Faltan ingenieras, pero todos quieren ser funcionarios
Las asignaturas pendientes del mundo laboral se acent¨²an con la crisis sanitaria
Antes de la pandemia solo el 13% de los espa?oles trabajaba desde casa. Con la expansi¨®n del coronavirus el porcentaje alcanz¨® el 32%, seg¨²n la Fundaci¨®n Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound). ?Nos hemos digitalizado, aunque sea a la fuerza? No del todo. ¡°Hay algunas tendencias en materia de digitalizaci¨®n y empleo que la pandemia ha acelerado¡±, afirma Mar¨ªa Luz Rodr¨ªguez, profesora titular de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha. Pero, pese a avances como la regulaci¨®n del teletrabajo, una vez que termine la pandemia ¡°tendremos los mismos cuellos de botella de antes¡±.
Rodr¨ªguez se refiere a la baja formaci¨®n digital de la poblaci¨®n trabajadora. M¨¢s de un 40% de los espa?oles no tiene competencias digitales, seg¨²n el ?ndice de la Econom¨ªa y la Sociedad Digital (DESI) de 2020. Adem¨¢s, existe una falta de vocaci¨®n en las carreras STEM (siglas en ingl¨¦s de ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas). Existen al menos 10.000 vacantes en el sector tecnol¨®gico en Espa?a por falta de cualificaci¨®n, seg¨²n la patronal de empresas tecnol¨®gicas DigitalES. Pese a ello, el n¨²mero de matriculados en carreras t¨¦cnicas como ingenier¨ªas y arquitectura cay¨® un 28% entre 2010 y 2017, seg¨²n el estudio El desaf¨ªo de las vocaciones STEM, elaborado por la propia patronal.
¡°Tambi¨¦n hay una brecha evidente por raz¨®n de g¨¦nero en el n¨²mero de personas con formaci¨®n digital, de especialistas en tecnolog¨ªa y de puestos de trabajos tecnol¨®gicos¡±, se?ala la profesora. Mientras que en la universidad las mujeres forman el colectivo mayoritario, su representaci¨®n en ingenier¨ªas no super¨® el 25% en 2018, seg¨²n datos del citado informe. Adem¨¢s, la consultora Pearson indica que solo uno de cada diez desarrolladores en Espa?a es una mujer.
DIGITALIZACI?N DEL SALARIO
Otro de los cuellos de botella es que existe ¡°una fuerte polarizaci¨®n del empleo con puestos de trabajo vinculados a la tecnolog¨ªa con salarios por encima de la media, mientras que los no vinculados tienen salarios cada vez m¨¢s bajos¡±. A esta brecha salarial se suman una brecha vinculada a la edad y otra territorial. Los m¨¢s j¨®venes ¡°tienen m¨¢s competencias digitales que los mayores de 45 a?os¡±. Mientras tanto, solo el 46% de quienes viven en las ¨¢reas rurales tienen fibra hasta el domicilio frente al 80,4% de la poblaci¨®n total, seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.
Para Rodr¨ªguez, la clave para solventar estas brechas est¨¢ en la inversi¨®n y en una estrategia firme de formaci¨®n. Pero, ?qu¨¦ est¨¢ pasando en las universidades? Miguel Arrufat, director de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), asegura que ¡°la brecha entre lo que demanda la sociedad y lo que se ense?a en la universidad se ampl¨ªa r¨¢pidamente. Si no se acortan esas diferencias, esta demanda social se resolver¨¢ fuera de la universidad¡±, comenta. Y considera necesario ¡°un marco legal que facilite a las universidades responder a las tendencias globales que trasforman la sociedad y la educaci¨®n superior de forma irreversible¡±.
La formaci¨®n no debe acabar una vez que se sale de la universidad. Lo sabe bien Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Melber, CEO de Atento EMEA, que insiste en la importancia de dar a los trabajadores ciclos de formaci¨®n en tecnolog¨ªas demandadas. Su compa?¨ªa ofrece servicios de call center: ¡°Estamos en un sector en el que empleamos a mucha gente, pero en los ¨²ltimos a?os hemos visto que en el listado de trabajos a automatizar, el n¨²mero uno es agente de contact center¡±. Cuando en 2018 empezaron un proceso de automatizaci¨®n, se dieron cuenta de que ¡°iban a sobrar muchas personas en la compa?¨ªa¡±. A su vez, encontrar a trabajadores que programaran era complicado, por lo que optaron por formar a sus agentes: ¡°En teor¨ªa iban a perder sus trabajos, pero ahora est¨¢n mejor remunerados¡±.
M?S EMPRENDEDORES
Pero el problema no acaba con la formaci¨®n. En Espa?a existe una dificultad para generar grandes empresas que crezcan y puedan competir globalmente, seg¨²n Juan de Antonio, fundador y CEO de Cabify. Coincide con ¨¦l Natalia Martos, CEO y fundadora de la empresa de servicios jur¨ªdicos Legal Army. Est¨¢ convencida de que los obst¨¢culos fiscales para remunerar el talento y el miedo a emprender dificultan que en Espa?a se forme un imperio GAFA (Google, Amazon, Facebook yApple). En EE UU, seg¨²n subraya, existe una cultura basada en el emprendimiento: ¡°En las escuelas se les anima a pensar en grande. En Espa?a, el 70% de los chavales quiere ser funcionario mientras que en Estados Unidos quiere montar su propia empresa¡±.
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