su oficina de la proliferaci¨®n de intermediarios oportunistas en pos de dinero f¨¢cil. Incluso los Gobiernos se ponen trabas para hacerse con mascarillas. ¡°Nosotros hemos adquirido el compromiso de mantener los precios estables. Su fluctuaci¨®n depender¨¢ solo de la que sufra la materia prima¡±, afirma Wu, al que un pin en la solapa de la chaqueta identifica como miembro del Partido Comunista de China.
No obstante, la suya es una empresa privada y, como tal, no quiere dejar pasar la oportunidad de hacer negocio. As¨ª que lo primero que orden¨®, antes incluso de que finalizasen las vacaciones del A?o Nuevo Lunar y el coronavirus se extendiera por el mundo, fue iniciar el dif¨ªcil proceso de reincorporaci¨®n de sus 170 trabajadores.
La explosi¨®n de la demanda
El Gobierno de Shangh¨¢i, preocupado por la escasez de mascarillas, incluy¨® a Dasheng en la lista de 12 f¨¢bricas esenciales para producir este elemento protector cuyo uso ha sido obligatorio en China. Eso facilit¨® los permisos en un momento en el que la segunda potencia mundial se cerr¨® a cal y canto. ¡°Normalmente trabajamos en dos turnos, pero hemos a?adido un tercero por la noche para hacer frente a las descargas de los gigantescos rollos de tejido en el almac¨¦n. En el otro extremo, cientos de cajas llenas de codiciadas mascarillas esperan a que los camiones se las lleven.
Las nuevas m¨¢quinas est¨¢n ya a pleno rendimiento y Dasheng ha incrementado la plantilla con perfiles m¨¢s t¨¦cnicos: el 31 de enero fabricaba 40.000 mascarillas al d¨ªa; dos semanas despu¨¦s alcanz¨® el 100% de la producci¨®n anterior a la pandemia, 250.000 unidades diarias, y ahora ha duplicado esa cifra. ¡°A finales de enero, el Gobierno nos pidi¨® que detuvi¨¦semos las exportaciones ¡ªantes Dasheng no vend¨ªa en el mercado chino¡ª y destin¨¢semos la producci¨®n al mercado nacional¡±, recuerda Wu. Ahora, sin embargo, la empresa ha retomado los env¨ªos a todo el mundo.
¡°La automatizaci¨®n ha supuesto tambi¨¦n un incremento en la calidad, que resulta ahora m¨¢s homog¨¦nea¡±, afirma, orgulloso de que ayudar al combate contra el SARS CoV- 2 le haya permitido dar una nueva dimensi¨®n a la empresa, en l¨ªnea con la transformaci¨®n industrial que alienta el propio Gobierno chino.
Darwin en la f¨¢brica
Tanto Dasheng como Laird avanzan que la pandemia del coronavirus va a tener profundas consecuencias en la industria. Propiciar¨¢ una consolidaci¨®n en numerosos sectores, y solo quienes cuenten con la productividad m¨¢s elevada y la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada saldr¨¢n reforzados. Seg¨²n datos ofrecidos por el portal chino de informaci¨®n empresarial Tianyancha, m¨¢s de 460.000 empresas echaron el cierre definitivo en el gigante asi¨¢tico durante el primer trimestre del a?o. ¡°Esta dif¨ªcil coyuntura debe servir de acicate para acelerar la transformaci¨®n industrial y el modelo econ¨®mico del pa¨ªs¡±, opina Wu Shengrong, director ejecutivo de Dasheng. ¡°La ¨²nica forma de competir es con innovaci¨®n. Por eso, cada vez destinamos m¨¢s recursos a I+D+i, que desarrolla materiales con propiedades especiales para todo tipo de usos. Creo que China va por la senda correcta¡±, sentencia Zhang Li, responsable de producci¨®n de Laird.
Salvados por la tecnolog¨ªa
En el distrito de Minhang, no muy lejos de donde Dasheng fabrica mascarillas, otra compa?¨ªa tambi¨¦n le debe a la tecnolog¨ªa el haber podido retomar la actividad antes que la mayor¨ªa. Aunque, en el caso de Laird, que ya ha culminado su particular revoluci¨®n tecnol¨®gica, lo que m¨¢s ha ayudado ha sido la corazonada que tuvo su gerente: cuando vio que en Wuhan hab¨ªa estallado un brote de neumon¨ªa at¨ªpica, record¨® lo que sucedi¨® durante el SARS entre 2002 y 2004 y decidi¨® hacer un pedido de mascarillas quir¨²rgicas a un fabricante de la Rep¨²blica Checa.
¡°Las pedimos antes incluso de que se cerrase Wuhan, porque sab¨ªamos que escasear¨ªan y que ser¨ªan indispensables para trabajar. Eso nos ha permitido cumplir con los nuevos requisitos impuestos por las autoridades para retomar la actividad¡±, cuenta Zhang Li, responsable de producci¨®n durante una visita a la f¨¢brica de esta empresa de materiales de alta tecnolog¨ªa para uso militar y para industrias como la automoci¨®n, la electr¨®nica o el equipamiento m¨¦dico. Las mascarillas han sido providenciales, pero el elevado grado de automatizaci¨®n de sus procesos ha sido clave.
¡°China est¨¢ invirtiendo muchos recursos en la modernizaci¨®n de la industria para contrarrestar el aumento del coste de la mano de obra, incrementar la competitividad y adaptarse a las normativas medioambientales y de consumo energ¨¦tico. Nadie compra m¨¢s robots que China en el mundo, y la tendencia se mantendr¨¢¡±, apunta Zhang mientras muestra uno de los nuevos sistemas de control num¨¦rico. ¡°En esta coyuntura, necesitamos mucha menos gente en la f¨¢brica, lo cual facilita espaciar a los trabajadores para que mantengan la distancia de seguridad¡±, apostilla mientras se?ala c¨®mo en una l¨ªnea de producci¨®n los empleados dejan ahora un espacio libre entre s¨ª.
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