Diego Luna: ¡°La pandemia subraya todo lo que no quer¨ªamos confrontar¡±
El actor y productor mexicano hace una radiograf¨ªa de los problemas de su pa¨ªs en ¡®Pan y circo¡¯, el programa que acaba de estrenar en Amazon
Hablar de racismo, de violencia machista, de migraci¨®n¡ Diego Luna (M¨¦xico, 40 a?os) sienta en Pan y circo, el programa que acaba de estrenar en Amazon, a varias personas en torno a una mesa, con platos preparados por los mejores chefs de M¨¦xico. As¨ª radiograf¨ªan su pa¨ªs, aunque los debates se entienden globales.
Pregunta. ?Es m¨¢s de comer o de cocinar?
Respuesta. Gracias a que me gusta comer, empec¨¦ a cocinar. Y todo tiene que ver tambi¨¦n con la paternidad. Esos primeros meses cuando no sabes muy bien tu rol, qui¨¦n eres, si el valet parking [aparcacoches], el encargado de la limpieza del hogar, el de ir al s¨²per... Decid¨ª ponerme el personaje que alimenta tanto a la madre como a los ni?os. Es un v¨ªnculo incre¨ªble con mis hijos, crecieron conmigo en la cocina.
P. ?Qu¨¦ buscaba con este proyecto?
R. La comida funciona para tres cosas en este proyecto: que hablar sea tan importante como escuchar. Eso es algo que pasa en la mesa. Se genera una conversaci¨®n que tiene potencial de trascender tu agenda personal. Hoy siento que todo el mundo llega a los espacios donde puedes conectar con otros con una coraza, nadie quiere estar expuesto. Luego, la comida solita cuenta historias, los cocineros y cocineras del programa tienen que decir algo sobre el tema. Y despu¨¦s, se cumple el deseo secreto de conocer a los chefs y a las chefs que admiro. Yo soy cocinero de closet. Y tambi¨¦n soy un glot¨®n.
Que hablar sea tan importante como escuchar es algo que se da en la mesa
P. ?C¨®mo se consigue que no haya peleas en una cena entre varias personas?
R. No busc¨¢bamos la rudeza innecesaria. No quer¨ªa amplificar voces violentas ni t¨®xicas. Si ¨ªbamos a hablar de la interrupci¨®n del embarazo, no quer¨ªa a los provida en la mesa. Si se trata la emergencia clim¨¢tica, no vamos a sumar a alguien que no cree en el calentamiento global. No somos un producto period¨ªstico, no requerimos imparcialidad. Sin embargo, una vecina que tiene miedo a los migrantes, que no quiere que entren a su comunidad, s¨ª puede agradecer la experiencia de quienes conocen las caravanas. S¨ª hay chance de transformar o afectar un punto de vista a ra¨ªz de esa conversaci¨®n. Se trata de recordarnos la posibilidad de conciliar, de entender el punto de vista que no compartes.
P. Sentar a varias personas en una mesa. Lo que plantea se volvi¨® m¨¢s complicado con la pandemia.
R. Lo primero que pens¨¦ fue que no pod¨ªamos poner esto ah¨ª, ?qui¨¦n lo va a ver con este nivel de ansiedad? Hicimos un episodio en confinamiento para ver si ten¨ªa sentido Pan y circo o si todo era parte de un mundo al que ya no volver¨ªamos y deb¨ªamos terminar por mostrarlo en un museo. Pero la pandemia, dentro del horror que significa, nos invita a hacer un ejercicio que el proyecto inspiraba. La pandemia viene a subrayar todo lo que no quer¨ªamos confrontar: hablar de nuestro racismo, de la violencia, de la desigualdad, para hablar de migraci¨®n. ¡°Qu¨¦date en casa¡± qu¨¦ significa para un migrante o una mujer que comparte techo con su agresor.
Hoy siento que todo el mundo llega a los espacios donde puedes conectar con otros con una coraza, nadie quiere estar expuesto
P. ?Qu¨¦ se le ha atragantado?
R. Varias opiniones. Me acuerdo hablando en la mesa del racismo a Y¨¢snaya Elena Aguilar y a Pedro Cayuqueo y me dejaron volando. Hablaban tan bonito y dec¨ªan cosas tan cabronas, que me dejaron girando varias semanas. Tambi¨¦n hubo otras que me confrontaron con mi ingenuidad, que cre¨ªa que iba a pasar otra cosa y no pasaba. Leyendo uno se hace historias que luego no son ciertas. Hay gente que hay que seguir leyendo y no comer con ella.
P. ?Qu¨¦ estereotipo le molesta m¨¢s de su pa¨ªs?
R. Que la riqueza est¨¢ en la oferta tur¨ªstica que podemos ofrecer. Eso me deprime. Si eso fuese as¨ª, yo no vivir¨ªa aqu¨ª, vendr¨ªa a vacacionar. Vendr¨ªa cada tanto a las playas. La destrucci¨®n que de forma m¨¢s acelerada he visto es la que ha tra¨ªdo el turismo, tal y como se concibi¨® en mucha parte del pa¨ªs. Si aqu¨ª vas a venir a tomar un tequila con un mariachi enfrente, no habr¨¢s venido a M¨¦xico. Tiene mucho que ofrecer, con todos los retos y complejidades. La violencia que ha generado el narcotr¨¢fico y el consumo de drogas en el mundo se agudiza por la situaci¨®n geogr¨¢fica, pero es una de las tantas complejidades que tenemos. La pandemia nos ha recordado que si no trabajamos contra la desigualdad dif¨ªcilmente dejaremos la vulnerabilidad. Ver este pa¨ªs como un destino tur¨ªstico te impide ver lo que yo veo, lo que t¨² ves, ?lo que tu peri¨®dico escribe!
Hay gente que hay que seguir leyendo y no comer con ella
P. ?Alguien con quien se le haya quedado comer?
R. Con muchos personajes. Las invitaciones salieron desde el presidente de este pa¨ªs hasta... Bueno, al del pa¨ªs vecino del norte, no.
P. Si junta a L¨®pez Obrador con Trump s¨ª va a necesitar de mezcal¡
R. No, al del norte no, porque amplificar voces t¨®xicas no es lo que buscamos. Invitaciones salieron por doquier. Es muy complejo, tuve que trabajar mucho con la humildad, generalmente cuando te planteas cenar o comer con alguien sucede. Aqu¨ª era tanto pedo, que me preguntaba ?qu¨¦ est¨¢ pasando! Ahora llego a tiempo a todas mis entrevistas, no cometo el error de dejar esperando a los anfitriones¡.
P. Va a acabar agarrando cari?o a los periodistas.
R. Totalmente, te digo que si tuvieran la herramienta del mezcal, su trabajo ser¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil.
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