¡°La educaci¨®n presencial es insustituible. As¨ª de rotundo¡±

Corcuera, Sinde, Wert¡­ Cuando una ley pasa a la historia por el apellido de su principal propulsor, incluso antes de que se apruebe, suele ser sin¨®nimo de un parto dif¨ªcil. Hasta ahora, la gestaci¨®n de la ya bautizada como ley Cela¨¢ sigue esa misma trayectoria. Impulsada por Isabel Cela¨¢ (Bilbao, 1949), ministra de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional, en menos de dos a?os esta propuesta se ha visto interrumpida por dos elecciones generales y cuenta con enmiendas a la totalidad por parte de los principales partidos de la oposici¨®n. ?Qu¨¦ m¨¢s podr¨ªa obstaculizar el curso de la octava ley de educaci¨®n de la democracia? ?Una pandemia? Tambi¨¦n se ver¨¢ sometida a ese examen.

Cela¨¢ nos recibe justo el d¨ªa en que finaliza el plazo para presentar enmiendas parciales al proyecto de ley aprobado el 3 de marzo en el Consejo de Ministros y que contin¨²a tramit¨¢ndose en el Congreso durante el estado de alarma. Tras disculparse por no poder saludarnos de manera cercana debido a la distancia f¨ªsica de seguridad impuesta por la crisis sanitaria, la ministra comienza a hablar de la urgencia de acelerar los cambios que necesita la escuela del futuro.

P. La pandemia ha puesto a prueba la madurez del sistema educativo espa?ol en cuanto a innovaci¨®n tecnol¨®gica y metodolog¨ªas que no se circunscriben al aula tradicional. Salvo excepciones, no est¨¢bamos lo suficientemente preparados para asumir una ense?anza en remoto de calidad. ?Por qu¨¦ no se hab¨ªa avanzado lo suficiente?

R. Ning¨²n sistema educativo de nuestro entorno est¨¢ preparado para replicar de manera virtual una educaci¨®n presencial, que es la que realmente iguala al compensar posibles diferencias de origen mediante la interacci¨®n profesor- alumno. La educaci¨®n presencial es insustituible. As¨ª de rotundo. Ah¨ª es donde se recibe un mayor valor en t¨¦rminos cognitivos y emocionales. Lo que s¨ª es cierto es que en un contexto de econom¨ªas digitalizadas nos sent¨ªamos tremendamente poderosos como sociedad y esta pandemia ha puesto de manifiesto que no lo ¨¦ramos tanto, dejando al descubierto varias necesidades, en particular en los ¨¢mbitos sanitario y educativo. Durante los ¨²ltimos a?os, las comunidades aut¨®nomas, los centros educativos y los profesores han ido sofisticando sus capacidades digitales de manera desigual. La mayor¨ªa ha mejorado mucho, pero tenemos muy claras las necesidades del sistema educativo espa?ol y esta crisis nos ha ayudado a identificarlas mejor y a ser m¨¢s conscientes de la urgencia de resolverlas.

P. ?Cu¨¢les son esas necesidades?

R. Una modernizaci¨®n en su conjunto. Una digitalizaci¨®n no entendida exclusivamente como el manejo mec¨¢nico de la tecnolog¨ªa, sino que aporte cambios cualitativos para propiciar mejores resultados educativos mediante la atenci¨®n al alumnado en toda su diversidad y el remedio de brechas de cualquier naturaleza. Eso implica que cada estudiante tenga un recurso digital individualizado, que cada centro educativo cuente con plataformas lo suficientemente potentes para dirigirse a la totalidad de sus alumnos y m¨¢s formaci¨®n de los profesores.

P. Precisamente, Andreas Schleicher, director de educaci¨®n en la OCDE y responsable del informe PISA, ha declarado que los profesores espa?oles deber¨ªan esforzarse m¨¢s para ser parte activa de un futuro de la educaci¨®n donde la ense?anza online ser¨¢ crucial. ?Est¨¢ de acuerdo?

R. Andreas es amigo, pero no estoy de acuerdo. El profesorado espa?ol es excelente. Ha sido capaz de pasar en 24 horas de la educaci¨®n presencial a un modelo a distancia, manteniendo siempre el contacto con los alumnos. Su trabajo, al igual que el de los hogares, es ejemplar. Las comunidades aut¨®nomas y el propio ministerio, desde el Intef [Instituto Nacional de Tecnolog¨ªas Educativas y de Formaci¨®n del Profesorado], hemos venido formando a los docentes y aproximadamente la mitad de ellos ha desarrollado destrezas para trabajar online de manera eficiente, pero la otra mitad a¨²n est¨¢ en etapas iniciales y ah¨ª es donde debemos intensificar el esfuerzo, sobre todo si en oto?o el virus contin¨²a entre nosotros y a¨²n no existe ni vacuna ni tratamiento. En ese escenario cada centro debe tener planes de contingencia para respetar la distancia f¨ªsica de seguridad, lo que har¨¢ que en cada aula tengan cabida unos 15 alumnos.

P. Ah¨ª es donde su ministerio propone un modelo de ense?anza mixto entre educaci¨®n presencial y online pero que no parece satisfacer ni a las familias, por temas de conciliaci¨®n, ni a la comunidad educativa, que demanda m¨¢s recursos humanos y t¨¦cnicos.

R. La rutina se ha convertido en un valor importante, pero la educaci¨®n presencial en estos momentos tiene que estar sujeta a los requerimientos sanitarios. Obviamente, esta pandemia tambi¨¦n ha puesto de manifiesto que la escuela no puede satisfacer en su totalidad el trabajo de conciliaci¨®n que se le viene exigiendo de manera impl¨ªcita o expl¨ªcita, sino que es una tarea conjunta de la sociedad.

P. ?Pero si vamos a ese modelo mixto se contempla una mayor inversi¨®n por parte del ministerio?

R. Es evidente que se contemplar¨¢ una mayor inversi¨®n. En estos momentos estamos identificando junto a las comunidades aut¨®nomas cu¨¢les son los temas que tenemos que fortalecer en el sistema educativo para atender esos planes de contingencia. Si al final no es necesario ponerlos en marcha, de igual modo habremos avanzado hacia esa digitalizaci¨®n, que es uno de los principios rectores de nuestro proyecto de ley junto al inter¨¦s superior del menor, una educaci¨®n para el desarrollo sostenible, la ense?anza personalizada o la modificaci¨®n del curr¨ªculo.

P. ?C¨®mo deber¨ªa ser ese nuevo curr¨ªculo?

R. El actual es muy enciclop¨¦dico, repleto de datos y contenidos. Necesitamos un modelo m¨¢s competencial a trav¨¦s de aprendizajes esenciales que no se centren tanto en materias al uso, sino en ¨¢mbitos, en proyectos alternativos para los que se requieren espacios f¨ªsicos que permitan una distribuci¨®n distinta de los alumnos, incluso aulas con un mayor n¨²mero de estudiantes donde dos o tres docentes puedan trabajar colegiadamente. Esto facilitar¨ªa una ense?anza personalizada que ayude a potenciar el talento de cada alumno.

P. Esto afectar¨ªa al sistema de evaluaci¨®n tradicional, algo que tambi¨¦n es objeto de debate cuando se trata de calificar a los alumnos que se han visto obligados a seguir form¨¢ndose en remoto¡­

R. Exactamente. De hecho, el acuerdo logrado con la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas para concluir el curso 2019/2020 se fundamenta en eso, es decir, en adaptar la materia a los contenidos y aprendizajes esenciales, de tal modo que se eval¨²e si el alumno ha superado de manera cualitativa los objetivos generales del curr¨ªculo y ha desarrollado las destrezas que le permiten promocionar al siguiente curso. Cuando tengamos ese nuevo curr¨ªculo m¨¢s centrado en competencias, tendr¨¢ que ser medido de otra manera, con una evaluaci¨®n realizada de manera colegiada por el conjunto de profesores que atienden a cada alumno. Si Espa?a tiene un n¨²mero de repetidores tres veces superior al del resto de pa¨ªses europeos, se debe a un sesgo cultural relacionado con el sistema de evaluaci¨®n y que es preciso corregir.

¡°La educaci¨®n presencial es la que realmente iguala¡±, sostiene la ministra, ¡°al descompensar posibles diferencias de origen mediante la interacci¨®n profesor- alumno¡±.

P. ?En esa nueva evaluaci¨®n se incluyen las habilidades blandas como la autonom¨ªa, la empat¨ªa o la capacidad de trabajar en equipo?

R. El sistema educativo tiene que aportar el desarrollo de destrezas tanto cognitivas como emocionales. De hecho, durante los meses de confinamiento los alumnos han podido desarrollar unas destrezas emocionales muy importantes para la vida y que deber¨ªan ser evaluadas porque eso tambi¨¦n es educaci¨®n. Mientras se han formado en sus casas, a veces con unas condiciones dif¨ªciles, han adquirido o potenciado cualidades relacionadas con la autodisciplina o la responsabilidad, lo cual supone un valor a?adido que podr¨¢n aprovechar cuando regresen a los centros y beneficiar¨¢ a su proceso educativo.

P. Antes de la crisis sanitaria, su ministerio contemplaba un plan de incremento del gasto p¨²blico en educaci¨®n hasta un m¨ªnimo del 5% el PIB, por encima de la inversi¨®n media de la UE (4,88%), pero a¨²n lejos de la de pa¨ªses referenciados como ejemplos de innovaci¨®n en el aula, como Finlandia (6,75%) o Suecia (7,05%). ?Mantendr¨¢n ese compromiso del 5% a pesar de la crisis econ¨®mica que se avecina?

R. S¨ª. No podemos superar esta crisis si precisamente tocamos a los m¨¢s vulnerables o a aquellos sectores que una vez m¨¢s se han revelado como los m¨¢s importantes. La educaci¨®n es la mejor acreditaci¨®n de un pa¨ªs, la base sustentante del desarrollo presente y futuro y sin ella no hay ni investigaci¨®n, que se ha mostrado imprescindible en estos momentos, ni innovaci¨®n. Durante la pandemia, la educaci¨®n presencial se ha convertido en un bien deseado pero escaso y no podemos permitir que nadie socave la inversi¨®n en educaci¨®n. Es una inversi¨®n, no un gasto, y no seguiremos la ruta de la crisis de 2008, porque es el antimodelo.