Atalaya: un cuarto de siglo despu¨¦s, el deseo de venganza sigue intacto
La compa?¨ªa retoma 25 a?os despu¨¦s su lectura de Electra en el festival de Sagunto
¡ªUn rey no es un ser inocente. Ning¨²n rey puede permitirse tener piedad (¡). No me gusta la sangre, Electra, mas la sangre compra el orden.
¡ªEs barata la sangre de los dem¨¢s.
¡ªDesde que yo reino, mi pueblo vive contento. Ese es el verdadero fin de todos los que reinamos.
¡ªLos cerdos viven contentos en el lodo (¡). Cada cobarde que aqu¨ª habita es c¨®mplice de asesinatos y mentiras.
¡ªAl pueblo no le gusta eso. A ellos les gusta revolcarse en el lodo. La gente es feliz si sabe a qu¨¦ temer.
Este di¨¢logo entre Egisto, el tirano que reina en Micenas, y Electra, la hija del anterior rey, Agamen¨®n, muerto a manos de Egisto, pertenece a la pel¨ªcula h¨²ngara Elektra, My Love, dirigida por Mikl¨®s Jancs¨® en 1974 e inspirada en la tragedia escrita por Eur¨ªpides. Se trata de uno de los muchos hilos con los que Ricardo Iniesta, director de la compa?¨ªa Atalaya, ha tejido un complejo pa?o del color de la venganza titulado Elektra.25, que se estrenar¨¢ hoy en el teatro romano de Sagunto, dentro del festival Sagunt a Escena, y que es una relectura del Elektra que el grupo sevillano realiz¨® hace un cuarto de siglo.
El texto hilvana a cl¨¢sicos con autores del siglo XX
La obra vuelve a dejar constancia de la vigencia de los cl¨¢sicos y muestra c¨®mo la humanidad no ha superado a¨²n su ansia de venganza. El montaje es un c¨²mulo de conmemoraciones en torno al n¨²mero 25, que hilvana tambi¨¦n textos de los cl¨¢sicos griegos Esquilo y S¨®focles con los de autores del siglo XX que adaptaron esta tragedia: Hugo von Hofmannsthal, Sartre y, especialmente, Heiner M¨¹ller.
¡°Es otra visi¨®n del mito de Electra que montamos hace 25 a?os, en la que casi la mitad del texto es nuevo, adem¨¢s del vestuario, la escenograf¨ªa, la iluminaci¨®n y la m¨²sica. Introduce tambi¨¦n coreograf¨ªa y un coro griego que no estaban antes. Aunque la puesta en escena es parecida al principio y al final de la obra, lo que m¨¢s ha cambiado es la intenci¨®n. El montaje que hicimos en 1995, y que se estren¨® al a?o siguiente, era maniqueo. Ni Electra es tan buena ni su madre Clitemnestra, tan mala. Ambas se presentan ahora como v¨ªctimas de Egisto, el amante de la madre, que es el ide¨®logo del regicidio y el usurpador del trono¡±, explica Iniesta (?beda, 64 a?os) que dirige el 25? montaje de Atalaya cuando se cumplen 25 a?os de la muerte de Heiner M¨¹ller, uno de sus referentes teatrales, y 25 siglos del nacimiento de Eur¨ªpides.
La primera versi¨®n estuvo en cartel siete a?os y hubo 230 funciones
¡°Adem¨¢s coincide tambi¨¦n con la celebraci¨®n de los 25 a?os de Territorio de Nuevos Tiempos (TNT), nuestro centro de formaci¨®n y distribuci¨®n teatral. Todo gira en torno al n¨²mero 25¡±, a?adi¨® Iniesta en conversaci¨®n este mi¨¦rcoles, tras el ¨²ltimo ensayo general de Elektra.25 en la sala del TNT. Su primera Elektra fue uno de los espect¨¢culos m¨¢s representados por la compa?¨ªa: estuvo en cartel siete a?os y se ofrecieron 230 funciones en 158 ciudades de 14 pa¨ªses. R¨¦cord tan solo superado en el n¨²mero de representaciones en la historia de Atalaya por Celestina, la tragicomedia (239) y Divinas palabras (236).
Preguntas al p¨²blico
¡°El teatro son emociones e interrogantes. Expone los hechos y le lanza una pregunta al p¨²blico: ¡®?Usted qu¨¦ har¨ªa si estuviera en el lugar del personaje?¡¯ Por eso ahora presentamos una historia renovada, con segundas preguntas que, sin duda, cambiar¨¢n el veredicto¡±, reflexiona el dramaturgo, Premio Nacional de Teatro de 2008. ¡°En 1995, cuando trabaj¨¢bamos en la obra, hab¨ªa explotado el tema de los GAL y la pregunta que subyac¨ªa era: ¡®?Se justifica el terrorismo de Estado? ?Hasta qu¨¦ punto es l¨ªcita la venganza?¡¯ Sin embargo, ahora Clitemnestra despierta empat¨ªa en los espectadores. Su marido, el rey Agamen¨®n, ha inmolado a su hija Ifigenia para ganar una batalla y, despu¨¦s de 10 a?os batallando, vuelve con su amante Casandra, con la que se pavonea delante de su esposa. Por eso muchos justificar¨ªan el asesinato de Agamen¨®n y Casandra¡±, explica Iniesta, quien cree que esta tragedia griega inspir¨® el Hamlet de Shakespeare.
Las ba?eras de metal, que casualmente pesan 25 kilos y que marcaron la escenograf¨ªa de la primera versi¨®n, vuelven a monopolizar la puesta en escena. Ba?eras que se transforman en ¨²teros, cunas, barcos, ata¨²des, c¨¢rceles, pedestales, lechos o tambores gracias a la pericia de un elenco que mantiene alto el ritmo durante todo el espect¨¢culo, en una especie de juego con el coro, que los libera para dar vida a un personaje e, inmediatamente despu¨¦s, los fagocita. Salvo Silvia Garz¨®n, que interpreta a la atormentada Electra, los otros siete actores encarnan a varios personajes. Entre ellos destaca Mar¨ªa Sanz, en el complicado papel de Clitemnestra.
¡°Seguimos actuando movidos por el odio¡±, advierte la protagonista
¡°El teatro cl¨¢sico nos advierte de que el g¨¦nero humano no ha cambiado. Seguimos actuando movidos por el odio, la venganza y el rencor. Es muy triste que esas tragedias sigan teniendo plena vigencia¡±, comenta Garz¨®n, quien encarna a una Electra potente, cuya locura la llena de energ¨ªa. Garz¨®n entr¨® en el laboratorio del TNT en 1998 y un a?o despu¨¦s hizo algunas sustituciones en el primer montaje. Ella es la ¨²nica de los actores que repite y tambi¨¦n lo hace, adem¨¢s de Iniesta, Carmen de Giles, que se encarga del vestuario, aunque con nuevos dise?os. Elektra.25 incorpora el baile, con coreograf¨ªas de Juana Casado, para festejar los escasos momentos de j¨²bilo que vive Micenas o para mover a las temidas erinias, las diosas griegas de la venganza que van cambiando de v¨ªctimas a medida que avanza la obra y, en esta nueva propuesta, recuperan la historia original y persiguen a Orestes, hermano de Electra y brazo ejecutor de su venganza.
El espect¨¢culo, que despu¨¦s de Sagunto podr¨¢ verse en el Festival de M¨¦rida el 16 de agosto, se suma a los cinco montajes que Atalaya tiene en gira: Celestina, Madre Coraje, Rey Lear, As¨ª que pasen 5 a?os y Marat/Sade.
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