Los drones se disponen a asaltar los cielos
2021 empieza con una normativa europea m¨¢s permisiva. Mientras el sector despega, la industria busca oportunidades m¨¢s all¨¢ del aire: quiere colonizar los mares
Ya se intuye el sonido de los rotores sobre nuestras cabezas. 2021 ha comenzado con la aplicaci¨®n de un reglamento europeo de drones que organiza de manera homog¨¦nea el espacio a¨¦reo continental, al que deber¨ªa seguir un real decreto que ampl¨ªe las zonas en las que pueden operar estos dispositivos. No ser¨¢ una revoluci¨®n inmediata, pero ambas normas servir¨¢n para relanzar uno de los sectores llamados a cambiar la log¨ªstica, el transporte y las comunicaciones en el siglo XXI.
Al uso en agricultura, vigilancia, cine o paqueter¨ªa podr¨ªa sumarse, a partir de 2023, su empleo como aerotaxis, sin duda su aplicaci¨®n m¨¢s futurista. El mercado de los drones movi¨® el a?o pasado 22.500 millones de d¨®lares en todo el mundo, seg¨²n Drone Industry Insights. El 38% se gener¨® en Asia (China es el gran dominador de la industria), el 30% en Norteam¨¦rica y el 23% en Europa. La consultora cree que para 2025 se duplicar¨¢ la facturaci¨®n y se mantendr¨¢ el peso relativo de cada regi¨®n.
Las cifras del sector en Espa?a no muestran tanta pujanza. Actualmente hay 5.244 operadores inscritos en la AESA (Agencia Estatal de Seguridad A¨¦rea): 1.009 se sumaron en 2016, casi dos centenares menos lo hicieron en 2019 y solo 519 en el a?o pand¨¦mico. Pero el descenso de operadores profesionales contrasta con la demanda de vuelos: seg¨²n Enaire ¡ªel gestor espa?ol de la navegaci¨®n a¨¦rea¡ª, las peticiones recibidas para operar en espacio a¨¦reo controlado y no controlado subieron el 172% en 2020 respecto a 2019, se?al inequ¨ªvoca de que existe la voluntad de tomar el cielo. Fuera de esa cifra resulta complicado saber el volumen de negocio en Espa?a, pues solo hay una estimaci¨®n recogida en el plan estrat¨¦gico de 2018, donde se anticipa un impacto de 1.220 millones para 2035 y de 1.520 para 2050.
Menos burocracia
La aut¨¦ntica revoluci¨®n llegar¨¢ cuando sean aparatos tan comunes como los ¡®smartphones"
Se espera que el nuevo reglamento europeo d¨¦ un impulso a estas cifras. Divide las operaciones en tres categor¨ªas basadas en el riesgo de la misma y en el desempe?o del dron ¡ªcon independencia de que su uso sea l¨²dico o profesional¡ª con limitaciones ajustadas a cada caso. Exige el registro de todos los operadores, aunque relaja la formaci¨®n requerida para pilotar vuelos de bajo riesgo y permite volar en la categor¨ªa abierta sin autorizaci¨®n de la AESA ni certificado m¨¦dico.
Pero la gran novedad es que se pasa del sistema de control previo (hasta ahora hab¨ªa que solicitar autorizaci¨®n pr¨¢cticamente para cada vuelo profesional) a otro m¨¢s abierto, en el que a menudo basta con una declaraci¨®n responsable. La idea es permitir que el sector desarrolle todo su potencial, en tanto que la burocracia se reduce considerablemente. La regulaci¨®n de las zonas donde se puede volar sigue siendo competencia de los Estados miembros.
En Espa?a, las m¨²ltiples restricciones impiden que un dron no autorizado sobrevuele las ciudades. Eso cambiar¨¢ este a?o. En l¨ªnea con la normativa europea, el Ministerio de Transporte trabaja en la tramitaci¨®n de un nuevo real decreto que, entre otras cosas, reducir¨¢ la distancia de seguridad aer¨®droma y permitir¨¢ el vuelo libre ¡ª hasta 60 metros de altura¡ª en zonas a¨¦reas controladas.
Llegado ese momento, una vez abierto el cielo, ?veremos nubes de drones como bandadas de estorninos? El ¨¦xito de las aeronaves pilotadas en remoto depender¨¢ de dos condiciones retroalimentadas: su impacto econ¨®mico y su integraci¨®n social. ¡°La aut¨¦ntica revoluci¨®n de los drones llegar¨¢ cuando sean tan comunes como los smartphones¡±, profetiza Israel Quintanilla, profesor experto en drones de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. De momento, al calor de esta promesa, tres subindustrias tecnol¨®gicas intentar¨¢n despegar en el nuevo marco normativo: los drones a¨¦reos, los sistemas antidrones y las embarcaciones no tripuladas, o drones marinos.
?Qui¨¦n nos protege de las nuevas amenazas?
La cuenta es sencilla: la proliferaci¨®n de los drones supone m¨¢s riesgo para las personas. As¨ª se puede controlar el peligro
Drones a¨¦reos, la avanzadilla del sector
Los operadores de drones en Espa?a est¨¢n fundamentalmente dedicados a la fotograf¨ªa y la filmaci¨®n (m¨¢s de un 90%)
Drones marinos, los grandes desconocidos
La tecnolog¨ªa de los veh¨ªculos aut¨®nomos sigue flaqueando en el sector n¨¢utico, limitado por el bloqueo legal
Los retos de la industria
Todo apunta a que los drones terminar¨¢n por imponerse como una respuesta al impacto ambiental de la log¨ªstica y el transporte. Son m¨¢s silenciosos y limpios que buques, camiones y coches, de manera que 75 ciudades se han lanzado a probar programas de transporte de mercanc¨ªas en dron. Falta por ver si realmente se muestran efectivos y rentables. Ser¨¢ interesante comprobar tambi¨¦n si los aerotaxis, necesitados de infraestructuras propias como los vertipuertos y de coordinaci¨®n nodal con trenes y autobuses, funcionan como medio de transporte y no como veh¨ªculo especulativo. A finales de 2020, la startup de aerotaxis Joby Aviation compr¨® Uber Elevate para despu¨¦s recaudar 590 millones de d¨®lares en una inversi¨®n liderada por Toyota. Movimiento hay.
Otra cuesti¨®n a resolver es la previsible invasi¨®n de nuestra privacidad: ya nos rodean c¨¢maras por todas partes; ahora tambi¨¦n flotar¨¢n en el cielo. ?C¨®mo se lidia con nanodrones col¨¢ndose en las viviendas de particulares o como herramienta de espionaje industrial? ¡°Igual que con cualquier foto robada, denunciando¡±, ataja Izquierdo. ¡°Hacer fotos con el smartphone es muy sencillo, ?qu¨¦ diferencia hay?¡±, se pregunta Quintanilla. Pero el espionaje tiene otra dimensi¨®n pol¨ªtica, y hace algunas semanas los drones chinos de DJI fueron vetados en Estados Unidos por representar, alegan, un supuesto riesgo para la seguridad nacional.
Es el en¨¦simo veto comercial de EE UU a China, que enlaza con el reto m¨¢s complejo para el sector europeo: ganar posiciones en el contexto global. ¡°Los primeros en implantar los drones engullir¨¢n el mercado. Y no ser¨¢ Europa¡±, lamenta Quintanilla, convencido del liderazgo espa?ol dentro del continente. ¡°Llegamos con m¨²sculo a la nueva norma, pero nos ha faltado un consorcio fuerte. Que alguien con voz dijera: yo creo en la industria del dron¡±.
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